Ryūsuke Hamaguchi es un director y guionista japonés. En los últimos años se ha encontrado en boca de todos ya que sus películas han paseado por los festivales más importantes del mundo. Esta semana me senté a ver dos de sus mejores películas: WHEEL OF FORTUNE AND FANTASY (2021) y EVIL DOES NOT EXIST (2023), preparándome para ver DRIVE MY CAR (2021) la considerada su mejor película por los espectadores.
POR LISARDO QUEVEDO
Ryūsuke Hamaguchi nació el 16 de diciembre de 1978 en Kawasaki, Japón. Se graduó en la Universidad de Artes de Tokio con su película PASSION en el año 2008. Y desde entonces no ha dejado de trabajar, haciendo aproximadamente una película por año. Pero su nombre empezó a resonar hace poco, por lo menos popularmente, con su película DRIVE MY CAR (2021). Anteriormente, había tenido cierto revuelo su film ASAKO I & II en el año 2018. En este artículo hablaremos de dos de sus más recientes películas: WHEEL OF FORTUNE AND FANTASY (2021) y EVIL DOES NOT EXIST (2023).
WHEEL OF FORTUNE AND FANTASY (2021)
Contada en tres movimientos, es una colección de historias protagonizadas por personajes femeninos que trazan las trayectorias entre sus elecciones y arrepentimientos. Un triángulo amoroso inesperado, una trampa de seducción fallida y un encuentro que resulta de un malentendido.
Como bien dice la sinopsis, WHEEL OF FORTUNE AND FANTASY está dividida en tres episodios, tres relatos, por así decirlo. Todos protagonizados por mujeres y atravesadas por historias de amor. Un tema recurrente en su filmografía: el amor. Y lo narra de una manera particular y desde tres aristas distintas. El primero (Magia o algo menos seguro) es un triángulo amoroso, donde dos amigas salen con el mismo chico sin saberlo. La segunda (Puerta abierta de par en par), de manera completamente sexual, una charla entre un escritor erótico y una ninfómana. Y por último (Una vez más), un amor lésbico prohibido por la época en que sucedió pero que sigue dejando resabios en el presente.
Particularmente, no tengo un episodio favorito. Me he encantado con todos. Cada uno mantiene su esencia y se hace valer por sí mismo. Es cierto que alguno es más interesante y atrapante que otros, pero la calidad de Hamaguchi se mantiene en las tres. Otro factor que está presente además del amor, es la casualidad. Todos los relatos se producen de manera casual, por coincidencias inesperadas para los personajes y para el espectador. En el primer episodio, el hombre no sabe que las dos mujeres son amigas. En el segundo, una mujer intenta seducir al hombre que destruyó la carrera de su amante sin que el primero sepa de su relación. En el tercero, dos mujeres se encuentran de casualidad, creen que se conocen pero en realidad no y entablan un momento único en sus vidas. Este elemento casual por así decirlo, me parece súper atractivo y la película lo desarrolla de manera excepcional. El film podría haber sido un relato coral, pero no lo es. Las historias son independientes pero las une los temas en común.
Ryūsuke Hamaguchi logra en muy pocos planos contar la totalidad de las historias. Recurre en todos los episodios a planos largos donde sucede muchísimo diálogo y tenemos a los dos personajes ubicados en cada extremo del encuadre. Me parece una habilidad elogiable poder contar una historia con poco planos y no tener que recurrir al montaje para que la magia suceda. Los personajes son primordiales a la hora de realizar este método, y ni hablar de los actores, que tienen que decir diálogos, de tal vez veinte minutos, sin cortar. El trabajo que hace Hamaguchi con los actores es excelente, cada personalidad encaja con el personaje y eso se demuestra muy bien en cada historia.
Me parece que WHEEL OF FORTUNE AND FANTASY es una buena puerta de entrada al cine del japonés Ryūsuke Hamaguchi. Nos presenta varios de los temas que trata en muchas de sus películas de una manera que deja al espectador con ganas de ver más relatos.
EVIL DOES NOT EXIST (2023)
Takumi y su hija, Hana, viven en un pueblo cercano a Tokyo. Su vida se verá profundamente afectada cuando descubren que cerca de su casa se va a construir un glamuroso camping para que los habitantes de la ciudad hagan escapadas cómodas a la naturaleza. Cuando dos representantes de una empresa de Tokio llegan al pueblo para celebrar una reunión, queda claro que el proyecto tendrá un impacto negativo en el suministro de agua local y provocará problemas. Las intenciones de la agencia ponen en peligro tanto el equilibrio ecológico de la meseta como su forma de vida, con consecuencias que afectan profundamente la vida de Takumi.
El amor que retrata Ryūsuke Hamaguchi en EVIL DOES NOT EXIST es completamente distinto al de WHEEL OF FORTUNE AND FANTASY. En este caso, nos presenta una relación de padre-hija que viven aislados del mundo en un pequeño pueblo rodeados de nieve, fauna y flora. El protagonista (Takumi) cuida todo este entorno, el cual considera propio y la naturaleza es su mejor amiga. Takumi conoce todo sobre el lugar, donde se encuentra cada centímetro de información que se desplega por aquellas tierras. Su felicidad se ve interrumpida cuando una empresa compra terrenos para poner un glamping. Takumi y los lugareños harán todo lo posible para hacerles entender a los empresarios que no es posible llevar adelante su proyecto.
La historia presenta momentos oníricos que se prestan a suceder por el lugar en el que sucede. La fotografía del film es realmente hermosa y basta con tan solo ver un plano para que te den ganas de introducirte a este mundo. Los personajes son adorables y creo que, más allá de ser una película asiática, todo el mundo puede considerar a las personas que aparecen en el film similares a los de su país. Luchan por su lugar, por su pueblo, por su templanza y tranquilidad. Y esta calma se retrata en la película, es decir, en la fotografía, en la música y en la duración de los planos. Todo está tranquilo por fuera, pero por dentro la furia se está por desatar. No puede ser templanza constante si justamente el film se llama “el mal no existe”. Todo título que contenga la palabra “mal” algo oculta, y en esta película ese secreto está muy bien guardado.
EVIL DOES NOT EXIST se mantiene constante en su desarrollo durante la mayor parte de la película. Pero como anticipé antes, el mal se avecina. Y esto sucede bien al final de la cinta, donde se produce una situación que supera abruptamente el conflicto que venía sucediendo. El film no tiene escrúpulos para saltar al abismo de la incertidumbre y se encausa en una trama inesperada que deja al conflicto principal de la película como un bebé de pecho. Esa astucia con la que Hamaguchi decide cambiar el tono del film a los pocos minutos de finalizar, es lo que particularmente me atrae. Pocas veces he visto directores tan atrevidos en esta época como él.
Ryūsuke Hamaguchi ha dejado una frase en una de sus rondas de prensa del film EVIL DOES NOT EXIST que describe a la perfección lo que sucede en la historia y el mensaje que quiere dejar: “Cuando dañamos a la naturaleza, en realidad nos estamos haciendo daño a nosotros mismos”. Dolor, resiliencia y compasión. Eso es EVIL DOES NOT EXIST.
Filmografía:
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