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Pájaro soñador

Spoilers

La historia gira en torno a Sanem Aydın, una joven de un barrio humilde de Estambul que sueña con ser escritora y vivir en las Islas Galápagos, Ecuador. Cuando su familia le hace creer que la entregarán en matrimonio a su vecino Muzaffer si no encuentra empleo estable, comienza a trabajar en una importante agencia de publicidad llamada Fikri Harika gracias a su hermana Leyla, que es la secretaria de Emre Divit, hijo del dueño.

Por otro lado, Can Divit, el hermano mayor de Emre, es un fotógrafo de espíritu libre y fama mundial que regresa para la fiesta de aniversario de la empresa. Allí, le revelan que su padre tiene una grave enfermedad, su padre le encarga que dirija la empresa y que encuentre al topo que está ayudando a su competidora Aylin. Can no tiene más remedio que aceptar, despertando la envidia de Emre, el verdadero topo de la empresa, además de amante y socio secreto de Aylin.

Durante la fiesta de aniversario en una ópera, Sanem entra accidentalmente en el palco que se encuentra a oscuras asignado a Can, quien la besa apasionadamente en la oscuridad al confundirla con su novia Polen. Tras marcharse, Sanem se da cuenta de que se ha enamorado perdidamente de aquel desconocido y, poniéndole el nombre en clave de Albatros, decide descubrir su identidad. Mientras, Emre le hace creer que Can es un hombre egoísta que desea aumentar el valor de la empresa para poder venderla, con lo que consigue que Sanem le ayude a sabotear la empresa.

Así, Sanem queda atrapada entre los engaños, pero, sobre todo, entre el amor de dos hombres: Albatros, a quien ama sin conocerle; y Can, a quien odia, sin aceptar que ha empezado a sentir cosas por él. Aunque no sospecha que se trata de la misma persona, Can, que pronto se enamora de ella y descubre que es la mujer a la que besó en el palco, decide apartarse de ella cuando, por culpa de las mentiras de Emre, termina creyendo que Sanem está comprometida con otro hombre. Los enredos y la comedia marcarán esta inevitable historia de amor.

Una comedia romántica que narra la apasionada historia de amor de una graduada universitaria y un fotógrafo aventurero.

Sanem es una joven cuyos padres le han dado un ultimatum: o busca un trabajo serio o tendrá que casarse.

Su vida da un giro radical cuando empieza a trabajar en la misma empresa que su hermana, una prestigiosa agencia de publicidad.

Allí conocerá a Can, uno de los hijos del propietario de la firma, que se tiene que hacer cargo de la empresa y del que se enamorará irremediablemente.

Crítica

Me sentía orgullosa por no haberme enganchado a esta serie, mientras veía a casi todas mis amigas emocionadas y como locas por Erkenci Kus en las redes sociales. Pero la curiosidad me picó y un día vi un capítulo, aun así me mantenía firme porque no me pareció gran cosa. Vi dos capítulos más, por aquello de confirmar que no era para tanto... y la magia de Can y Sanem cobró vida atrapándome sin remedio. Con sus primeros cruces de miradas ya me tenían hipnotizada frente a la pantalla. ¡Qué intensidad!

Si hay algo que tengo claro es que el éxito de esta telenovela se debe a sus dos actores principales, ya que cuando están juntos en escena saltan chispas. Tienen una química especial que traspasa la pantalla y que no había vuelto a ver desde las primeras temporadas de Crónicas vampíricas, cuando el Delena conquistó a tantísimas seguidoras, yo incluida.

Erkenci Kus es una comedia romántica en toda regla. El romance entre Can y Sanem es el eje principal de esta serie, que completan un sinfín de historias paralelas entre los personajes secundarios, unos personajes que dan muchísimo juego y que en ocasiones me han hecho llorar de risa. Son geniales todos, desde el hilarante CeyCey, hasta la seria Deren.

