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La estrella que perdí (Brennan, 2024): una película metalingüística con Mirta Busnelli.

La estrella que perdí es una película de ficción argentina estrenada en mayo, es la ópera prima de Luz Orlando Brennan (guión y dirección), con las actuaciones de Mirta Busnelli, Ana Pauls, Susana Varela y Gustavo Garzón. Se trata de una comedia dramática en la que Mirta Busnelli interpreta a Norma Reyes, una actriz de una extensa y reconocida trayectoria, quien se encuentra en la etapa de la adultez mayor. Vive con su hija Celeste, interpretada por Ana Pauls, quien en la vida real es la hija de Mirta Busnelli. Celeste es una mujer joven adulta que quiere ser guionista. Ambas viven en un departamento alquilado grande y tienen una vida de buen poder adquisitivo gracias a las ganancias de los trabajos pasados de Norma. Susana Varela interpreta el rol de la trabajadora de la casa de Norma, además de cocinar y limpiar la casa para Norma y Celeste, el personaje tiene un vínculo con ellas por la cantidad de años que lleva trabajando allí. Se muestra la ambivalencia con la que la tratan debido a que la consideran una persona cercana a la familia dependiendo de las situaciones.

Norma, a pesar de su gran trayectoria, encuentra dificultad en conseguir papeles como actriz en los que no se la encasille como la abuela con poca energía cuyo único interés son sus nietos. Su manager le consigue un papel en una obra de teatro en la que tiene que hacer de una bisabuela con Alzheimer, ante la sorpresa de ella que ya ni siquiera califica como abuela. En la obra participan sólo dos actrices, Norma y una joven actriz con bastante popularidad que hace de su bisnieta. Norma accede a participar en la obra ante la insistencia del manager, sin embargo en los ensayos el director de la obra no le da indicaciones, sino que le dedica mucho más tiempo a la otra actriz. De esta forma se muestra que la visión del director sobre el personaje de persona adulta mayor no requiere mucha innovación, lo ubica en el rol estereotipado en el que una persona adulta mayor está para generar en los espectadores no mucho más que una mirada de compasión y pena. En este caso, el personaje de Norma es un ser humano que tiene una enfermedad y se va deteriorando, sin objetivos claros o complejidades en el desarrollo del personaje. Los mayores aciertos de comedia de la película se dan en la situación de los ensayos donde se pone en evidencia la mirada de la sociedad ante los adultos mayores materializándose en la poca dirección que tiene Norma para interpretar a esta bisabuela.

El detonante de la película comienza cuando la hija de Norma, Celeste, le informa que se va a mudar y casar con su novio, por lo cual Norma se quedaría viviendo sola en la casa. La relación entre madre e hija es intrincada en el sentido que Norma dedicó su vida a sus personajes e interpretaciones, haciendo un trabajo excepcional; sin embargo, Celeste le reclama que el rol de buena madre es el que nunca pudo lograr. Norma es una persona narcisista y las delimitaciones entre el lugar de madre e hija se invierten por momentos ya que Celeste termina tomando el rol de madre de Norma.

Avanzada la película, podemos encontrar el conflicto central, el día del estreno de la obra de teatro, Norma sufre un episodio en el que pierde la memoria. Deberá volver a recordar toda su vida y, de este modo, le da la oportunidad a Celeste de inventar a la madre de sus sueños. Celeste se convierte en la directora y guionista de Norma indicándole cómo ser una buena madre.

La película es muy interesante por el uso del metalenguaje en la actuación, hay varias capas. La capa inicial es que la relación de madre-hija existe en la vida real y en la trama de la película. Norma es una persona adulta mayor independiente, con deseo de disfrutar la vida y con deseo sexual e interpreta un rol en la obra de teatro de adulta mayor totalmente opuesto a su vida. En la película se hace referencia a la actuación de Norma Aleandro en El Hijo de la Novia quien también interpreta a una mujer que tiene Alzheimer, Norma se sorprende de la actuación estereotipada de Norma Aleandro siendo tan buena actriz. También se muestran imágenes de películas que fueron interpretadas por Mirta Busnelli en la vida real, haciéndose pasar por roles que interpretó Norma, como es el caso de la película Boda secreta (1989) de Alejandro Agresti o la secuencia inicial del film con fotografías del pasado real de Mirta Busnelli.

Captura de la película “Boda secreta” interpretada por Mirta Busnelli.

El hecho más meta es cuando Norma pierde la memoria, se confunde su actuación con su vida ya que el personaje que interpretaba en la obra también estaba perdiendo la memoria por el Alzheimer. En La Estrella que Perdí los elementos centrales son las actuaciones magistrales y el vínculo entre madre e hija. Mirta Busnelli interpreta a Norma, a Norma haciendo de bisabuela en la obra de teatro demostrando los posibles matices con que puede encarar el rol en los ensayos y a Norma luego de perder la memoria quien debe construir una nueva personalidad confiando en las palabras de su hija de cómo debe ser una madre.

Celeste toma los hechos que acaecen en su vida para inspirarse en sus guiones y el hecho que su madre pierda la memoria, le da la oportunidad perfecta para guionar el vínculo que siempre quiso tener con su madre: que le cocine, que la ayude con los preparativos de su casamiento, que esté atenta, le de cariño. En la película se da una conjunción de la realidad con la ficción muy grande en donde finalmente se pierde el límite entre una y la otra. Esta fusión de mundos se reafirma con el mismo nombre de la película, La Estrella que Perdí también es el nombre de la obra de teatro que interpreta Norma.

Mirta Busnelli en la estrella que perdí
Mirta Busnelli interpretando a Norma en “La estrella que perdí”

También se plantea el interrogante de cuál es el verdadero ser de una actriz/actor al interpretar gran variedad de personajes a lo largo de su vida y teniendo que imbuirse en los deseos, objetivos, emociones y palabras de sus personajes. El compromiso es tal que pueden quedar resabios de sus personajes en su propia persona por tiempos largos o por siempre. Su cuerpo y alma a disposición del arte y en despertar emociones y reflexiones en su público.

La Estrella que perdí es una buena película con un guión que explora el metalenguaje y con una gran dirección y excelentes actuaciones de sus protagonistas. El film funciona también como un homenaje a la misma Mirta Busnelli por su trayectoria y denuncia de cierta forma los pocos roles disponibles que existen para las personas adultas mayores, revalorizando que siguen siendo seres humanos con pulsión de vida y con valor para la sociedad.

Pueden ver la película en el cine Gaumont (Avenida Rivadavia 1635) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hasta el 26 de junio a las 17 horas. El instagram de la película para más información es @laestrellaqueperdi.

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