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Cine experimental: una aproximación

¿Qué es el cine experimental?

El cine, como exploramos en otro artículo, surge como resultado de años de sucesivas experimentaciones de espíritu científico y lúdico que parten por supuesto, de la fotografía. Hay en los comienzos de este nuevo medio una voluntad experimental muy fuerte que, podríamos decir, se va apaciguando a medida que comienza a institucionalizarse, esto es, a constituirse como un campo artístico con sus reglas, recursos, modos estandarizados de hacer y de circular las películas. Tanto es así que podemos hablar, a partir de un Modo de Representación Institucional, una idea que Noël Burch, teórico de cine, propuso en 1968 para describir los modos institucionalizados en que el cine a partir de 1910, construye la ilusión realista. Se trata de recursos para crear coherencia, continuidad y causalidad que se constituyen en un sistema que oculta la artificialidad del medio en pos del realismo. Así, entonces, existen códigos que los espectadores conocen e internalizan, como el montaje paralelo que permite entender simultaneidad en dos acciones o el raccord para construir continuidad entre planos.

Sin embargo existe a lo largo de la historia del cine una vertiente que va por un camino distinto al de las formas normalizadas de representación: el cine experimental, que retoma la herencia del espíritu experimental del cine de los comienzos y sobre todo, de las vanguardias históricas, aquellas corrientes artísticas que durante las primeras décadas del siglo XX se propusieron romper con las formas pasadas del arte y sus instituciones para crear un arte que se acerque a la vida.

La palabra “experimental” se usa para englobar a una cantidad de producciones cinematográficas tan diversas que resulta imposible pensarlas como pertenecientes a un todo homogéneo. Si existe algo que las une es una cierta voluntad de juego, de curiosidad por las posibilidades de su propio medio que lleva a los cineastas a una indagación (una experimentación) de/con la forma cinematográfica.

Algo de historia

Fueron Marcel Duchamp, Man Ray, Luis Buñuel, entre otros, los primeros en apropiarse del lenguaje cinematográfico para, en su autorreferencialidad, provocar ese “shock” liberador en el espectador al que aspiraban las vanguardias históricas.

Después, en la década de los sesenta el experimentalismo llegó por un lado de la mano del llamado cine estructural o minimalista, que consistió en la búsqueda aún más extrema y despojada de la forma cinematográfica a partir de un proceso creativo donde predomina la racionalidad. Así, el primer film de Andy Warhol, Sleep (1963), muestra a un hombre durmiendo durante aproximadamente cinco horas.

Sleep, Andy Warhol, 1963

Cuenta la historia que al estreno de Sleep asistieron nueve espectadores, dos de los cuales abandonaron la sala. La película fue estrenada en 1964 en un evento de The Film-makers' Cooperative, del New American Cinema Group, una cooperativa creada por artistas en 1961 con el objetivo de distribuir de forma independiente el cine underground, y que sigue existiendo en la actualidad, funcionando como archivo y espacio de difusión de cine no comercial. Algunos de los cineastas que formaron esta cooperativa en sus orígenes fueron Jonas Mekas, Shirley Clarke, Ken y Flo Jacobs, Andy Warhol, y Jack Smith.

El lituano Jonas Mekas –radicado en Nueva York luego de su exilio a causa de la II Guerra Mundial– fue uno de los referentes y portavoces fundamentales del cine underground estadounidense, una vertiente diferente, a nivel estético y de producción, del cine experimental en su vertiente minimalista. Sus film-ensayo se caracterizan por la subjetividad de la primera persona, su voz y su propia presencia, en una narración discontinua y fragmentaria.

En Diaries, Notes and Sketches (also known as Walden), Mekas recopila escenas cotidianas de su vida filmadas entre 1964 y 1968 para construir su primer diario filmado, género que seguirá explorando en un afán archivístico que lo acompañará el resto de su vida, hasta su muerte en 2019. En Walden, llamada así por el ensayo autobiográfico del escritor Henry David Thoreau, Mekas construye narración a partir de la alternancia de títulos descriptivos pero poéticos de las escenas que presenta. No se trata de una narración tradicional y lineal sino de escenas que en su conjunto dan cuenta de su vida, atravesada por el exilio, de su universo poético y de la escena artística de Nueva York en la década del sesenta.

Walden, Jonas Mekas, 1968

Stan Brakhage, estadounidense y contemporáneo de Mekas, es considerado también uno de los principales referentes del cine experimental. En su vasta filmografía plasmó una mirada subjetiva y experimentó estéticamente con las posibilidades del medio a partir de sobreimpresiones, exposiciones múltiples, y la intervención física sobre el material fílmico, entre otros procedimientos luego retomados por las nuevas generaciones de cineastas experimentales. Dog Star Man retrata el ascenso a una montaña de un hombre, el propio Brakhage, y su perro a través de un preludio y cuatro partes. Se incluyen también tomas de cintas hogareñas del nacimiento de un niño. El relato se sugiere y su formato tiene más que ver con una poesía visual. Las imágenes del ascenso se intercalan con las del parto, planos de la naturaleza y el cosmos, construyendo de esta manera una película épica experimental. Si bien el film suele proyectarse en conjunto, las partes fueron lanzadas de forma independiente entre 1961 y 1964.

Dog Star Man, Stan Brakhage, 1961-1964

Pero si hablamos de experimentación en el cine, ¿qué pasa con el trabajo sobre el soporte?, ¿influye en la determinación de la forma cinematográfica?, ¿qué sucede cuando los realizadores de cine utilizan el video como soporte? Adrián Cangi (1) corre el eje de la cuestión afirmando que, más que por la utilización de un formato u otro, la experimentación audiovisual se define por la configuración de un ritmo conceptual a partir de la técnica que se encuentre disponible. Por su parte, Philippe Dubois (2), habla de “cine extendido” para referirse a formas que exceden aquello que se llama(ba) cine, a partir de la migración de imágenes (intertextualidad visual, reciclaje y re-empleo) y de dispositivos (de sus lugares, modos de ser y usos).

Parafraseando a Dubois, podemos decir que mediante la experimentación audiovisual, adopte el formato que adopte (instalaciones, performances y teatro con proyecciones, videoarte, videodanza; en museos, en la calle, en los cines, en teatros, en recitales), la imagen cinematográfica, multiplicada y omnipresente, gana terreno extendiéndose sobre los modos de pensar la imagen.

Referencias:
(1) Cangi, Adrián. “Ver construirse en el mundo. Notas sobre el cine experimental argentino”, en La Ferla, Jorge (comp.), Historia crítica del video argentino, Buenos AIres, Fundación Eduardo Constantini, 2008.

(2) Dubois, Philippe, Fréderic Monvoisin y Elena Biserna (comp.), Extended cinema. Le cinéma gagne du terrain, Université Paris 3 - Sorbonne Nouvelle, Campanotto Editore, 2010.

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