Alien al cubo

Secuela de secuela

Cuando hablamos de una secuela, siempre lo asociamos a la segunda parte del film original que da origen a una franquicia que perdura en el tiempo. Existen secuelas notables como Debajo del planeta de los simios o Terminator 2, que dan un final y cierran el arco dramático de manera impresionante. Sin embargo, lamentablemente, los ejecutivos del estudio ven una oportunidad de negocio y deciden seguir lucrando, creando historias, algunas buenas y otras no tanto, para seguir exprimiendo un producto con el solo propósito de seguir ganando dinero con el nombre de un film importante.

Aun así, la genialidad de una secuela se basa en gran medida en la capacidad que tiene el primer film de dejarnos interrogantes que hacen necesario explicar cosas que quedaron inconclusas en el film original, dejándonos ese gustito de querer ver más. Será por lo buena que es esta entrega o porque realmente el director no alcanzó a entregar todo lo que podía dar. El caso más significativo es el de Star Wars. En sí, Una nueva esperanza tiene un final que nos deja conformes. Lucas nunca se imaginó que podía seguir al momento de filmar, por eso el film funciona tan bien y es tan respetado, llegando al nivel de que El Imperio contraataca es mucho mejor que Una nueva esperanza (opinión personal). Pero con El planeta de los simios, film que nos deja uno de los mejores finales de la historia, al finalizar nos deja ese deseo de querer ver más. Lo mismo pasa con Terminator 1, que tiene final, pero aún así nos deja con ganas de ver ese futuro distópico fragmentado en la primera entrega, dejándonos ese sentimiento de vacío o angustia que nos hace pedir y rogar que se haga una secuela, a sabiendas de que las segundas partes no son buenas.

Pero cuando aparece esta secuela y termina tan bien, todos quedamos conformes. Por ejemplo, al final de Terminator 2 no me quedan ganas de ver una tercera parte. Lo mismo con el final de Debajo del planeta de los simios. Son tan buenos que, al salir del cine —hablando en el caso de Terminator 2 ya que asistí al estreno— me dejó conforme y pensé que la dejarían hasta ahí. Aún más, la versión extendida de T2 le da un final enterrando la posibilidad de una tercera parte, pero no fue así, siguieron con Rise of the Machines, un film que no está a la altura, cosa que me molestó. Con El planeta de los simios, el final de Debajo del planeta de los simios da un final memorable que también te deja satisfecho, pero siguieron. Cabe decir que, en ese caso en particular, la seguidilla de secuelas, dicho sea de paso, las vi todas y debo decir que El escape del planeta de los simios cumple, así mismo La rebelión es una de las partes que se agradecen aún más debido a la forma en la que está contada y filmada, logrando a cabalidad el objetivo de una secuela, que es sin duda estar al nivel de la primera entrega. Podría decirse que la serie de películas de El planeta de los simios cumple, pero aun así la segunda parte es, de lejos, una de las mejores secuelas de la historia.

Por lo que hoy, queridos amigos, hablaré de Alien, una película que desde pequeño he admirado. Quizás sea una de las que he visto más de 100 veces, y el amor que siento por este film en particular no tiene comparación. Es una película que para mí es perfecta: sus tomas, la ambientación, las actuaciones, los efectos especiales y esa puesta en escena que quiebra con los cánones de la ciencia ficción imperante en esos años. Casi siempre se muestra un futuro pulcro, limpio y bien iluminado, carente de veracidad. Si la comparamos con Star Wars o Star Trek, inmediatamente notamos la diferencia, ya que en esas películas, por mucho que quieran hacer algo verosímil, siempre nos entregan toques de fantasía que nos generan ruido (nota aparte el film de John Carpenter Dark Star, anterior a Alien, referente indiscutido). Esto no pasa en Alien, el octavo pasajero, en donde todo lo que muestra es posible. Quizás lo único imposible sea la gravedad dentro de la nave que se muestra en la película, pero eso es un detalle que solo los más acérrimos cinéfilos se dan cuenta. Un detalle mínimo en comparación al diseño de la nave, la iluminación, el espacio, el uso de la computación, todo de una maestría y trabajo que hace a Alien uno de los mejores exponentes del género, salido de uno de los mejores directores de la historia, el gran Ridley Scott. Después nos entregó una obra maestra como Blade Runner. No sé cómo alguien puede crear dos obras maestras de la ciencia ficción una después de la otra.

Escuché por ahí una crítica sobre Ridley Scott. Es obvio que la envidia en este medio siempre está presente y decía que él no es buen director ya que se apoya mucho en su equipo y que él no dirige sus películas. Quizás quien dijo esto nunca ha dirigido, y la gracia de un buen director es crear un equipo de trabajo unido que trabaje por el film dejando de lado el ego. Si Ridley Scott es capaz de juntar a mentes tan diversas como Giger y O’Bannon, hacerlos trabajar juntos y lograr un producto como Alien, que es perfecto, ¿de qué estamos hablando? Cabe señalar que Stanley Kubrick escuchaba hasta al gaffer, por así decirlo, ya que todos los que trabajan en una producción son capaces de tener una idea que pueda ser utilizada en el film. Creerse el dueño de la verdad solo por ser el director y dejarse llevar por el ego en el cine no va. Esto convierte a Alien en un todo que nos hace disfrutarla una y otra vez. Quizás, como en el otro desafío de qué película verías una y otra vez, Alien sea una de esas, no sé.

