El problema de 'The Acolyte' es más GRANDE de lo que pensaba

Acólito: Joven que aspirando al ministerio eclesiástico se dedica a acompañar y seguir a los obispos, tanto para servirles en clase de pajes, como para llevar y traer las cartas o epístolas que recíprocamente se escribían.

En los primeros segundos del nuevo show del Universo Star Wars que pretendía revolucionarlo todo se toman decisiones que podríamos llamar interesantes, pero que terminan resultando desacertadas. Ambientada cien años antes del capítulo I (aquel que lo reinició la franquicia en 1999), en donde reinaba la paz entre los Jedi y La Republica, la serie nos muestra nos presenta un misterioso personaje que entra a un bar de mala muerte con la mente puesta en encontrar a la Maestra Jedi Indara con el fin de asesinarla. Con alguna que otra referencia a las coreografías de Matrix, Carrie Anne Moss vuela por los aires cual Trinity (y nos hace recordar que el tiempo solo pasa para nosotros ya que ella se ve impecable) para enfrentarse a esta rebelde e intrigante Jedi que, por orden de un líder oscuro que prefiere no revelar su rostro, quiere eliminarla a toda costa.

Hacer hincapié en el hecho de que la actriz que perteneció a la icónica trilogía de Las Wachowski muere en los primeros diez minutos de la serie podría resultar tedioso y hasta poco potable para el análisis, pero, ¿por qué desperdiciar a semejante figura cuando luego de eso comienzan a florecer tantas subtramas que terminan difuminando de alguna manera el potencial que se planteaba en el principio? Espero equivocarme y que me sorprendan con los últimos capítulos, pero esta idea de los ejecutivos de Disney de querer complacer a absolutamente todo el planeta con sus “productos” termina formando una enorme porción del cáncer que expandieron en los últimos años en materia audiovisual. The Acolyte es una serie que, en sencillas palabras, no aporta nada al universo creado por George Lucas, y que en su afán de querer expandirlo presenta una historia mínima e irrelevante, por decir poco.

Sencillamente uno como espectador pretende sentarse a apreciar y juzgar una obra (llámese largometraje, serie, miniserie, cortometraje) por su calidad y su reacción inmediata, y no por el dictamen que pueda sentenciar antes de verla. Y es que vivimos en una era en donde concebimos nuestras opiniones basados en lo que absorbemos. Con solo abrir el celular y ver algunas noticias ya podemos leer “The Acolyte es una de las peores series de Star Wars”, “La nueva serie basada en las aventuras galácticas de George Lucas recibe una puntuación de 3.3 en IMdB”, ¿que deberíamos hacer, desconectarnos de todo? Me privo a creer que eso sea siquiera posible.

Contra todo pronóstico, decidí entonces comenzar un nuevo viaje por la galaxia entusiasmado por ver que me podría ofrecer las mentes creativas detrás de este proyecto pero me terminé estrellando contra un atropello narrativo a la velocidad de la luz, tal como me lo esperaba. No por algo existían tantas críticas negativas, entonces ¿por qué tanto hate hacia este nuevo enfoque? Para empezar, es importante destacar que The Acolyte trae a la luz nuevos personajes, algo que no ocurría desde la última trilogía estrenada entre 2015 y 2019. No hay indicios de un Darth Vader, un Luke Skywalker ni un Obi Wan Kenobi. La nostalgia fue desplazada a un costado para remover ese polvo que contamina a las remakes y secuelas, y darle aires de frescura y renovación a la desgastada franquicia.

Cortesía de **Christian Black/LucasFilm Ltd.**

Si existen los famosos Jedi dotados con el lado bueno de la llamada “Fuerza” (aunque esta bondad irreprochable parece ponerse en tela de juicio con algunos dichos), los Sith -que serían la contraparte de los Jedi-, y una innombrable cantidad de seres mutados que solo aportan su presencia para tallarnos un cartel en la cabeza que diga “ESTÁS EN EL UNIVERSO STAR WARS”. Algunos padawan presentan rarezas en su fisionomía, pero claro, no podemos preguntarnos nada porque siempre ha sido así y siempre lo será. La mitología basada en cómo los seres humanos, el planeta Tierra y la vida en otros planetas pudieron fusionarse en un futuro jamás será cuestionada. ¡Esto es Star Wars, no una explicación detallada de la historia!

Nunca vamos a saber en que línea cronológica se posicionó George Lucas ni tampoco parece ser relevante. Nunca vamos a saber cómo funcionan las cosas en Star Wars, simplemente están puestas ahí para que disfrutes y puedas comer pochoclos o cualquier otro snack. Jamás te animes a cuestionarte algo sobre este universo multiplanetario, de eso no se trata Star Wars. Sacando de contexto todas estas cuestiones, lo que termina siendo el “corazón” de esta historia es presentado con algo de sosedad por medio de los primeros cinco capítulos, pero se enfoca principalmente en mostrarnos la lucha entre dos hermanas por quedarse en la luz brillante de la fuerza, o pasarse a su lado oscuro. Osha y Mae son dos gemelas que nacieron en un planeta llamado Breedok y que, tras querer ser reclutadas por cuatro maestros Jedi para unirse a la comunidad Jedi, una de ellas decide con un extraño y pequeño recipiente quemar viva a su hermana, pero termina destruyendo toda la estructura en la que vive con su familia. Poco creíble sinceramente.

En ese contexto entra el maestro Sol (interpretado por Lee Jun-jaez, protagonista de El Juego del Calamar ), que es una suerte de figura paterna para Osha y decide rescatarla de la tragedia provocada por su hermana. Cuando el misterioso personaje del inicio revela su rostro no conocemos el pasado de ambas, por eso deciden arrestar a Osha, pero Sol sabe que algo anda mal, que ella no podría asesinar a las personas que tanto se esforzaron por mostrarle el lado bueno de la vida. Uno a uno van cayendo los maestros hasta que tanto los Jedi junto a Osha, así como su hermana Mae junto a un foastero llegan al verde y peligroso planeta donde vive Kelnacca (¿un pariente de Chewbacca?), pero todo se sale de control.

La revelación se da como gancho al final del capítulo 4 (algo que repitan hasta el hartazgo) y así la serie nos premia por la paciencia. ¿Pero esto no lo hicieron grandísimos shows como Game of Thrones, The Walking Dead o Breaking Bad? Si, pero no basaban sus decisiones en desarrollarlo todo para tirarnos en los último segundos ese momento “guay”. Será cuestión para determinar si estaba equivocado con The Acolyte, pero viendo hacia adonde se dirige creo que me sumaré a la crítica negativa.

POR JERÓNIMO CASCO

26 de JUNIO del 2024, 15.35 PM | UTC-GMT -3

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