undefined_peliplat

Il sol dell'avvenire (2023). Oficio, artificio y crítica social en el cine de Nanni Moretti

Spoilers

Lo mejor está por venir (o El sol del futuro, como se tradujo en España) es la película más reciente del director italiano Nanni Moretti, presentada en Cannes en 2023 y actualmente en cartelera en Argentina.

Con una mirada autorreflexiva y crítica respecto del cine mismo y su propia carrera, Moretti construye dos líneas narrativas que se entrelazan y que remiten de alguna manera la una a la otra. Por un lado el film narra la historia de Giovanni, un consagrado director que se encuentra filmando su última película, al tiempo que alterna escenas de la película al interior de la película, un film ambientado en la Roma de los años cincuenta que cuestiona la postura del Partido Comunista Italiano (PCI) con relación a la invasión de la URSS a Hungría en 1956 para terminar con el Otoño húngaro, una revuelta espontánea en contra del régimen soviético.

Más allá del “homenaje al cine” que la película propone desde su tono y sus guiños, el film se posiciona políticamente desde una crítica de izquierda al partido comunista italiano. La ficción dentro de la ficción propone una utopía: ¿qué hubiese pasado si el partido hubiera condenado la sangrienta invasión a Hungría en lugar de adherir dogmáticamente? Il sol dell'avvenire reivindica la capacidad del cine de hacer ficción, tanto para imaginar futuros mejores como para reescribir el pasado. Giovanni arranca el rostro de Stalin de un póster en el set de su película: el cine es ficción y subjetividad.

Así, “realidad” y “construcción” se van poniendo en tensión a lo largo de toda la película. Parte del film fue rodado en las calles de la Roma actual: la escena que abre la película, con unos pintores escribiendo en letras rojas el título de la película, fue filmada en los muros del Castel Sant'Angelo; la vera del puente Giacomo Matteotti es el escenario para la persecución de la película de acción que produce su esposa; la piazza Mazzini es recorrida en monopatín por Giovanni y su productor francés Pierre; y los foros imperiales son el trasfondo de la escena final. Pero la película fue rodada también en Cineccità, los estudios emblemáticos cuyo rol en la historia del cine italiano no puede dejar de ser mencionada para hablar de una película como ésta.

El estudio fue inaugurado originalmente por Mussolini en 1937 con el objetivo de producir cine que refuerce la propaganda fascista a la manera del programa nazi de Goebbels en Alemania. En su delirio megalómano, Mussolini también proyectaba en Cinecittà una Tercera Roma que fuera sede de la Exposición Universal 1942, proyecto que se llevó a cabo. Hacia el final de la guerra sus edificios fueron utilizados como campos de concentración por los alemanes y bombardeados posteriormente por los Aliados. Es en aquel momento en que se da un vuelco en la historia de estos estudios, que pasan a ser escenario para un movimiento de cine fundamental de la historia italiana, el neorrealismo. Roberto Rossellini, Federico Fellini, Vittorio De Sica y Luchino Visconti filmaron allí sus películas.

Luego, en la década de los cincuenta y con la crisis de la posguerra “la ciudad del cine” recibió inversiones estadounidenses, funcionando como una sede de Hollywood en Italia (era llamada en esa época Hollywood sul Tevere –la Hollywood del Tíber–). Il sol dell'avvenire utiliza el set del barrio Quarticciolo de Roma, ambientado en la década del cincuenta, para la filmación de la película de Giovanni, continuando la tradición del neorrealismo italiano de pensar al cine como un instrumento de crítica social.

Y si de tradición cinematográfica hablamos, la película de Moretti trae a escena nuevamente un debate histórico del cine, el de la representación de la violencia: ¿puede, o más bien, debería el cine representar la violencia y el horror? En 1961, en su artículo para la famosa revista Cahiers du Cinéma, el director Jacques Rivette se pregunta por los límites éticos del cine a raíz de la película Kapó, de Gillo Pontecorvo, en la que se muestra la representación del suicidio de un preso en un campo de concentración nazi lanzándose contra el cerco electrificado. Rivette señala dos puntos: la representación del horror es siempre incompleta, el realismo nunca alcanza para dar cuenta de la realidad. Así, el espectador ve una versión atenuada, y por lo tanto, los hechos resultan minimizados. Por otro lado, el acostumbramiento a este tipo de imágenes conlleva una necesaria inmunización: el horror nos deja de chocar.

La película de Moretti construye su punto de vista respecto de este debate sobre todo en dos escenas. Una de ellas es aquella en la que Giovanni interrumpe la filmación de la última escena de la película que su esposa produce, una película de acción, persecuciones y violencia al estilo Hollywood, justo en el momento en que se estaba por filmar la ejecución a punta de pistola de uno de los personajes. Esta secuencia de Il sol dell'avvenire es de las más logradas, y condensa tanto el tipo de humor como el sustento ideológico de la película. Giovanni increpa al director, sosteniendo que esta escena de la ejecución, y la película en general, nos hacen mal como sociedad. En su argumentación, en la que se vale de delirantes recursos y hasta llama por teléfono a Martin Scorsese para que lo avale, trae a mención la escena de No matarás, de Krzysztof Kieślowski (1988), en la que un joven asesina a un taxista. Las imágenes, de violencia explícita, son dolorosamente interminables para el espectador: la escena dura siete minutos, como explica Giovanni, que se hacen insoportables de ver, logran chocarnos.

Por el contrario, el argumento de Giovanni es que aquella ejecución que el joven director quiere filmar propone una estetización. Como Rivette, Moretti plantea aquí que la espectacularización de la violencia nos acostumbra al horror, naturalizándolo.

La otra escena en la que se puede percibir el punto de vista respecto de la cuestión de la violencia en el cine es en el final de la propia película de Giovanni: en el guión original de Giovanni el secretario de la sección romana del PCI y editor del diario local se suicida, cuando asume la traición al pueblo que implicaba su postura de obediencia al partido. Sin embargo, cuando llega el momento, Giovanni se niega a filmar esta escena. Pide por favor que saquen la soga con la que Ennio iba a ahorcarse de su vista, no quiere volver a verla.

Con guiños a la historia del cine y la canción italianas, humor e ironía, Moretti pone en escena en su última película dos fuerzas en tensión: la nostalgia del pasado y una propuesta utópica para el futuro. El cine, en el universo poético de Il sol dell'avvenire es un artificio que permite repensar el pasado y proyectar posibles futuros.

Más recientes
Más populares

No hay comentarios,

¡sé la primera persona en comentar!

6
0
0