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Regina George: análisis de una villana estupenda

Spoilers

El cine de Hollywood inundó tanto nuestra crianza cinéfila que llegamos hasta a reconocer sus paisajes y tradiciones a la perfección más que los autóctonos (a veces incluso nos resulta más normal escuchar sus diálogos que los de nuestro propio cine, pero de eso podemos hablar en otro artículo). Un ejemplo claro son las películas del mundo adolescente en escuelas secundarias, que conforman casi un subgénero en sí mismo y dentro de ellas podemos reconocer aspectos claves de su idiosincrasia y sus rituales aunque nada tengan que ver con nuestro mundo escolar: la “prepa”, el baile de primavera, las porristas y los musicales.

Dentro de ese universo y en el marco de este desafío cinéfilo pensé en una villana estupenda, mala hasta las muelas pero atrapante. Me refiero a Regina George en Chicas pesadas (Mark Waters, 2004), interpretada por Rachel McAdams.

¿Por qué sería una villana encantadora? Este personaje contiene una composición icónica que es la síntesis perfecta de todos los estereotipos y arquetipos alrededor de la estrella rubia de la “high school”. Esta figura aparece en películas de todo tipo como Superstar en modo parodia donde tenemos a Evian (Elaine Hendrix) o High School Musical con Sharpay Evans (Ashley Tisdale), Triunfos robados (Kristen Dunst) o mismo Ni idea donde la propia protagonista, Alicia Silverstone encarnaba ese lugar prototípico aunque con un cambio en la perspectiva.

En estas películas, la conformación de grupos definidos ubica a las personas con más poder adquisitivo en una equivalencia con su popularidad, mientras más ricas sean, más admiradas son. Es interesante pensar que este esquema funciona como tal sólo en las películas sobre la escuela secundaria, y que una vez que se sale de ese entorno hay un cambio de reglas. Como por ejemplo en Legalmente rubia (Robert Luketic), donde se muestra el mundo universitario como un mundo en el que el duelo entre personajes es intelectual y definitivamente ser la más glamorosa no significa ser la reina de nada, mientras que en Chicas pesadas y en otras de su estilo, ser inteligente o estudiosa es asociado a ser “nerd” y es lo opuesto a la popularidad.

Esto es lo que le pasa a Cady (Lindsay Lohan) la protagonista que, después de haber sido educada en casa y vivir en África toda su vida, llega a Estados Unidos a escolarizarse en plena adolescencia y se encuentra con toda la fauna salvaje que habita esa institución que no la deja ni siquiera destacarse en matemáticas, porque si lo hace va a perder toda posibilidad de tener una vida social. Y ahí conoce a Regina George.

¿Quién es Regina George?

En la escena de presentación, esta villana llega cargada en brazos como una verdadera reina, en cámara lenta y con un leve viento que le mueve el cabello. Inmediatamente se produce la primera secuencia en la que nos hacen saber que todo el colegio la conoce y habla de ella desde una actitud de admiración temerosa, graficada en la frase “una vez Regina me golpeó en el rostro y fue estupendo”. De pronto y, aunque todos los personajes tienen su momento icónico, toda la película gira alrededor de la mismísima antagonista.

A su alrededor se tejen los rumores más extravagantes pero esta historia tiene como singularidad que un personaje de otro mundo social logra meterse dentro de la intimidad de las “plásticas” y entender un poco de todos sus secretos y dinámicas. Pero… ¿Por qué Regina invita a Cady a almorzar con su selecto grupo de amigas? Si vemos la película completa y analizamos al personaje, es probable que Regina atraiga a esta chica nueva bajo su ala por percibir que en ella hay potencial para transformarse en una nueva abeja reina, incluso mucho antes que la propia Cady se de cuenta de que también tiene ese poder.

Una vez que Cady se mete en el centro de ese mundo podemos ver que la maldad de Regina es parte de una forma de controlar a todas las personas que la rodean como una tirana que sabe que todos quieren algo de su atención y no permite que nadie sienta que la tiene al cien por cien. Más avanzada la película el personaje de Cady reconoce esta actitud en ella misma y en el personaje de Gretchen (Lacey Chabert) cuando dice “yo la odiaba pero quería que me aceptara, mientras mas malvada era Regina con Gretchen, ella más quería reconquistarla”.

Pero fuera de esta habilidad de Regina para ser mala, lo que la hace un personaje cómico es que mantiene cierta ingenuidad con algunas cosas. Cae muy fácilmente en las trampas de Cady ni siquiera se da cuenta que está siendo atacada.

En la comparativa vemos que Cady Heron tiene una familia presente y amorosa mientras que Regina tiene una madre que solo quiere aferrarse a la juventud a través de ella. Sabemos por lo que deslizan otros personajes que sus padres ya no duermen juntos, que se operó la nariz y que acumula ira. Todos estos pequeños elementos nos sirven narrativamente para que el arco de transformación de Regina sea posible a la mirada del espectador. Un gran cierre para este personaje es que pueda canalizar toda su violencia haciendo deportes porque las deportistas no le tienen miedo.

Otra cosa que hace estupenda a esta villana es la interpretación de Rachel McAdams. Más reconocida por su trabajo con personajes en otro registro, a veces más románticos o dentro del drama (Cuestión de tiempo, Diario de una pasión, En primera plana, Vuelo nocturno, entre otros)

El dato curioso es que la actriz contó en una entrevista que apenas leyó el guion le pidió a su representante que le consiguiera sí o sí un lugar en esta película, aunque sea una línea.

El mundo de las chicas

“Los ex novios de las amigas están prohibidos, es una regla del feminismo” dice Gretchen y nos mete de lleno en el tono de esta película y su abordaje del mundo de las chicas desde un lugar absurdo y desopilante.

En el medio de esta lucha contra la realeza adolescente, Mean Girls establece una serie de características usualmente asociadas a las mujeres y fuertemente discutidas en los últimos tiempos por el feminismo. La película se apropia de estos prejuicios y los lleva al extremo: competitivas, envidiosas, chismosas y traicioneras. Todo mezclado con mucha ironía y caricaturización de los estereotipos. El resultado es una comedia ácida que la salva de cualquier lectura solemne que se pretenda hacer sobre ella.

Y por si algo quedara suelto en esta gran película, llena de detalles icónicos y frases memorables, no podemos olvidarnos de Janis Ian (Lizzy Caplan) y Damian (Daniel Franzese), los dos personajes que, sin ser del todo inocentes, se desarrollan como los más honestos y balanceados de la historia, fieles a sí mismos, con una amistad real dentro del caos y la hipocresía de todos los demás. Estos dos personajes son parte del plan para destronar a Regina George pero a la vez son los que tienen la lectura más clara del sistema en el que están inmersos: un ejemplo claro es cuando Janis dibuja el mapa del comedor a la hora del almuerzo y define los grupos con una precisión ácida y antipática pero cierta al fin.

Podemos preguntarnos si Janis y Damian no son justamente una figura representativa de las voces de los autores, ya que aunque no sean narradores de la película, funcionan dentro de la trama más como espectadores y elucubradores de teorías y opiniones que como participantes activos del núcleo del conflicto. ¿Qué opinás?

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