HEREDITARY es una intensa (re)exploración del concepto de "la casa embrujada"

La casa del árbol. Ese inocente concepto colectivo de hogar seguro que teníamos en nuestra infancia es resquebrajado en los primeros segundos de la impactante obra maestra (y debut) del meticuloso Ari Aster. En su ópera prima la cámara juega y se posiciona como lo supo hacer The Shining de Stanley Kubrick con ese lente diabólico que sobrevuela el auto de Jack Torrance, solo que en esta camina sigilosamente hacia la habitación de un joven destinado a ser poseído. Lo hace lentamente mientras se escuchan ecos de invocaciones del diablo, ceremoniosas, pero también con cierto aire familiar. ¿Que puede ser más tenebroso que encontrar el terror en el propio hogar?

La banda sonora escabrosa y ominosa de Colin Stetson resuena yendo y viniendo en diferentes intensidades, mezclando entre los acordes de violín y las partituras de los sintetizadores, pero sobre todo, advirtiéndonos del mal. Una habitación repleta de miniaturas nos sugieren que los protagonistas son títeres de una entidad suprema. ¿Simplemente viven en esta casa o sobreviven en ella? La cámara se acerca a una habitación de una de las miniaturas con un juego de efectos especiales orquestado con maestría, y al encuadrar la habitación con el plano, se abre la puerta: la verdad se encuentra a la vista de todos, nuestros protagonistas son marionetas manipuladas por el mismísimo diablo.

Hace seis años se estrenaba Hereditary, el inicio de una pesadillesca filmografía de un realizador dispuesto a girarnos la cabeza (así como lo hace nuestra poseída protagonista Annie) sobre el concepto de lo que significa el terror, y cómo podemos relacionarlo con las extrañas fuerzas internas más que con las externas. Antes de su estreno Ari nos preparó el terreno para lo que se nos venía, con discreción pero con una sorpresivamente temprana maestría. En su segundo cortometraje, The Strange Thing About the Johnsons (2011), el padre de una familia afroamericana de clase media/alta es acechado por la obsesión amorosa/sexual que tiene su hijo para con él.

La extrañeza que pueden surgir en las relaciones del seno familiar es un tópico (quizás el más abordado) que el director adora. Lo pudimos ver sobre todo en Hereditary y Beau is Afraid, dos películas que nos ponen ante situaciones incómodas y terroríficas dentro del círculo familiar más íntimo. Paralelamente a esto, y con algo de sorpresa, es interesante leer sus palabras en una entrevista con el medio Vox:

"Tengo una relación increíble con mis padres y con mi hermano menor. Mis padres son artistas y me apoyan muchísimo. Una de las razones por las que puedo trabajar en un registro tan oscuro como suelo hacerlo es porque nunca me han hecho cuestionar nada de lo que hacía. Siempre me han apoyado muchísimo".

Ari Aster y Joaquin Phoenix en el set de **Beau is Afraid**

Calculada hasta el más mínimo detalle, Aster se dispuso a crear -para su debut como realizador- un hogar que funcionase como el territorio más propicio para los demonios. La película nos cuenta la historia de la familia Leigh Graham (compuesta por una madre sobreprotectora llamada Annie, un relajado padre llamado Stecven, y los dos hijos, el mayor Peter y la menor Charlie) y cómo tras la muerte de Ellen -madre de Annie y abuela de Peter y Charlie- comienzan a ver cosas extrañas en su hogar y alrededores.

De por si la premisa parece encarar el antiguo concepto de “la casa embrujada” como la gran mayoría de títulos relacionados a esto, pero desde el comienzo sabemos que el director no quiere hacernos las cosas fáciles. Entiende que los monstruos somos nosotros mismos, los humanos, y que el verdadero terror es más efectivo cuando se siente más real. La audiencia fue mutando y transformándose con el pasar de los años, y si bien hubo muchos espectadores que esto no pudieron interpretarlo de esa manera (lo digo por experiencia propia), las películas catalogadas de “terror” que antes nos podían dar miedo hoy en día resultan ser más que predecibles.

En Hereditary no hay tiempo ni lugar para lo predecible. Nada nos puede preparar para los eventos que van ocurriendo y es en ese shock, tanto el que siente la audiencia como el que atraviesan los integrantes de esta familia, que resultó ser algo diferente al resto. Todo lo que sucede es porque el gran orquestador de la tragedia así lo quiere, y si bien nunca le vemos el rostro, sentimos su presencia. Los nombres de estos demonios son anecdóticos ya que, paradójicamente, la intención del realizador nunca fue hacer películas de terror según sus palabras, y es en el proceso de trabajar el drama que los rincones más oscuros de la dinámica familiar iban surgiendo.

Perder a un ser amado pocas veces fue tan devastador, trágico y terroríficamente realista como lo es en esta película. La representación que existe del mal en Hereditary está demasiado alejada de todo lo que el espectador promedio está acostumbrado, y se puede entender que en esa disconformidad la hayan tildado de “aburrida”, pero si de algo no hay duda, es que el mal viaje que te puede hacer llevar es de lo más perturbador y dañino que exista.

POR JERÓNIMO CASCO

8 de JUNIO del 2024, 13.38 PM | UTC-GMT -3

¿DONDE SE PUEDE VER? ESTÁ DISPONIBLE EN NETFLIX Y MAX (STREAMING)

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