Godzilla (1954) - Un repaso por la historia de uno de los villanos más icónicos del cine

El éxito a nivel mundial que supuso Godzilla Minus One (2023), dirigida por Takashi Yamazaki, puede atribuirse a muchos factores. Desde sus impresionantes efectos especiales trabajados con un bajísimo presupuesto, que le dieron a la película un merecido Oscar, hasta su retrato del Japon de la posguerra, trayendo ese interesante comentario sociopolítico inherente a la figura de Godzilla que los estadounidenses dejan de lado en sus versiones del personaje. Pero si algo nos dejó a todos sin aliento al ver la última película nipona, es por la presentación de Godzilla como un villano hecho y derecho. Un ser frio y con ansias de destrucción, que lejos de aliarse con Kong para enfrentarse a otros bichos como hace su version norteamericana, se dispone a arrasar todo a su paso.

Con el estreno en Netlix Latinoamerica de esta última, es momento de volver a los inicios del personaje, repasar su historia, y presenciar sus comienzos como villano y figura fuertemente simbólica de las tragedias de Japón.

El Trasfondo de Gojira

El “Dragón de la Suerte nº 5” fue un barco atunero japonés que se encontraba trabajando en el atolón de las islas Bikini el 1 de marzo de 1954, cuando resultó irradiado por la explosión de una bomba de hidrógeno de 15 megatones que los norteamericanos estaban probando en aquellas aguas. El síndrome de irradiación que afecto ferozmente a los 23 tripulantes, termino llevando a la muerte a uno de ellos, y como consecuencia, a un movimiento antinuclear en Japón que solo aumento su ya vigente miedo a este poderoso tipo de arsenal.
Mas tarde ese mismo año, Ishirō Honda arrancaba “Godzilla” mostrándonos a un pequeño barco pesquero, el Eiko-Maru, siendo destruido repentinamente en pleno trayecto por nuestro Kaiju protagonista y su destructivo aliento atómico. Marcando no solo el tono de la película, sino también sus intenciones de representar los miedos y rememorar la tragedia de un país sanando sus heridas.

Cuando uno piensa en la emblemática figura del rey de los monstruos, es fácil que a la mente vengan imágenes de su version más camp y "ridícula" de años posteriores, junto a sus películas que se basaban más en ver tipos disfrazados de monstruos peleando y rompiendo maquetas que en otra cosa. Pero la primera película de Gojira es un drama oscuro, sobrio, con un valiente subtexto politico contemporáneo, y un mensaje que fue actual en su momento y lo sigue siendo, resultando en una de las obras más interesantes de la historia del séptimo arte.

Si, aunque considerado como el abuelo de las películas de monstruos, Godzilla no invento la rueda. El guionista, Shigeru Kayama, halló la inspiración en “King Kong” (1933), asi como en el predecesor mas directo de Zilla, "The Beast from 20,000 Fathoms" (1953). En dicha cinta americana, el director Eugène Lourié nos presenta también a un reptil gigante que despierta por una explosion nuclear y azota una metropolis. La diferencia, y lo que genera que un monstruo sea icónico y el otro una lagartija olvidada, y que una película sea un retrato social realista mientras que la otra no es más que un flick de serie B, es que los japoneses vivieron las consecuencias de un ataque atómico en primera mano, mientras que los yankees tiraron las bombas y miraron desde lejos. Esto se refleja en el torrente emocional sobre el que Ishirō Honda construye esta película, mostrando que las armas nucleares no son un juego, y la radiación no es algo que te dota de superpoderes; son la muerte.

