Opinión de Hit Man de Richard Linklater

Hit Man (2024) no es un thriller de asesinos pero se siente como tal. Dirigida por el confiable Richard Linklater, la película cumple las expectativas (que en mi caso estaban muy elevadas) con un guión sorprendentemente ingenioso y lleno de capas. Es este enfoque poco convencional al que se le puede atribuir gran parte de su éxito, junto con la carismática interpretación de Glen Powell.

Es más, me atrevo a decir que en esta película Glen Powell entrega su mejor trabajo. Hasta hace un par de años era conocido por sus encantadores papeles de tonto socarrón en series como Scream Queens o como galán creído en Top Gun: Maverick, en ambos trabajo dominaba la pantalla gracias a su carisma. Pero en Hit Man vemos realmente a un actor.

En esta cinta encarna a Gary Johnson, un profesor aparentemente normal con una vida aparentemente aburrida. Las escenas iniciales muestran a Gary como un hombre que anhela algo más, un anhelo que inesperadamente le lleva por un camino peligroso pero hilarante. Pronto, Gary debe fingir ser un asesino a sueldo, como parte de operación policial diseñada para atrapar a asesinos potenciales antes de que actúen, es ahí cuando su vida cambia drásticamente.

Y a partir de ese momento Glen Powell demuestra lo buen actor que es. Se despoja del manso Gary Johnson como de una piel desechada, encarnando a diferentes personalidades Es capaz de adoptar diferentes posturas, ademanes, y en todos luce convincente. Vemos a Powell interpretar a Gary, quien a su vez interpreta a todos estos personajes. Lo más increíble de todo es que lo hace con tanta naturalidad, que parece no costarle nada.

El guión, coescrito por Linklater y el mismísimo Glen Powell, es una deliciosa sorpresa. Mezcla géneros con habilidad, entretejiendo humor negro con momentos de auténtico suspense. El diálogo es agudo e ingenioso, con frases que encajan a la perfección. Aunque la película ha sido vendida como un thriller de acción, la verdad es que solo hay una escena violenta. En su lugar, Hit Man ahonda en el impacto psicológico de llevar una doble vida. Gary Johnson, atrapado entre su realidad mundana y la emoción de su personaje inventado, se enfrenta a cuestiones de identidad y propósito. El guión explora hábilmente estos temas sin caer en una excesiva seriedad, manteniendo un tono lúdico que hace que la película sea aún más agradable.

A medida que avanza la película, la línea entre la actuación de Gary Johnson y la realidad se vuelve cada vez más borrosa. Empieza a ansiar la acción y el respeto que recibe como estos personajes inventados, cuestionando la monótona rutina de su vida cotidiana. El guión plantea interesantes cuestiones sobre la moralidad y la emoción de la violencia, incluso cuando todo es una fachada.

¿Está Gary Johnson simplemente interpretando un papel, o se está convirtiendo poco a poco en lo que finge ser? Pero Hit Man no ofrece respuestas fáciles. Deja al público contemplando la naturaleza de la identidad y el encanto de vivir fuera de las líneas. ¿Es siempre malo fantasear con una vida más emocionante e incluso hasta peligrosa? ¿O solo está bien si esa fantasía ayuda a evitar daños reales? La película explora estas complejidades sin recurrir a moralinas manidas, manteniendo siempre un tono hilarante, porque ante todo es una excelente comedia.

Hit Man es una refrescante sorpresa. Glen Powell realiza la interpretación que define su carrera, mostrando su sentido de la comedia (que la los conocíamos) y revelando sus dotes dramáticos. El guión, con diálogos ingeniosos y temas que invitan a la reflexión, mantiene al público enganchado durante toda la película. Es algo más que una película de acción; es una exploración inteligente y por capas de la identidad, el engaño y la emoción de vivir al límite, incluso si ese límite es totalmente fabricado.

Si buscas una película que entretenga y haga reflexionar, Hit Man merece la pena. No espere la típica historia de asesinos a sueldo, ésta es la excepción.