Hay personajes complejos, como Emre, que madura y cambia mucho a lo largo de la temporada... En un principio no era de mi agrado, pero ha terminado por ganarse mi corazón. Su historia de amor con Leyla me ha mantenido en vilo capítulo tras capítulo.

La primera temporada de Erkenci Kus consta de treinta y nueve capítulos de dos horas de duración (en Turquía), en España son muchos más, porque el canal Divinity ha cortado cada capítulo más o menos por la mitad, imagino que para alargar su emisión.

No tengo más que palabras positivas para valorar esta primera temporada. Me han hecho reír a carcajadas y llorar a moco tendido. Me han erizado la piel con mil y una emociones a la vez.

La historia de amor de Can y Sanem es una de las más bellas que he visto en pantalla, a pesar de no ser explícita, demuestran un deseo sin límite con tan solo un roce, una caricia o una mirada de anhelo. Esta serie es un claro ejemplo de que a veces se transmiten más sensaciones con una simple mirada, que con una escena de pasión explícita (aunque no me importaría que la hubiera, eh).

Como iba diciendo, la tensión sensual que hay entre Can y Sanem no decae en ningún momento y te mantiene cautiva de principio a fin, capítulo a capítulo. ¡Cuántos suspiros me han arrancado estos dos!

Sanem es alocada, ingenua, inteligente y divertidísima. Su personalidad se ha clavado en mi corazón y no he podido evitar adorarla, llorar con ella, reír junto a ella y sufrir cuando lo pasa mal. Es maravillosa y especial. Bajo mi punto de vista, Demet ha hecho suyo este papel y realiza un trabajo espectacular en esta telenovela.

Con Can me quedo sin palabras. Un hombre de los que no existen. Es atento, aventurero, protector, inteligente, espontáneo, romántico, detallista y guapo a rabiar. Me encanta cómo sabe sacar lo mejor de Sanem, cómo hace que se sienta única, cómo la cuida y cómo la provoca para que saque su carácter. Pero, por encima de todo, me chifla que ame incluso más los defectos de Sanem antes que sus virtudes, que sepa perdonar y que ponga por encima de sus sentimientos la seguridad y el porvenir de Sanem. Can cree en Sanem y sabe que siendo ella misma llegará lejos.

¿Can tiene defectos? Los tiene, aunque me gusta tanto su personalidad que se los perdono.

Can y Sanem son muy diferentes, pero se complementan a la perfección, como las piedras de Can, blanca y negra.

Mis sentimientos son contradictorios con la segunda temporada, por una parte tenía muchas ganas de ver a esta pareja con su final feliz, pero por otro lado no quería que terminara nunca esta historia. Ha sido duro tener que despedirme de estos personajes que tantas sonrisas me han arrancado y que tan buenos ratos me han hecho pasar. Ojalá se realicen más series así, optimistas, sin tragedias innecesarias y sin tramas rebuscadas.

La verdad, la segunda temporada, con el cambio de guionistas, bajo mi punto de vista no ha estado a la altura de la primera. Han quedado tramas inconclusas y hay salidas de la serie por parte de personajes que aún tenían mucho que ofrecer.

Si algo ha salvado el final de esta serie, en mi opinión, ha sido el buen hacer de Can Yaman y Demet, cuya química y profesionalidad han llevado a lo más alto a esta historia y lo han dado todo hasta el último minuto.

A pesar de una recta final que no me ha convencido del todo, Erkenci Kus es y será una de mis series turcas favoritas que recomiendo ver. Si te gustan las historias románticas, tanto en el papel como en la pantalla, no te pierdas Erkenci Kus.

Curiosidades

El tatuaje del albatros de Can no es de verdad, es un dibujo que le hacen en set de rodaje cuando es necesario mostrarlo.

Se rumorea que Can y Demet son pareja también en la vida real, aunque ellos de momento no lo han confirmado ni desmentido.

Can y Demet han recibido muchos premios en Turquía y en otros países por sus interpretaciones en esta comedia romántica.

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