Saw X o el cine como un juego de mecanismo

Escrito por Matias Sielecki (Siele)

Saw, la ya mas que famosa saga de horror y gore que creo un joven James Wan junto a Leigh Whannell, llego a su décima entrega de la mano del director Kevin Greutert, quien supo entender a la perfección la esencia de toda la saga.

“¿Quieres jugar un juego? ”

Esta pregunta es la que se tomó en serio Greutert, como si fuera Jigsaw nos envuelve en sus acertijos con mecanismos perfectos, ya sea con en cuanto a lo visual con sus planos circulares y fragmentados, los cuales funciona como si fueran unos engranajes, ya que fluyen acelerados por el montaje que nos genera cierta ansiedad como si estuviéramos nosotros en las trampas John kramer (Tobin Bell) tratando de evitar el final trágico que se nos avecina.

O mismo desde la trama la cual para esta vez está situada entremedio de las dos primeras entregas, lo cual es un acierto, ya que son las mejores de la saga y las que los espectadores solemos tener más presentes. Aquí nosotros seguiremos a John Kramer, Jigsaw quien se acaba de enterar de que está en sus últimos meses de vida, se ponen en busca de una curación mágica para su cáncer, pero se ve estafado.

Por más que gran parte de la película parezca un drama sobre la vida, la redención y la muerte, las trampas y la justicia sádica no tarda en aparecer. Además es un gran acierto cambiar de punto de vista pasamos de estar con los juzgados ahora acompañamos al juez y conocer un poco la psicología del mismo y si es que hay una pisca de humanidad en él.

Todo funciona desde su cabeza, que se imagina, que piensa, que siente, se redime de sus acciones todo se pone en duda hasta el final, sumado a esto tenemos un toque detectivesco que nos hace caer en la nostalgia tanto de sus primeras cintas como el cortometraje que lo empezó todo. Esto también pareces a las recurrentes locaciones de hospitales.

La doble historia paralela del juego y el drama construyen un acertijo en el cual nos volverá jugadores y cómplice de Kevin Greutert, ya que varía de forma casi impredecible haciéndonos desear Mr. Kramer tenga ganas de empezar con su juego, pero todo lo bueno se hace desear y nunca mejor dicho las trampas y la satisfacción que nos dan ver esas torturas en personajes que anteriormente nos hicieron odiar con todo el alma, llega al mismo tiempo que descubrimos el último esperanza de humanidad dentro Jigsaw.


Y este mecanismo ya anteriormente mencionado de ejes, giros de en la trama, la esperanza casi frustrada de ver el gore y el montaje mítico de aceleración hace que sea un juego en el que nos cuestionemos a nosotros mismo si ¿vale la pena la justicia por mano propia o no?

yo por lo menos pensaré dos veces mis acciones antes de que alguien me quiera dar una "segunda" oportunidad en mi vida.