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Komorebi y Música en Perfect Days (Wim Wenders, 2023).

Spoilers

Perfect Days (Días Perfectos) es la última película de Wim Wenders estrenada en el año 2023 filmada en Tokyo, Japón. Es un drama que se focaliza en la vida de Hirayama quien trabaja de limpiador de baños públicos de Tokyo, se centra en su día a día y cómo él disfruta de los momentos simples de su rutina. Despertar con el sonido de la escoba del vecino barriendo en la calle, andar en bicicleta, cuidar a las plantas, leer, jugar al tateti a distancia con un desconocido y especialmente en la conexión con la naturaleza y la música.

En una ciudad grande y caótica como Tokyo, el protagonista encuentra momentos de paz y de disfrute en ver a los árboles, a sus copas, a sus hojas y en un concepto japonés llamado Komorebi. Komorebi es cuando la luz del sol pasa entre las hojas de los árboles y crea patrones de rayos de luz. La dirección de fotografía del film resalta el concepto no sólo mostrándolo en los árboles, sino en los planos en los que aparece el protagonista iluminado por los rayos del sol cálidos y mostrando a su sombra proyectada en paredes o incluso mostrando a las sombras de las hojas proyectadas en su rostro cuando lo ilumina el sol.

En la película los sueños del Hirayama toman una estética onírica en blanco y negro, con fundidos y una textura granulada donde las sombras y las hojas de los árboles se repiten constantemente intercalado con momentos o personas que fueron signiticativos en el día del protagonista. Él toma fotografías con una cámara de rollo en sus momentos de almuerzo cuando contempla las copas de los árboles en el parque o también de personas significativas, como a su sobrina cuando lo visita de forma sorpresiva. Las fotografías también son en blanco y negro y similares a la estética de sus sueños.

Junto con la naturaleza, la música tiene un rol central en Perfect Days ya que el protagonista queda anclado en el pasado, entre mediados de los años 60 y 70 aproximadamente, escuchando canciones de ese momento (la mayoría anglosajonas) en cassettes desconociendo el ritmo vertiginoso tecnológico de su tiempo presente. La película está filmada en formato 4:3 reforzando la idea de que el personaje vive en otra época o en otro mundo como le dice a su sobrina en la película: “El mundo está hecho de muchos mundos. Algunos están conectados y otros no. Mi mundo y el de tu mamá son muy diferentes.”. Más tarde en el film la idea de los mundos distintos con su hermana se confirma al ver que ella vive en un mundo de altos ingresos y sorprendida por el trabajo de él de limpiador de baños. Se da a entender que él escapó del mundo de ella eligiendo el de la simpleza. Esto también se puede ver en la conexión del protagonista con el hombre del parque en situación de calle, se queda mirándolo y le sonríe ya que pareciera que ese hombre también está en otro mundo a contramano de los transeúntes de la ciudad. También en la película hay una alusión clara a que la diferencia en las clases sociales crea mundos distintos.

El mundo está hecho de muchos mundos. Algunos están conectados y otros no.

A lo largo de la película se hace referencia a las sombras y se enfatiza en los sueños, hacia el final del film en la charla del protagonista con el señor a orillas del río se preguntan si las sombras se esconden al superponerse, prueban de superponer sus sombras y Hirayama ve que se hace más oscura y el señor no ve diferencia, queda la incógnita. Luego juegan a atrapar sus sombras, sus proyecciones ante el efecto de la luz, al igual que el concepto de komorebi en las hojas de los árboles. El mundo de las sombras es la otra versión que aparece de uno mismo ante un efecto, son misteriosas y diferentes a su estado inicial como la vida de Hirayama.

Hirayama es una persona que habla poco y distante vincularmente con las personas. Encuentra refugio en disfrutar las cosas simples del presente y en su trabajo. Apenas le responde al compañero de trabajo cuando le habla, le cuesta entablar una conversación con la sobrina, está distanciado de su hermana y con la mujer que atiende el bar que frecuenta pareciera que hay una atracción amorosa evidente, pero no avanza demasiado. La primera vez que habla en la película es en el minuto trece para tranquilizar a un niño que se había perdido. Sus momentos de mayor emoción, sin embargo, se ven luego de algún contacto humano, ligado la mayoría de las veces con una canción. También el protagonista desarrolla un vínculo con la naturaleza, encuentra satisfacción y conexión espiritual y emocional con los árboles. En un momento hablando con la sobrina él reconoce que el árbol que ve en sus almuerzos es su amigo.

Sobrina: ¿Ese árbol es tu amigo?

