MAD MAX: FURY ROAD (2015) es la película de acción perfecta

El 2015 fue un año grandioso para el cine. Birdman se ganaba a la crítica por su arriesgada puesta de una sola toma, The Martian dejaba a Matt Damon en un eterno rescatado, Sicario de Villeneuve nos quitaba el aliento, volvíamos a tener una nueva Star Wars, Ex Machina de Garland transformaba la ciencia ficción y Whiplash nos maravillaba (y estresaba al mismo tiempo).
Sin embargo una película en particular, alejada del dramatismo del “cine de autor” se alzó con todo como un torbellino eléctrico. Una favorita (personal) para los premios de la academia de ese año y que terminó siendo una de las perdedoras PERO que al mismo tiempo se convirtió en un clásico instantáneo: Mad Max Fury Road.

Esta secuela no tan secuela de la saga de Mad Max volvía a la carretera, esta vez sin Mel Gibson como protagonista sino teniendo a Tom Hardy como nuestro querido y loco violento teniendo una nueva aventura de la mano del director y creador de la franquicia: George Miller.

Habían pasado 30 años desde el final de la trilogía con Beyond Thunderdome y el mundo nuevamente estaba listo, o eso esperaba el viejo George. Y si que estábamos listos, pero no de esta manera.

La historia es simple, ir de punto A a punto B y luego volver al punto A cuando ya se acaban las opciones, pero ¿y qué importa? Con los años me ha tocado encontrarme con gente que no les gusta esta película por que la encuentran simple, tonta, básica, repleta de acción sin sentido y ¿de qué se trata entonces una cinta donde estamos en un mundo post apocalíptico, en donde la lucha por la supervivencia es pan de cada día, donde el agua escasea y sólo los mas fuertes de este nuevo mundo son los que pueden dominar a los demás? Aparte de tener persecuciones en un desierto muy realista y sin las aburridas “pantallitas verdes”, donde los efectos de explosiones son prácticos y el CGI es lo justo y necesario.

Pero es en esa simpleza donde radica lo bello. La fotografía a cargo de John Seale (El Turista, Poseidón, La Tormenta Perfecta o El Talentoso Sr Ripley son algunas cintas en su currículum) es una brutal maravilla, toda escena es fácilmente un fondo de pantalla. El árido desierto, las noches de tormenta, el momento del ciclón rojo o el camión donde se encuentra un tipo tocando la guitarra eléctrica en llamas. Todo tiene un significado, todo tiene un propósito, todo nos conduce al Valhalla.

Tom Hardy como Max Rockatansky, silencioso y donde sus acciones hablan por él, le hace honor a lo que hizo Mel Gibson en su momento. Con un tormentoso pasado siendo perseguido por sus fantasmas personales, se encuentra por accidente (y por desgracia) como prisionero de Immortan Joe (un solidísimo Hugh Keays-Byrne) quien es el jefe de una comunidad donde tiene a sus “esposas” que son mas que nada trofeos. Su mano derecha, una mujer con un sentimiento de justicia que hará lo imposible por liberarlas se llama Furiosa (increíble e irreconocible Charlize Theron) y será una improbable aliada (a la fuerza) del loco Max que sólo quiere salir de esta locura y volver a la carretera.

Mad Max no sería Mad Max sin otra cosa importante que la caracteriza, su bestial banda sonora. Y escuchar el trabajo de Junkie XL durante las persecuciones o los momentos mas tranquilos (que son pocos) son una maravilla auditiva que logran compenetrarse con lo hecho en lo visual de Seale.

Fury Road es una película de joyería, una historia simple y violenta que nunca aburre y que mantiene al espectador pegado a su asiento durante las 2 horas de duración.

Con los años, esta película se ha convertido en una película de culto con una gran base de fans alrededor del mundo, y yo me la repito cada año y sigue siendo tan perfecta como siempre.

Por que cada vez que vuelvo a verla sólo tengo un destino: VALHALLA.

NOTA: 10 de 10