El miedo a la fatalidad nuclear. La brillante dirección de Honda

Se nos presenta a Godzilla como una alegoría viviente al miedo hacia las armas nucleares, presente en aquella época en toda la población japonesa. Un miedo nacido por ser el único país en el mundo víctima de un ataque de esas características, así como por los constantes experimentos que Estados Unidos realizaba en los mares, que despertaban la paranoia y una inseguridad latente a que el monstruo se despierte y salga del agua. La película remueve el pasado, trayendo a la luz aquellos hechos que infundaron esos miedos. Desde el pequeño caso del barco pesquero ya mencionado, a referencias más evidentes tanto textuales como visuales a las explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Incluso encontramos imaginería que recuerda a otros sucesos, como el despiadado bombardeo de Tokio efectuado por la fuerza aérea estadounidense en 1945, un episodio histórico tan trágico como olvidado. Pero esta película si de algo está cargada, es de memoria, algo plasmado en su iconografía visual, que referencia estos momentos constantemente, con una crudeza digna de un documental y no de una película de un dino gigante.
Ponerme en lugar de aquellos espectadores japoneses que hayan visto esta película en el cine en su estreno, teniendo en cuenta la estremecedora cercanía a los hechos y sus visuales tan fuertes y relacionables, hace que la obra me ponga la piel de gallina más de lo que ya lo logra solamente con sus recursos cinematográficos.
Porque lo cierto es que la película no solo impacta al tener en cuenta su subtexto, ya que el texto en sí mismo funciona de forma maravillosa. La escena del ataque de Godzilla a Tokyo, tratando de ignorar las referencias previas y únicamente tomando sus valores formales, resulta una de las más impresionantes e impactantes que haya visto en mucho tiempo, contando con un despliegue técnico y de efectos prácticos que aun a día de hoy es efectivo pese a haber salido hace 70 años. Honda sabe dónde ubicar la camara para hacer ver al monstruo gigante y amenazante, mediante muchos planos contrapicados que nos hacen sentir pequeños en comparación, y a los sets como lugares reales. La cinematografía logra que nos olvidemos completamente que estamos ante un sujeto disfrazado. Si "Superman"(1978) es mítica porque Cristopher Reeves hizo creer al mundo que un hombre podia volar, no puedo ni imaginar lo que Godzilla pudo hacer creer a alguien en su época, porque todo se ve con un nivel de detalle y realismo aterrador. Observamos la cara más oscura de la tierra del sol naciente, haciéndonos uno con las sombras de su tragedia, gracias a un gran trabajo de iluminación que le da un tono perfecto a la fotografía, resaltando aún más la sensación sombría y penumbrosa de las situaciones.
Pero sin lugar a dudas la decision más acertada de toda la película es el amplio enfoque que el director hace en la gente, en la población de Japón sufriendo la llegada del monstruo. No se limita solo a mostrar el destructivo espectáculo, sino que nos enseña meticulosamente sus secuelas directas, y a las caras de las victimicas que se pierden en estas catástrofes, a las que muchas veces no prestamos atención. Una madre abrazando a sus hijos refugiándose entre escombros, confortándolos diciendo que pronto verán a su padre. La gente rezando y un coro de niños cantando, fortaleciendo la union entre los sobrevivientes y promoviendo la esperanza. Los hospitales sobrecargados y los militares evacuando, movilizándose en tanques y creando campamentos, mientras que las autoridades como policías y bomberos no dan abasto. La aterradora criatura derritiendo torres de metal, quemando manzanas enteras de edificios, e incinerando a hordas de peatones huyendo, recuerda automáticamente a las atroces consecuencias que la Little Boy y la Fat Man tuvieron en las ciudades japonesas a principios de agosto del 45. Acciones que dieron fin a una guerra, supusieron un triunfo, pero... ¿A que costo?
Quién lo diría, pero “Godzilla” (1954) es una de las películas que mejor responde esa pregunta.

La evolución del personaje de Godzilla con los años. De villano a heroe.

Era Showa (1954-1975):

En 1955, "Godzilla Raids Again" revelaría la existencia de un segundo Godzilla, que mantuvo la franquicia durante más de una docena de películas. Al principio, su diseño era muy similar al de 1954, aunque con el tiempo se hicieron cambios menores debido a limitaciones presupuestarias, afectando la calidad del traje significativamente. En 1964, con "Ghidorah, The Three-Headed Monster", Toho convirtió a Godzilla en un héroe, manteniéndolo así hasta "Terror of Mechagodzilla" en 1975, aligerando el contenido de las cintas para atraer a un público más joven. En el enfrentamiento con King Kong en 1962, Godzilla fue rediseñado para ser más robusto y tener una apariencia más reptiliana, perdiendo sus orejas en el proceso. Posteriormente, en "Son of Godzilla", el personaje tuvo un aspecto casi humano, con grandes ojos y cejas cómicas, ajustándose a la decisión de hacer de Godzilla un héroe con una personalidad más humana y divertida. Este Godzilla era brutal en sus enfrentamientos, pero poseía una personalidad más "agradable", capaz de reír, hacer bailes de la victoria y dar la mano a sus compañeros, dejando lejos la personalidad villanesca y su fuerte rol antagónico de la película original.

Era Heisei (1984-1995):

La era Heisei comenzó con "The Return of Godzilla" (1984), un reinicio de la franquicia que ignoró todas las secuelas de la era Showa, excepto la película original de 1954. En este filme, Godzilla es retratado nuevamente como una amenaza seria y devastadora para Japón, con un diseño actualizado que le daba una apariencia más feroz y amenazante, con ojos más pequeños y dientes más grandes. Este Godzilla tenía escamas más oscuras, muslos más grandes y un aspecto más musculoso en general. La película se enfocó en temas de guerra nuclear y la carrera armamentista, reflejando las tensiones de la Guerra Fría de la época.

Esta version del personaje se vería envuelto en varios enfrentamientos, con personajes como Biollante, una monstruo planta que resulto ser uno de los adversarios más únicos, profundos y visualmente impactantes del kaiju, hasta otros ya conocidos como el icónico King Ghidorah

La era Heisei concluiría con "Godzilla vs. Destoroyah" (1995), una película que conectó directamente con los eventos de la película original de 1954. En este filme, Godzilla sufre una sobredosis de energía nuclear y está al borde de una explosión catastrófica. Destoroyah, un monstruo creado a partir del Destructor de Oxígeno utilizado en la primera película emerge como el adversario final de Godzilla. Godzilla Junior, el tierno progenitor del kaiju atomico, juega un papel crucial, muriendo en batalla, pero siendo revivido por la energía de su padre, sugiriendo un nuevo comienzo para la criatura.