Hirayama: ¿Mi amigo?

Sobrina: ¿No es así?

Hirayama: Tienes razón, este es mi amigo el árbol.

A través de las canciones de la películas podemos identificar los momentos de mayor relevancia para la vida del protagonista y entender un poco de su pasado difuso ya que la elección de las canciones y las letras de cada una se condicen con lo que está mostrando la película.

Los temas que suenan en la película por orden de aparición son:

01. House of the Rising Sun - The animals (1964)

02. Pale Blue Eyes - The velvet underground (1969)

03. Sitting on the dock of the bay - Otis Redding (1968)

04. Redondo Beach - Patti Smith (1975)

05. (Walkin’ thru the) sleepy city - The rolling stones (1975)

06. Blue Fish - Kanenobu Sachiko (1972)

07. Perfect Day - Lou Reed (1972)

08. Sunny afternoon - The kinks (1966)

09. Brown eyed girl - Van Morrison (1967)

10. Feeling Good - Nina Simone (1965)

Las letras de las canciones hablan de momentos e imágenes que se ven en la película, por ejemplo, el amanecer en House of the rising sun de The Animals o el río en Sitting on the dock of the bay de Otis Redding. Las canciones son del año 1964 a 1975, fecha que quizás le representa la infancia al protagonista y momento donde se quedó anclado por alguna razón que no termina de hacerse explícita en la película.

En el film se repite el patrón del protagonista manejando su camioneta camino al trabajo cuando está amaneciendo y en el momento que ve al edificio Skytree de Tokyo pone play en la casetera. La música en su mayoría aparece como diegética, es lo que él está escuchando en ese momento. El primer momento del film donde la música suena cuando el protagonista está fuera de la camioneta, es con la canción que coincide con el nombre del film que es Perfect Day de Lou Reed. Hirayama está acostado en su cama con el sol dándole en la cara y con los ojos cerrados disfrutando luego de haber tenido un buen día y que Aya, la joven novia de su compañero de trabajo, le haya dado una muestra de afecto al despedirse de él con un beso en su rostro. La canción sigue sonando en el momento del sueño del protagonista.

Varios de los temas mencionan en las letras a alguien que dejó su pueblo natal porque no encontraba nada allí ni tampoco era feliz con su familia o de momentos de observación y perder el tiempo, como dice la canción Sitting on the dock of the bay de Otis ReddingSolo estoy sentado en el muelle de la bahía perdiendo el tiempo. Dejé mi casa en Georgia (...) Porque no he tenido nada por qué vivir / Y parece que nada va a pasar en mi camino”. También se menciona en las letras momentos de felicidad, por ejemplo cuando Hirayama ríe en la camioneta luego de haber pasado el día con su compañero de trabajo y su novia mientras escucha (Walkin’ thru the) sleepy city de The Rolling Stones y la canción dice “caminando por la calle, qué linda se ve”. Un momento emotivo de la película es cuando la mujer del bar canta House of the Rising Sun de The animals a capella y con la letra en japonés.

La nostalgia en Perfect Days también se la puede apreciar en la letra de Blue fish de Kanenobu Sachiko (única canción de origen japonés de la película) dice “El mar azul y los peces azules. / Aquello que poseía todo el mundo en el pasado. / Ahora mismo en la palma de mi mano, / se ha convertido en una simple ráfaga de viento frío”.

El momento de emoción máxima del protagonista se puede ver en el plano final de la película, se trata de un primer plano de él manejando al amanecer hacia el trabajo mientras suena Feeling good de Nina Simone. Hirayama está manejando con el sol dándole en la cara, por momentos ríe y por otros llora, hay una ambigüedad. La canción dice “Los pájaros volando alto, sabes cómo me siento/ El sol en el cielo, sabés cómo me siento (...) Florece en el árbol, sabes cómo me siento. (...)/ Y este viejo mundo, es un mundo nuevo. (...) Es un nuevo amanecer, es una nueva vida para mí y me siento bien”.

Esta canción resume perfectamente la filosofía del protagonista ya que aprecia lo que lo rodea, lo cotidiano y el contacto con la naturaleza, prefiere esa vida nueva, el nuevo comienzo dejando atrás a su pasado, su sombra quizás. No obstante, mantiene la nostalgia de lo que fue y le pesan sus relaciones pasadas y familiares. Es la vida con sus altibajos y emociones mientras se sigue trabajando y viviendo con actividades repetitivas, pero no por ello, no disfrutables. Citando a Hirayama “La próxima vez será la próxima vez. Ahora es ahora”.

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