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El Ladrón de Orquídeas: La adaptación de Charlie Kaufman

Adaptation (2002) es probablemente la película más personal del guionista Charlie Kaufman. En ella, vemos sus frustraciones y bloqueos a través del personaje que lleva su mismo nombre, un atrevimiento digno de pocos escritores.

El Ladrón de Orquídeas (nombre que llevó el filme en Latinoamérica) muestra que el trabajo del guionista es un engranaje crucial para la realización de una película. En este caso, se le pide a Kaufman que entregue un avance de su guion adaptado del libro El Ladrón de Orquídeas, ya que ha tardado 13 semanas sin presentar ninguna novedad. En más de una ocasión, se le sugiere a Charlie que invente una historia (ya que el libro carece de una) o que use a Laroche (protagonista del libro) como el típico personaje cómico, con lo cual el guionista está en desacuerdo. Sin embargo, de ello depende su carrera.

La cinta aborda el tema de la adaptación, no solo en el sentido de trasladar la obra literaria a un largometraje, sino también en cuanto a la adaptación al mundo en términos de mutabilidad: cómo prosperar en él y encontrar la pasión personal.

El personaje de Susan (autora del libro) es alguien que ha logrado adaptarse a su entorno de clase intelectual y formación profesional. Sin embargo, no está feliz con la vida que lleva, pues se siente solitaria y busca refugio en Laroche, de quien aprende sus vivencias y queda maravillada con la pasión que siente por las orquídeas. Laroche es un claro ejemplo de un personaje que ha logrado una completa adaptación. Susan siente que aprende más de él que de sus compañeros de trabajo, aunque debe mantener las apariencias y continuar su relación con su esposo.

Por el contrario, el personaje de Charlie no logra adaptarse a su entorno social. Es introvertido, lleno de inseguridades, se considera un perdedor y no toma la iniciativa en situaciones que lo requieren, por mucho que lo intente. Este problema se refleja en sus intereses amorosos, que le provocan sudoración e incluso tartamudeo. Por esta razón, además de suspensamientos intrusivos y su bloqueo creativo, tampoco logra ser feliz y su único modo de cumplir sus deseos es a través de fantasías.

Su trabajo como guionista lo tiene constantemente ocupado, pero no logra plasmarlo en una página porque considera que el guion es un trabajo hacia lo desconocido y que uno debe dejarse llevar sin seguir ningún tipo de modelo.

Por otra parte, su gemelo Donald es lo opuesto al guionista: es atrevido y decidido, y no le importa lo que piensen de él. Gracias a ello, logra convertirse en guionista y desenvolverse con naturalidad ante las chicas. Además, está de acuerdo con las imposiciones de la “industria” cinematográfica, a diferencia de Charlie. Él acepta los principios del guion tradicional, por lo que sus ideas son consideradas clichés por su hermano. Esto genera un contraste interesante entre ambos, ya que el gemelo suele estar tumbado en el suelo mientras Charlie se encuentra en un nivel superior, pues considera que este no merece respeto.

A nivel de representación, Charlie Kaufman encarna un guion más de “autor”, hecho bajo sus propias convenciones y con completa libertad, mientras que su gemelo representa la “visión de Hollywood”, con todos sus mecanismos y estructuras previamente establecidas. El problema surge cuando esa libertad del autor se ve comprometida con la autenticidad de la historia original, que establece sus propios límites. El personaje de Charlie se enfrenta a una incertidumbre: quiere respetar la obra de Susan, pero no logra hacerlo de manera original. Tras la intervención de Robert McKee, nuestro protagonista cede ante las ideas de su hermano gemelo y trabajan juntos, incorporando en la cinta elementos de los que Kaufman se quejaba, como su gemelo cantando de la nada, persecuciones, deus ex machinas y demás eventos que permitirán la conclusión de su guion.

McKee es el que hace a Kaufman desarrollarse como personaje, pues sus consejos son aplicados por el protagonista y le da un giro total a la película. Por ejemplo, Robert menciona que no se debe usar la voz de narrador, tal y como el propio Kauffmann estaba utilizando en el guion de Adaptation a traves de los pensamientos del guionista, criticando su propio trabajo de manera ingeniosa. Además, McKee le recomienda hacer su guion interesante, aumentar el drama y reforzar el tercer acto, que es lo que considera más importante, ya que es con lo que el público al final se queda pese a los posibles defectos que tengan los actos anteriores.

A nivel personal, disfruté mucho esta cinta, ya que, además de jugar con la metaficción, exalta el trabajo y la dificultad que enfrenta Kaufman como guionista. La búsqueda de la originalidad se logra, e incluso la aparición de ciertas escenas del rodaje de ¿Quieres ser John Malkovich? serán muy disfrutables para aquellos que hayan visto previamente esa película también dirigida por Spike Jonze. Además, el hecho de que sea una adaptación realizada de una manera poco convencional nos habla de la maestría de Charlie a la hora de escribir sus guiones.

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