Ex- Machina (2014)

Recomiendo este thriller británico de ciencia ficción, creado en 2014, dirigido y escrito por Alex Garland. La comunicación entre los personajes es interesante y requiere de mucha atención para analizar el comportamiento de los protagonistas. La historia comienza con Caleb Smith (interpretado por Domhnall Gleeson), un empleado que gana un concurso para conocer a su jefe Nathan (Oscar Isaac), a quien admira. Parte del premio consiste en visitarlo en su hogar, situado entre las montañas, al cual se llega en helicóptero.

Al llegar, Caleb encuentra una casa de madera que se mimetiza con el paisaje. Sin embargo, su interior es absolutamente futurista. Nathan, un hombre tonificado y observador que usa lentes, intimida a un tímido Caleb, al intentar adivinar sus pensamientos. Nathan le pide que firme un acuerdo de confidencialidad. Aunque Caleb no confía en el acuerdo, Nathan es persuasivo y le genera el miedo de perderse una gran oportunidad. Le pregunta si sabe qué es el test de Turing, a lo que Caleb le responde afirmativamente, explicando de que se trata. La misión de Caleb es responder si Ava tiene conciencia o no.

En el inicio de las pruebas, vemos el desconcierto de Caleb por una grieta en un vidrio en una de las zonas de prueba. Al otro lado del vidrio se observa una silueta y, de pronto, aparece un hermoso robot femenino en un plano de tres cuartos, ella se presenta como Ava (Alicia Vikander). Lo saluda pensativamente, y ambos comienzan una conversación cargada de curiosidad. Mientras Nathan monitorea su interacción, Ava le pregunta a Caleb si volverá, y él le asegura que sí.

En la siguiente escena, con un paisaje boscoso de fondo, Caleb bebe entusiasmado una cerveza mientras conversa con Nathan, quien demuestra megalomanía al compararse con Dios debido a su creación, un robot tan parecido a una mujer que es difícil notar la diferencia. Caleb se interesa por cómo funciona Ava, pero Nathan solo quiere relajarse tomando cerveza.

Esa noche, Caleb no puede dormir y prende el televisor. Observa a Ava a través de la pantalla, sentada en su escritorio, se levanta, toca la pared y todo se apaga. Hay un corte de energía. Cuando se restablece, Caleb sale a explorar y se encuentra con Nathan, quien está bebiendo alcohol. Caleb menciona el corte de luz, pero Nathan le dice que se relaje.

Al día siguiente, una hermosa mujer, llamada Kyoko ( Sonoya Mizuno) aparece en su habitación para dejarle una bandeja con té. Caleb sale de su habitación para conversar con Nathan, sintiéndose insatisfecho con los formatos de examinación de Ava. Nathan le pide que simplifique las cosas, y le pregunta si sabe cómo se siente Ava con él.

Ava le muestra un dibujo a Caleb, queriendo ser su amiga, pero siente que las conversaciones son unilaterales. Así que ella comienza a hacerle preguntas. De pronto, hay otro corte de luz y Ava le dice que Nathan no es su amigo y que no debe confiar en él, generando incertidumbre en Caleb. Cuando vuelve la luz, Ava cambia de tema.

En la siguiente escena, ya de noche, Nathan pierde la compostura, gritándole a Kyoko, por derramar vino sobre Caleb. Le dice que pensaba que solo dos cosas eran inevitables, La muerte y los impuestos, pero en realidad son la muerte y la idiotez, y bromea con que asesinó a los instaladores de la corriente, porque tiene muchas cosas clasificadas en su hogar. El ambiente cambia, y se vuelve más tenso.

Nathan le pregunta a Caleb cómo le fue con Ava, y Caleb responde que ella bromeó durante la conversación, desde su perspectiva, eso indica señales de conciencia. Luego le pregunta sobre el corte de energía, y Caleb con seriedad y desconfianza, le dice que no pasó nada. Más tarde, Nathan lleva a Caleb al laboratorio donde creó a Ava, y le explica cómo fue creada.

En la siguiente sesión Ava hace un dibujo específico, como Caleb le había pedido, Es un dibujo de árboles y Caleb le pregunta si alguna vez ha salido de ese lugar. Ella responde que no, que nunca ha salido de esta habitación. Caleb le pregunta adónde le gustaría ir, y ella responde que a una concurrida intersección de tráfico peatonal en una ciudad. Caleb se sorprende con la respuesta, ella explica que proporciona una vista concentrada pero cambiante de la vida humana. La complicidad entre ambos personajes crece, y Ava desea darle una sorpresa vistiéndose como humana.

Caleb le pregunta a Nathan por qué le dio sexualidad al robot en lugar de hacer solo una caja gris, ya que la inteligencia artificial no necesita género. Nathan refuta esto preguntándole por un ejemplo de conciencia sin una dimensión sexual, Caleb responde que tienen la sexualidad como una evolución reproductiva necesaria. Entonces Nathan le dice: ¿Qué hace que una caja gris interactúe con otra caja gris ¿La consciencia existe sin la interacción? Además, menciona que la sexualidad es muy divertida. Caleb se siente confundido, ya que comienza a pensar que Ava podría tener sentimientos por él, y quiere saber si Nathan la programó como un anzuelo, y si ese es parte del test.

Caleb le cuenta a Ava que cuando estudió hizo un semestre de teoría de inteligencia artificial, e hicieron un experimento mental, llamado Mary y el cuarto blanco y negro, en la que le describe como es que su vida se identifica con ese experimento, ya que Ava no ha podido salir de ese lugar, por lo que al salir podría experimentar lo que es la conciencia. Caleb le pregunta si sabe por qué está ahí, y ella le responde que no lo sabe, pero que no se cuestiona su razón de estar ahí. Ava genera dudas en Caleb al decirle que Nathan miente, pero sin entrar en detalles. Caleb comienza a sospechar que el concurso fue una farsa y que fue elegido deliberadamente para participar en el experimento.

A partir de aquí, es cuando en la historia comienza a generarse el clímax de la película, Caleb debe decidir qué es lo que dirá sobre Ava. Los secretos y las verdaderas intenciones de Nathan comienzan a aparecer, y Caleb deberá tomar decisiones que no solo lo afectan a él, sino también a Ava, por quien comienza a desarrollar sentimientos. Puedes descubrir lo que sigue al ver la película, que nos hace explorar hasta dónde puede llegar el avance de la tecnología y la interacción del ser humano con ella.