undefined_peliplat

Realmente, puede existir una película de terror abarque el verdadero significado de un amigo imaginario

Spoilers

¿Puede que lo más aterrador no sea lo que ves, sino lo que llegamos a imaginar?

Dichos por científicos y pseudos científicos de la esta época.

¿Puede que seas tan poderoso que puedas crear un mundo único en tu realidad con todo incluido, incluso amigos?

¡Quizás! O, ya sería parte de la locura.

¿Y qué tal, si estos amigos fuesen solo reales para ti y capaces de dañar a otros fuera de ese mundo?

Serías un enfermo mental, seguramente encerrado en un manicomio o algo así. Pero, ese no es el tema. En realidad, la creación de realidades, cosas o personas alternas a nuestro mundo ha sido uno de los nichos que el género de terror ha jugado por años para desde el ámbito psicológico perturbar al espectador.

Así como lo intentaron en el estreno de “Amigo Imaginario” o “Imaginario: el juguete diabólico” (la película de terror, no la de animación que también fue estrenada este año 2024). “Imaginary” en su nombre original estadounidense, dirigido por Jeff Wadlow y Jason Blum, quien también fue su productor. Ambos reconocidos por películas como “Verdad o Truco”, “Actividad Paranormal”, “Insidious”, entre otras películas del género. Películas que para nada son del calibre de esta. Y sí, puede sonar quizás confuso, pero tenía potencial para ser mucho mejor.

Antes de sumergirnos en el corazón de mi análisis, es esencial entender la trama de “Imaginary”. La historia sigue a Jessica (DeWanda Wise), quien regresa a su hogar de infancia junto con su familia. En este escenario nostálgico, su hijastra menor, Alice (Pyper Braun), forma un vínculo inusual con Chauncey, un osito de peluche que encuentra en el sótano, ese rincón clásico de misterios y secretos en las casas viejas.

¡Qué inicio tan intrigante! Ya se empieza con un nicho clásico de las casas antiguas y los objetos ocultos dentro de ellas.

Aun así, su narrativa visualmente expansiva, revelando los secretos enterrados en la memoria de Jessica, los cuales con la ayuda de su hijastra mayor y su nana “entre comillas, porque es una bruja-entiéndase la metáfora”; logran salvar a Alice. ¡Un triunfo para la familia!

Sin embargo, desde mi perspectiva cinefílica, te diré que este film tiene tantas fortalezas como debilidades y, aunque no quiero arruinar la experiencia con spoilers, algunos son inevitables.

Para comenzar, destacaré lo que seguramente disfrutarás, por un lado, la secuencia de escenas es impecable. No hay errores ni saltos que distorsionen la trama; es progresiva y fácil de seguir. Excepto por algunas escenas que parecen fuera de lugar, como cuando la madre biológica irrumpe para advertir que algo malo sucede en la casa o la escena del baño donde el amigo de Taylor sugiere un accidente vergonzoso con su cremallera debido al susto que Chauncey le provoca. Bueno, es lo que el director nos hace creer, pero me hace cuestionar dolor-susto, cuál es peor, pero eso lo explicaré más adelante.

Además, debo reconocer el astuto engaño del director Wadlow, que nos hace pensar que Chauncey es visible para todos los protagonistas. ¡Vaya sorpresa! Al principio no había pistas de esto. ¿Lo notaste tú? Porque yo no. Y eso, fue una de los puntos que considere para puntuarla en mi escala personal. Una cinta que juega con las acciones de sus personajes para confundir tanto a ellos como a la audiencia es simplemente genial; y no te das cuenta hasta que Jessica descubre la verdad en su vida. ¡Vaya giro!

Otro aspecto destacable es la actuación. Pyper Braun, a pesar de su juventud, transmite el miedo, el misterio y la profundidad que su personaje requiere, así como su inocencia y serenidad. ¡Espectacular! El resto del elenco también brilla, confundiéndote con sus interpretaciones magistrales. Aunque hubo un momento predecible, la revelación de las intenciones de un personaje fue satisfactoria y me dejó diciendo: “Lo sabía”, pero aun así me encantó.