El Godzilla Yankee de 1998:

La primera adaptación de Hollywood en 1998 es posiblemente la peor cinta del personaje, y fue justamente devastada por la crítica, tanto por los fans como por Toho, por alejarse del espíritu de Godzilla, transformándolo en una iguana gigante que carecía de sus rasgos distintivos, y abandonaba de lleno los aspectos críticos del personaje. Esta versión podía correr rápido y dejó crías en el Madison Square Garden, un cambio drástico en la creación de estos Godzilla. La respuesta fue tan negativa que Toho se encargaría de retconear a este Godzilla como un monstruo completamente diferente en "Godzilla: Final Wars" en 2004.

Serie Millennium de Godzilla (1999 – 2004):

En "Godzilla 2000", Toho reinició la franquicia con un diseño nuevo, manteniendo solo la película de 1954 como canon. Este Godzilla tenía espinas dorsales púrpuras y aliento atómico rojo. A lo largo de la serie, se realizaron varios ajustes en su diseño, culminando en "Godzilla: Final Wars" en 2004, que introdujo un aspecto más siniestro. Las peliculas de esta etapa eran relativamente auto conclusivas, y mostraban distintas versiones del personaje. Siendo la introducida en "Godzilla, Mothra and King Ghidorah: Giant Monsters All-Out Attack" (2001) una encarnación de las almas de los fallecidos en la Segunda Guerra Mundial, presentándose como una de sus personificaciones más malvadas y demoniacas, con sus tenebrosos ojos blancos y su sed de sangre y evidente disfrute al aniquilar al pueblo nipón.

MonsterVerse de Godzilla (2014 – Actualidad):

En 2014, Legendary y el director Gareth Edwards reintrodujeron a Godzilla en el MonsterVerse, con un diseño más fiel al original pero aprovechando los efectos visuales modernos. Este Godzilla, un antiguo titán despertado por bombas atómicas, actúa como protector del planeta, luchando contra otros titanes cuando el equilibrio de la naturaleza está amenazado, y aliándose en futuras entregas con personajes como Mothra y el famoso King Kong. Con el reciente estreno de "Godzilla X Kong: The New Empire" (2024), esta version americana del kaiju esta mas presente que nunca, presentando mas variaciones en su presentacion pero siempre encarnando un rol de heroe protector.

Shin Godzilla (2016):

Toho lanzó "Shin Godzilla" en 2016, con la mano del gran Hideaki Anno en la dirección (creador de Neon Genesis Evangelion) presentando una versión radicalmente diferente del kaiju, que evolucionaba a lo largo de la película y poseía habilidades únicas y grotescas. Este Godzilla, creado por desechos nucleares, podía mutar su ADN y cambiar su forma según fuera necesario. Esta version, en lugar de simbolizar la fatalidad de la bomba nuclear, serviría para hablar del accidente nuclear de Fukushima del 2011, así como de los terremotos y tsunamis ocurridos en el mismo año (a los cuales hay muchas referencias visuales bastante devastadoras). Mediante una sátira política muy ingeniosa, Anno se encargaría de criticar al gobierno japones por su accionar durante dichos eventos y la ridiculez que supone la burocracia, plasmando a una de las versiones más creativas y temáticamente potentes de toda su historia (y mi personal favorito).

Godzilla Minus One (2023):

El más reciente Godzilla japonés, "Godzilla Minus One", fue lanzado en 2023, retomando un enfoque más fiel al filme original, con Godzilla destruyendo Japón tras la Segunda Guerra Mundial. Su diseño es más agresivo y distintivo, aunque respeta elementos clásicos como las espinas dorsales impactantes. Una película que trae al personaje de nuevo a sus raíces, y que bebe absolutamente del filme original del 54, sin el cual no se habría formado la leyenda cinematográfica que representa Godzilla.

Conclusion:

La película original de Godzilla es un clásico indiscutible que marco una huella indeleble en la historia del cine. Creo un género, creo un icono de la cultura japonesa y de la cultura pop en general. Pero también, sirvió como un ejercicio de catarsis para una nación entera, mediante un oscuro thriller metafórico creado con mucho detalle y corazón. Es poético analizar como un heraldo de la destrucción, símbolo de la fatalidad nuclear y recordatorio de la autodestrucción humana, fue evolucionando hasta volverse un protagonista, un héroe, una figura de luz y de esperanza, un defensor de la naturaleza y de la humanidad, y, sobre todo, un icono cultural de un país creado a partir de abrazar su tragedia y convertirla en algo más. El cine es una forma de arte preciosa que permite esta clase de acontecimientos.

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