Sigamos con el tema que nos reúne hoy. ¿Era necesaria una secuela de Alien? Cuando la vi por primera vez en mi casa, luego de que el pololo de mi prima llegara con un pasa películas y un VHS grabado en SLP con tres películas, siendo una de ellas Alien, me quedé sin palabras. Para mi asombro, este mismo VHS seguía con Aliens, su secuela. Más aún, ya que como les digo, el final de Alien es indescriptible. Además, la figura de Sigourney Weaver y ver a una mujer que se enfrenta a un ser de otro planeta me hizo reflexionar, pero no tuve tiempo, ya que, terminando los créditos y estando en el living de mi casa en frente de una tele de 14 pulgadas a color traída por el pololo de mi prima junto con el pasa películas de dos cabezales, y mientras los adultos comentaban el film, yo seguía leyendo los créditos (cosa que siempre me ha llamado la atención ya que siempre he querido que mi nombre figure en los créditos). Hasta que llega el final y de repente sale el logo de la 20th Century Fox y comienza Aliens de James Cameron, lejos la mejor secuela de la historia del cine. Está completamente a la altura, dándole otro tono, cambiando por completo el género, ya que Cameron se centra más en la acción sin dejar de lado los personajes, respetando todo lo hecho en la película anterior pero aprovechando el universo creado en la primera película de manera magistral sin salirse del esquema.

Eso sí, el final de Aliens es más abierto, llamando una tercera parte. Por lo que al terminar no quedé satisfecho, y en este caso sí me dejó ganas de más, por lo cual al pasar los años siempre me quedó ese deseo de ver una tercera parte, o no. Y cuando llegó esta tercera parte, con mis amigos quedamos entusiasmados y al ver un tráiler lleno de suspenso rápidamente nos dejamos llevar y nos preparamos para ir al estreno. Para variar, ese día realmente no me acuerdo, pero quedé con un par de amigos para ir a verla. En realidad llegué encima de la hora, pensé que me iba a quedar afuera recordando que en el estreno de T2 la fila era interminable, pero a mi sorpresa y llegar justo a la hora, el día que fui no fue furor como Terminator 2 que constaba con filas eternas. En este caso fue más expedita la entrada, pero aún así el cine estaba lleno en la función de las 15:30. En esa época uno escogía el asiento antes de entrar, por lo que vi que quedaban un par de asientos disponibles, así que escogí uno debajo de la proyectora, bien arriba. Lamentablemente, la película fue exhibida en la sala 2 del Metroval de Valparaíso, sala más pequeña, pero daba lo mismo, lo único que quería era verla. Al comenzar, uno se da cuenta de que está en presencia de algo bueno. Al terminar, debo decir que me gustó ya que vuelve al género de terror, volviendo a la fórmula de la primera, cambiando el escenario. Quizás esperaba algo con más acción y, bueno, siempre se le critica a Alien 3 los efectos, pero en el cine no se notan tanto. Será el formato, no sé, pero es completamente diferente la apreciación en el cine que en una TV, por lo que se podría decir que pasan desapercibidos y cumplen a cabalidad. La atmósfera y la cinematografía a cargo de un debutante David Fincher nos entregan una buena secuela con muy buenos momentos, logrando estar a la altura del primero y mostrándonos un talento que se vería reflejado con Seven y El club de la pelea. Cabe decir que Fincher en ese entonces nunca había dirigido un film, ya que se dedicaba a los videoclips, siendo conocido por los que veíamos videos musicales por hacer gran parte de los videos de Madonna. Además, como dato curioso, él no es el primer director de la película.

El director de Alien 3 era Renny Harlin, quien le daba un enfoque más mesiánico, y su versión no pasó el filtro. Fincher tuvo que trabajar sobre la marcha, improvisando y casi sin guion. Un acierto de los productores en contratar a un director de videos musicales, ya que por lo general es muy poco guion, harta improvisación e impera siempre lo visual. Fincher nos entrega una versión bastante buena y digna. Es sabido que el mismo director nunca ha quedado conforme y reniega de su creación, cosa que pasa con Lynch y su versión de Duna, pero aún así Alien 3 nos entrega el final de la saga con una muerte de Ripley que cierra por completo una nueva entrega. Una misión difícil la que tuvo Fincher en esta, su primera película, terminar la historia, cosa que creo que hizo de muy buena manera. Es la más baja de las tres, pero tiene algo que la hace una muy buena secuela, cosa que se vio reflejada en los aplausos que generó en los asistentes al final. Al salir de la sala, recuerdo yo, con 14 años, quedar más que conforme. Por lo que, si hablamos de secuelas, para mí Alien 3 , ya que le da el final a dos de las grandes películas de ciencia ficción que se han realizado. por lo cual, mis queridos amigos, Alien 3 es la secuela de secuelas.