Finalmente, lo más impresionante son los efectos especiales, la cinematografía y la banda sonora. Las imágenes confusas y los contrastes sutiles te sumergen en el misterio que rodea a Jessica y se extiende hasta Alice. La luz natural parece ser un recurso bien aprovechado en la mayoría de las escenas. Además, la limitación de locaciones ayuda a construir un mundo “Chaunqueano”. James McMillan demuestra su habilidad para crear escenas de ciencia ficción asombrosas con su creatividad inigualable. Los escenarios son oscuros, mágicos e impredecibles… Y aunque me recuerda a “Insidious: La Puerta Roja”, los efectos son impresionantes (a excepción del oso diabólico transformado). La banda sonora de Benjamin Wallfisch es perfecta: no intrusiva, nostálgica y triste, pero terrorífica cuando debe serlo. Una melodía ideal para sumergirte en la historia y vivirla intensamente. ¡Bravo por Wallfisch!

Ahora, hablemos de los aspectos que restaron valor a la película. Primero, el ritmo. Era lento, excesivamente lento para mi gusto, lo que mermó la emoción, la intriga y la tensión de la trama. Al inicio, no hay ganchos que capten el interés del espectador. Un padre enfermo sin explicación, un oso de peluche misterioso en el sótano, recuerdos infantiles ambiguos, una mudanza a una casa nueva… Ninguno de estos elementos logra atrapar realmente la atención. ¡Demasiado lento! ¡LENTOOO…!

En cuanto a los personajes secundarios, parecen irrelevantes. Tal vez para alguien que entienda mejor su propósito en la historia, puedan tener más relevancia. La madre de Taylor y Alice aparece de repente con una advertencia cliché sobre la casa. Y el padre de Jessica… quizás su papel sería más impactante si estuviera muerto. Suena duro, pero añadiría más misterio que un hombre ciego y confundido que no recuerda a su hija. Y cuando Max se va, todo el peso de la trama recae sobre Jessica.

Finalmente, la narrativa es predecible e incoherente. Como mencioné antes con la madre real: escapa del manicomio y se dirige a la antigua casa familiar de Jessica, ¿cómo supo dónde estaba? Entonces, aparece, revela un secreto y la devuelven al psiquiátrico. ¡No entendí! Igualmente, el debate entre el dolor y el miedo, de los 5 segundos experimentados por el amigo de Taylor. ¿Es en serio? Te asústate. Te dolió. Y después que queda… ¡Nadaaa!

Así que como escritora le hubiese dado otro sentido. Introducir desde los inicios a un mundo idílico de Alice y no, del muñeco. Además, amigos imaginarios con un muñeco endemoniado nos relaciona con los clichés de siempre Chucky, Z, Juega Conmigo, demonios que buscan a otros utilizando a los niños en donde siempre hay un adulto incrédulo que, posteriormente, se da cuenta que él también jugaba con el mismo demonio. ¡Típico!

A mí me hubiese gustado ver más una fuerza mental descontrolada en la mente de Alice y que, por la experiencia de Jessica y su amigo de la infancia, logran controlar y salvarla ¿Cómo lo imaginarias tú?

El desenlace de la película nos deja con la perturbadora visión de un oso endemoniado devorado por el fuego de una vivienda incendiada, seguido por la aparición de otro igual, sugiriendo que más hogares arderán o más personas sufrirán ceguera. El mensaje es claro y sombrío: todos los juguetes son portadores de maldad, marcando el fin de las fábricas de muñecos. ¡Qué concepto!

Aunque no es perfecta, la película se mantiene con una calificación de 3.5/5 en mi lista por los elementos que ya he destacado. Aunque si pudiera, le bajaría un punto por ese final. La he visto dos veces y media para poder hacer este análisis completo. No es una película que elegiría ver nuevamente.

Espero que te haya interesado mi análisis. Si has detectado algún detalle que se me haya escapado, estaré encantado de que lo compartas; no dudaré en revisarlo.

¡Gracias por acompañarme en esta reseña y no te pierdas las próximas, que prometen ser igual de emocionantes y escalofriantes!"

Más recientes
Más populares

No hay comentarios,

¡sé la primera persona en comentar!

5
0
0