Sin ninguna esperanza para Tropa de élite 3

Dejemos algo claro: ya no deberíamos esperar ver Tropa de élite 3. Los espectadores que vieron las dos primeras películas están convencidos de que son los éxitos de taquilla más comerciales del siglo XXI en Brasil, o, mejor dicho, de Latinoamérica hasta la fecha. El brillante final de la segunda película es inspirador pero frustrante por los sistemas políticos y judiciales que están totalmente erosionados y por la falta de mejora de la situación hace ya más de diez años. Además, el director José Padilha y el protagonista masculino, Wagner Moura, se han convertido desde hace tiempo en los artistas más solicitados de las películas y series latinoamericanas de Netflix.

Sin embargo, ya en 2011, durante una conferencia de prensa posterior a la proyección de Tropa de élite 2: El Enemigo ahora es otro en el Festival Internacional de Cine de Berlín, Padilha descartó rápidamente la posibilidad de que hubiera una tercera película cuando le preguntaron sobre la continuidad de la saga. Él declaró: "Ya he dicho todo lo que quería decir sobre la violencia". Del mismo modo, Moura, que interpretó al capitán Nascimento, expresó con franqueza en una entrevista con la revista GQ en septiembre del mismo año que, incluso si hubiera una tercera película de Tropa de élite, no habría necesidad de que aparezca el capitán Nascimento. "El personaje no tiene rumbo desde un punto de vista dramatúrgico", explicó. Parece que, aunque el capitán Nascimento podría convertirse en una franquicia rentable de un superhéroe, los creadores no están dispuestos a producir una continuación mediocre solo para obtener una ganancia.

Las películas y producciones de TV exitosas que se convierten en grandes sagas o franquicias suelen basarse en los cómics o en las novelas originales y Tropa de élite no es una excepción. En 2006, el reconocido politólogo Luiz Eduardo Soares trabajó con dos antiguos comandantes de BOPE para publicar la novela Elite da Tropa. Poco tiempo después, Bráulio Mantovani, el guionista de Ciudad de Dios, adaptó la novela a un guion. Por lo tanto, es claro que Tropa de élite es una combinación brillante de ficción y realidad que está principalmente llena de elementos reales. BOPE, o Batallón de Operaciones Policiales Especiales, es una unidad policial especial que pertenece a la policía militar de Río de Janeiro. Sus integrantes tienen una amplia experiencia en combate y están equipados con el armamento más potente que existe.

Por medio de las representaciones en los medios además de las burlas de larga data de los residentes de Río, la noción de que la policía sea incapaz de derrotar a los narcotraficantes se ha vuelto casi un estereotipo asociado con Brasil. Así, a través de la novela y las dos películas taquilleras espectaculares, la exageración deliberada de una fuerza de élite disciplinada, incorruptible y despiadadamente efectiva, que combate la violencia con violencia, está destinada a ser inspiradora. Sobre todo, como esta policía combate a enemigos muy diversos, desde bandas de narcotraficantes descontrolados hasta unidades policiales corruptas, ONG que manipulan las favelas y políticos de élite de clase alta, puede que los espectadores canalicen sus esperanzas de erradicar los problemas tóxicos profundamente arraigados en la sociedad brasileña en estos agentes de la policía especial que son rectos.

Tropa de élite se estrenó en Río el 17 de agosto de 2007 y, poco después, empezaron a circular los DVD pirateados en todo el mundo. Entonces, cuando la premiaron con el Oso Dorado en el Festival Internacional de Cine de Berlín el 16 de febrero de 2008, muchos fanáticos se desconcertaron y pensaron: "¿No la hemos visto ya?". Lo que quizás no sabían es que los criterios de selección de la Berlinale en aquella época no exigían que las películas se estrenaran mundialmente allí.

Con el Oso Dorado, un 87 % de críticas positivas en Rotten Tomatoes y casi USD 15 millones de ingresos globales de la taquilla, Tropa de élite se convirtió en un triunfo crítico y comercial. Tres años más tarde, la secuela Tropa de élite 2: El Enemigo ahora es otro rompió la maldición de que las secuelas apenas se comparan con las originales. Alcanzó un 97 % de críticas positivas en Rotten Tomatoes y recaudó casi USD 64 millones en todo el mundo. Esta película tuvo un objetivo más preciso: apuntó a la política electoral y hasta al propio gobernador de Río. Como dice la frase, "El único matón bueno es un matón muerto", la secuela sigue insistiendo e incitando a combatir la violencia con violencia por medio de los medios de comunicación y sentimientos públicos. Según el protagonista, el capitán Nascimento: "El poder para disfrutar de la paz proviene de la capacidad para ganar guerras".

De todas formas, él rápidamente se da cuenta de que ganar batallas no va a resolver los problemas sociales de fondo, ya que el verdadero campo de batalla no está en las calles de la ciudad, sino en la formulación de políticas y en los sistemas de reuniones legislativas que manipulan esas políticas. Incluso si sus enemigos visibles, que son policías y políticos corruptos, fueran eliminados, el sistema en sí estaría paralizado de forma temporal. Su cabeza y órgano general estarían intactos y los nuevos funcionarios y oficiales depravados cubrirían rápidamente las vacantes. "Dime, ¿quién es el responsable que provocó todo esto?", dice la voz en off de Nascimento mientras la cámara hace un paneo sobre el Palacio del Congreso Nacional de Brasil en la escena final de la secuela.

La película termina sin resolver los problemas sociales de fondo y pone de relieve la complejidad y el desafío que implica llevar a cabo tal tarea. Esto mismo deja en claro que no hay necesidad de una tercera entrega.

Más tarde, Padilha se mudó a Hollywood, donde dirigió dos películas estadounidenses que recibieron una puntuación baja, probablemente debido a diferencias culturales. De todas formas, dentro del contexto latinoamericano conocido, siguió trabajando en varias series exitosas. Su participación en Túnel de corrupción, que narra la operación de lavado de dinero más grande de Brasil, supuso una rápida recuperación de buenas críticas. Además, la serie Narcos, donde trabajó principalmente como productor ejecutivo, se convirtió en un gran éxito en Netflix. Las primeras dos temporadas, que se enfocan en el ascenso y la caída del cártel de Medellín, el infame patrón del mal, Pablo Escobar, es representado por Moura, el mismo actor que interpreta al heroico capitán Nascimento en Tropa de élite.

De hecho, un youtuber combinó de forma ingeniosa las escenas de Tropa de élite y las primeras dos temporadas de Narcos para crear un tráiler customizado llamado "Elite Squad 3: Mission Narcos". Básicamente, esta mezcla compara las fuerzas policiales especiales de habla portuguesa con los carteles de drogas de habla hispana e, incluso, retrata a Moura como un personaje heroico y malvado a la vez.

Es cierto que muchos directores, desde Luc Besson a Quentin Tarantino suelen retractarse de decir que van a abandonar el cine. A veces, hasta surgen rumores sobre El padrino (Parte IV). Así que, ¿quién sabe? Quizás, un día, Padilha efectivamente se reúna con Moura y vuelva a Río para filmar Elite Squad 3.