GATO CON BOTAS: EL ÚLTIMO DESEO | La animación como fábula contemporánea

“Solo tenemos una vida. ¿Cómo vamos a vivirla? Ese es un tema poderoso y relevante para todos.” mencionó en 2021 el director Joel Crawford al explicar la curiosa premisa de un gato con nueve vidas y la forma en que el equipo creativo de Gato con Botas: El Último Deseo decidió abordarla de manera más seria.

Así como no es ninguna novedad que una narrativa tradicional en cine busque abordar una tesis de carácter ético y universal, tampoco lo es el hecho de que gran parte de las historias contadas a través del tiempo por distintas civilizaciones han utilizado dicho recurso para reflejar los valores morales más importantes de la sociedad que las transmite. De este modo, de entre mitos, cuentos y leyendas, surgen las fábulas; relatos generalmente protagonizados por animales que hablan y actúan como seres humanos, cuyo fin es compartir enseñanzas colectivas sobre las formas de vivir en sociedad y en donde queda clara una moraleja.

El intrépido Gato con Botas se encuentra ahora viviendo la última de sus nueve vidas. Pero, ¿cómo se llegó a este punto? La cinta nos muestra través de un divertido montaje las ocho muertes de nuestro héroe, y hace testigo a la audiencia de la manera tan absurda en que el Gato desperdició sus ahora escasas vidas. El espectador es puesto en la misma postura que el protagonista, “riéndose en la cara de la Muerte” y, cuando la Muerte nos devuelve la risa, el inmenso miedo del personaje nos refleja ahora también a nosotros. El Gato es una muestra de actos, vicios y defectos humanos, malgastando cada una de sus vidas y siendo él la verdadera causa de sus muertes al beber en exceso, involucrarse en peleas, comer cosas dañinas, intoxicarse y ponerse en peligro. Es, como en la fábula, una crítica hacia ciertas actitudes y comportamientos, que se disimula con el uso de animales humanizados.

Es interesante destacar que, a diferencia de otras entregas en la franquicia de Shrek –que activamente parodian y ridiculizan su inspiración de cuentos y obras clásicas, Gato con Botas: El Último Deseo (2021) carece de esa irreverente ironía. En su lugar, desde los primeros segundos la cinta nos permite vislumbrar una sinceridad carente de burla o interrupciones cómicas. “Estrella brillante, estrella radiante, que apareces ante mí, fulgurante. Un deseo tengo, un deseo anhelante, que este deseo se cumpla cuanto antes.” menciona en prosa nuestro felino protagonista, seguido por la afirmación «Esta historia es un cuento de hadas».

CUENTO, FÁBULA Y CINE – SIMILITUDES ESTRUCTURALES

Mientras Aristóteles planteaba en su “Poética” una estructura para dividir una ficción dramática en tres bloques o “actos”, en el Siglo XXI podemos entender una narrativa cinematográfica tradicional a través de esa misma estructura: un principio, un desarrollo o nudo y un desenlace. Gato con Botas: El Último Deseo nos sitúa en un universo con reglas que ya conocemos: los cuentos de hadas son reales y la historia que vemos desenvolverse es, en sí misma, un cuento de hadas. Sin embargo, del mismo modo que el cuento y el guión cinematográfico, la fábula también maneja una estructura secuenciada en tres grandes núcleos narrativos.

Bajo esta estructura general, podemos entender que Gato con Botas: El Último Deseo opera de forma bastante similar a dos tipos de fábulas: la fábula de situación y la fábula agonal. Por un lado, la fábula de situación sitúa al personaje frente a un dilema que debe resolver solo y otros personajes, incluso el lector, observan y sancionan sin participar. Mientras vive su última vida, el Gato con Botas huye temeroso de la Muerte y, al llegar el tercer acto, debe enfrentarle cara a cara mientras sus amigos y acompañantes se mantienen expectantes detrás de las llamas. Así mismo, mientras Ricitos se aferra al deseo de una nueva familia a lo largo de la historia, es solo ella quien debe llegar a la conclusión de formar parte de los 3 Osos (sin apoyo protagónico o antagónico). Este es un camino que los personajes deben recorrer solos, y solo ellos hallarán la conclusión de estas líneas dramáticas.

Por otro lado, la fábula agonal enfrenta un dilema entre dos personajes a lo largo de sus tres pulsos narrativos. Existe un intercambio de opinión o disputa entre dos posibilidades, generalmente representadas por dos personajes (protagonista-protagonista o protagonista-antagonista), en cuyo caso la discusión se convierte en enfrentamiento y, tras el cual, el vencedor tiene la última palabra. En este sentido, Gato con Botas: El Último Deseo mantiene esta estructura en las distintas dinámicas que mantiene el Gato con los demás personajes; tanto antagonistas como de apoyo. Las posturas de los demás personajes son las detonantes del cambio activo en el Gato al renunciar a la Estrella del deseo para dar valor a su última y única vida. El dilema presentado hace triunfantes los valores ideológicos de Perrito y Kitty, que a su vez hacen triunfante al Gato frente a la Muerte.

