Periodismo y cine: siete largometrajes que exploran el oficio

La figura del periodista puede ser muy cinematográfica. En su sentido más clásico —y hasta idealista— se encuentra representada por aquel que va en busca de la verdad, cueste lo que cueste. Suele estar encarnado por un “reportero gráfico” en su acepción estadounidense, quien va al lugar de los hechos e intenta desenmascarar lo ocurrido aunque se tenga que enfrentar a un poder mayor.

Así, funcionan también como motores de la narrativa. Empujan la historia y todo lo que esta conlleva. A veces son repelidos por el mismo peso de los acontecimientos, a veces se ven sumergidos en una espiral por el lado más corrupto de la profesión, a veces desmantelan la verdad de un caso, a veces este queda inconcluso.

En el cine hay incontables personajes periodistas. El género de superhéroes abunda en ellos —se puede pensar en Peter Parker, Clark Kent, Eddie Brock o Ben Urich— . Pero no todas las cintas son en su esencia “periodísticas”. A continuación, algunas de ellas.

Ciudadano Kane

Orson Welles se transformó en uno de los directores más visionarios de Hollywood cuando estrenó Ciudadano Kane. Fue innovadora en muchos frentes; la fotografía, la música y su narrativa. La manera en la que esta retratada, mediante el uso de flashbacks, la hacen parecer muy lejos de su época, a pesar de que fue estrenada en 1941.

La historia se inspira en William Randolph Hearst, un propietario de múltiples medios de comunicación. Se podría decir que fue el Rupert Murdoch de principios del siglo XX. Orson Welles, junto al guionista Herman Mankiewicz (en cuya vida se inspira Fincher para hacer Mank), traspola su biografía y la mezcla con la suya propia. En el transcurso de la película se explora su historia mediante un periodista que la investiga, en busca de su secreto más escondido.

Así, la trama no solo se enfoca en una de las facetas del periodismo, su pata empresarial y hasta monopólica, sino que hasta esta es explorada mediante la visión de alguien del oficio.

Todos los hombres del presidente

Tal vez la película más replicada y referenciada en lo que se refiere a periodismo en el cine. Pakula vuelve a ubicar a este oficio en el centro de la acción en una película inspirada en los hechos reales del Caso Watergate que convulsionó a Estados Unidos a mitad de los setenta.

Hecha en plena ola del New Hollywood, la cinta contiene unos renovados elementos narrativos: la filmación en exteriores y no en estudios, una narrativa de marcada crítica social y una camada de casi ignotos actores que luego serían mundialmente reconocidos.

Dos periodistas de The Washington Post —secundados por su famoso editor Ben Bradlee— se embarcan en lo que fue el robo de archivos gubernamentales del edificio Watergate. En su búsqueda descubren un entramado político que llega hasta las más altas cumbres de la estructura estadounidense.

El Periodista: La vida de Ben Bradlee

Si la película no alcanzó para contemplar la panorámica completa de tal vez el mayor suceso histórico que tuvo como eje central al periodismo y su antiguo rol de cuarto poder, hay un documental que puede complementarlo.

El Periodista: La Vida De Ben Bradlee sigue los pasos de Benjamin Bradlee, desde su pasaje por la Segunda Guerra Mundial, sus comienzos en el periodismo hasta su rol definitivo en lo que fue el caso Watergate y más tarde en la publicación de los Papeles del Pentágono que demostraban el rol del gobierno estadounidense en la Guerra de Vietnam.

Zodiac

A fines de los sesenta en Estados Unidos hubo una ola de crímenes protagonizados por un hombre encapuchado. Este enviaba cartas a diferentes diarios en los que incluía un texto describiendo lo sucedido, burlas hacia la policía, extrañas referencias y amenazas.

El caricaturista Robert Graysmith trabajaba por aquel entonces en el The San Francisco Chronicle y se llegó a obsesionar con el tema, sumergiéndose en la búsqueda del posible asesino. Más tarde publicó el libro sobre el caso que fue adaptado por Dave Fincher en esta película.

Como toda obra del director, lleva su huella indisociable. Y tal vez sea el mayor hito de su carrera, una obra que concentra el aspecto más oscuro del humano y una trama de policial negro con gigantescas actuaciones de Jake Gyllenhaal, Robert Downey Jr. y Mark Ruffalo.

The Parallax View

Antes de All the President’s Men, estuvo The Parallax View. Una película que luego fue categorizada dentro de La trilogía de la paranoia, junto a Klute. Y es que en esta obra ya se pueden encontrar todos las obsesiones de su director Alan J. Pakula.

Un periodista, Frady, interpretado por Warren Beatty, se sumerge cada vez más en una red conspiranoica y termina descubriendo nada más ni nada menos que a una empresa dedicada a asesinar a políticos.

El pesimismo y lo siniestro —en este caso manifestado en una corporación— son ejes centrales en esta película. La incertidumbre es una constante, magnificada por unos planos certeros, una música pulsante y un guión que narra lo justo y necesario, sin tapujos, para exponer lo más oscuro de la sociedad estadounidense.

Nightcrawler

Las películas de periodismo suelen retratar a profesionales con un gran grado de idealismo. Pero como todo, hay múltiples aristas, en donde también aparece el amarillismo más decadente. Nightcrawler sintetiza esa búsqueda.

Louis Bloom es un hombre desempleado, hasta que descubre que hay una red de trabajo que se abastece de noticias de último momento, en donde reina la ley del que llega primero a la escena del crimen.

Una cinta cruda, en donde Gyllenhal interpreta a un hombre que se sumerge en la oscuridad más profunda que puede dar el oficio.

Historia de lo oculto

Cristián Ponce tiene hasta ahora una breve filmografía pero que expresa su obsesión por el periodismo. En la Frecuencia Kirlian, historias sobrenaturales son hiladas mediante un locutor que tiene un programa de radio.

En Historia de lo oculto, un programa de televisión llamada “60 minutos antes del anochecer”, da su última emisión. Su objetivo es desenmascarar al gobierno de turno, mediante la invitación de allegados clave a él.

La trama entremezcla la historia más arquetípicamente periodista —carteles de Todos los hombres del presidente aparecen en uno de los fotogramas— con el terror y lo fantástico. Una cohesión de géneros que demuestra que el oficio puede estar representado en el séptimo arte en los más variados formatos.

Nota por Alex Dan Leibovich | Periodista | Redactor en Clarín, Peliplat y Erramundos.

Publicado el 27 de junio del 2024, 3.40 PM | UTC-GMT -3.

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