Furiosa: ampliando el mundo de Mad Max

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Balde Runner fue un fracaso de taquilla en sus dos entregas, la primera por Ridley Scott y la segunda por Denis Villeneuve, ambos grandes cineastas. Dark City fue un fracaso en taquilla y ahora es la obra, junto a El Cuervo, más reconocida de Alex Proyas. Los Hijos del Hombre que consolidó a Alfonso Cuarón como fenómeno del cine internacional, fue un fracaso en taquilla. Invasión del siempre polémico y excelente Paul Verhoeven fue un fracaso de taquilla. La Cosa del Otro Mundo de John Carpenter fue un fracaso de taquilla.

Aunque hay muchos ejemplos más, queda claro que el éxito en taquilla no es un indicador de calidad de un producto cinematográfico, mucho menos en el género de ciencia ficción que suele, por un lado, espantar a la audiencia en caso que no se trate de la clásica ficción de superhéroes simplona y plana, y, por el otro, cuando se trata de una saga tan longeva y diversa que, finalmente, se enfrenta a un discurso misógino que si bien no impactó a Fury Road, si se gestó allí y se extendió con los años al hacer referencia a una película de Mad Max sin Mad Max, como si este fuese un problema que mermara la calidad o desviara el enfoque de la misma. Sin embargo, este fracaso no tiene ninguna relación con la calidad. Furiosa es excelente.

Y es que es común que el ego del creador devoré la calidad de su producto y lo vaya llevando por el camino del ensimismamiento pretencioso o de la simplificación comercial, como son los casos de Ridley Scott y su destrucción de la saga Alien o Steven Spielberg y su Parque Jurásico. Ante esto, los creadores pueden optar por no continuar con la saga, como Robert Zemeckis y su saga Volver al Futuro, o retomar las riendas ante el fracaso de la misma, como James Cameron y su Terminator, quien ahora retoma los derechos de la saga esperando renovarla y componer el daño infligido con entregas cada vez más patéticas.

George Miller es un caso impresionante y único. Con una pasión inmensa, Miller se entrega en cada película y deja que su imaginación vuele, pero siempre pensando en sus personajes, que son tan diversos, profundos, interesantes y visualmente impactantes que colman todas las escenas. Hasta el más secundario de los personajes tiene en la cabeza de Miller toda una historia detrás y eso se confirma en los créditos finales donde sabes sus nombres e identificas su papel en el universo milleriano. Furiosa es un relato épico que partiendo de Fury Road, nos explica el por qué de la furia y el por qué del camino y describe los orígenes de una Furiosa que es obligada a contener el odio y la sed de venganza y convertirlos en motivos de supervivencia. Personaje fuerte, capaz, sensible, humano, vengativo, que es abstraída de su mundo y forzada luchar todos los días por protegerse a ella y a su tierra de origen. Para lograr aún un mayor impacto, a Furiosa le acompaña un villano que de manera caricaturesca pero no absurda representa el poder de la desesperanza y la vilificacion de la naturaleza humana en una distopía basada en la escasez absoluta y la tiranía idólatra.

En un presente en que los genocidios se silencian, las ya de por sí insuficientes normas internacionales se violentan y los autoritarismos se consolidan, el Dementus de Chris Hemsworth nos recuerda que el origen de la destrucción es la desesperanza. La elegante violencia de Furiosa se confronta con el cinismo reaccionario de su secuestrador. Sin embargo Dementus será más de lo qué todo mundo piensa de él y sus motivaciones serán más profundas de lo que su caravana de acólitos vulgares y absurdos parecería proyectar.

Para entender a este Miller nos sirve pensar en su obra anterior fuera de la saga: Érase Una Vez un Genio. En ella Miller nos enseña sus influencias, los grandes mitos e historias épicas de la antigüedad y su carácter ilustrativo, como compendio de sabiduría universal que informan de nuestras flaquezas, defectos y errores como seres humanos. Furiosa es una epopeya, la de la humanidad post apocalíptica y un mensaje al presente. Cuando la respuesta parece ser la violencia, el autoritarismo y la lucha desesperada por la supervivencia, quizá, sea ya demasiado tarde.

La acción es impecable, y aunque Miller prefirió el uso de CGI para evitar el infierno de rodaje de Fury Road, sobre todo al ser ya casi octogenario, no es el realismo sino el dinamismo y la narrativa detrás de cada enfrentamiento lo que los hace emocionantes y bellos. Miller nos muestra una violencia bellamente filmada más no idealizada.

Furiosa es una película más de una saga impecable que su proyección en IMAX en cines nos brinda la mejor experiencia.

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