LOS ANIMALES COMO ANALOGÍA

A diferencia de su peculiar enfoque frente a sus fuentes literarias, la secuela de nuestro héroe favorito sí mantiene una tradición iniciada desde Shrek (2001): los personajes provienen de cuentos clásicos. Sin embargo, esta entrega introduce un personaje nuevo que no halla origen en una obra literaria en específico: la Muerte, personificada como un vengativo lobo con hambre de miedo. Presentar a la Muerte misma por medio del lobo como símbolo es una decisión interesante, que abarca no solo un sentido narrativo, sino una construcción semiótica que ha servido de recurso a través del tiempo en distintas obras.

A pesar de no ser un personaje proveniente de una obra en específico, la elección del lobo como representación de la Muerte sí se ve reforzada por su trasfondo literario. Mientras cuentos como “Caperucita Roja y el Lobo Feroz” le atribuyen rasgos como la astucia y el engaño, fábulas como “El Cordero y el Lobo”, "Los dos lobos amigos y “El lobo y el perro” le dan, además de lo antes mencionado, características egoístas y carroñeras. Tanto en el cuento como en la fábula, el lobo es una figura que ha mantenido una connotación antagonista, agresiva y peligrosa, cuya principal fuerza de acción es el hambre. Fuerza que, al concluir la historia, no es lo suficientemente intensa para que logre su propósito.

En el caso puntual de Gato con Botas: El Último Deseo, la Muerte vista como un lobo feroz le otorga un mayor peso dramático y antagónico, no solo por su carga simbólica literaria, sino por la dinámica que juega en contraste con el Gato. Un canino salvaje persiguiendo a un felino. Es un depredador que disfruta olfatear el miedo de su presa, con la certeza de verse victorioso. Guiada por su hambre, la Muerte busca saborear una pelea con “la leyenda” y parece precisamente eso lo que, como en la fábula, resulta en la misma derrota de la figura del lobo. La arrogancia de la que en algún momento pecó el protagonista es la misma derrota del antagonista. Una vez más, el lobo sufrirá de hambre.

[Como observación adicional, parece también destacable que, al igual que en una fábula y un cuento clásico, la mayor parte de personajes realmente carecen de nombre: Gato, Perrito, Kitty (gatita), Lobo, etc.]

FÁBULA Y ANIMACIÓN – ¿UN ENFOQUE INFANTIL?

Es interesante pensar en la fábula como una manifestación poética para todo público que, sin embargo, representó por siglos un recurso destinado a la formación moral de los niños. Pareciera que el contenido pedagógico como finalidad esencial del género, así como hablar de vicios y valores por medio de animales humanizados, representaron aspectos atractivos especialmente para el público infantil. No es entonces de extrañarse que la animación, con una menor limitación en cuanto a recursos narrativos y estilísticos a comparación de otras formas cinematográficas, presentara mayor posibilidad de tocar cuestiones humanas universales a través de personajes animales reconocibles e identificables.

Si bien el cine de animación no es exclusivamente para un público infantil (y tampoco representa un género narrativo per se), parece ser que es el medio audiovisual que mejor se adapta a obras y géneros literarios con elementos que fueron siempre del agrado del público más joven. Esto, sin embargo, ha abierto el camino a proyectos que aprovechan y subvierten estos elementos estilísticos con el fin de dirigirse a un público adulto, como Fritz the Cat (1972) o más recientemente BoJack Horseman (2014-2020).

LA VIDA COMO MORALEJA

El enfrentamiento final del Gato contra el Lobo es un reflejo de su primer encuentro, pero en esta ocasión el protagonista demuestra el valor de mirar, literalmente, a los ojos de la Muerte. El Lobo se inclina para echar otro vistazo y asegurarse de que el Gato, después de sus experiencias con Kitty y Perrito, ha cambiado. Está dispuesto a pelear hasta el final, aún sabiendo que la Muerte no puede ser derrotada. La victoria que antes parecía dulce para el Lobo representa ahora un sabor amargo, por lo que deja escapar a su presa.

“Vine aquí por una pequeña leyenda arrogante que se creía inmortal, pero ya no veo eso en ti.

Vive tu vida, Gato con Botas, vívela bien. Sabes que nos volveremos a encontrar, ¿verdad?”

Ambos personajes reconocen que sus caminos volverán a cruzarse y, sin embargo, el Gato está ahora en paz con eso. Cuando la muerte no significaba nada, la vida tampoco. Si antes nuestro héroe encontró el amor y prefirió huir para conservar “la leyenda”, es ahora la posibilidad de perder algo valioso lo que le permite afrontar la vida a pesar su inminente final. La vida no se trata de perseguir placeres momentáneos, sino de pasar ese tiempo limitado con aquellos que ama.

Es así como la moraleja que distingue a esta narrativa de otras formas literarias mantiene un diálogo directamente con su público: a través de una enseñanza moral clara, un consejo, una pauta de conducta. Lo anterior, aunado al uso de una estructura tradicional de tres actos, su cercanía tanto a la fábula de situación como a la fábula agonal, personajes animales que representan vicios y virtudes humanas como principales guías narrativas y elementos formales que reconocen a una audiencia similar a la de la fábula representan el distintivo necesario no solo para distinguir a Gato con Botas: El Último Deseo de sus contemporáneas, sino para incluso considerarla una fábula moderna en forma cinematográfica.