¿Una vuelta a las creencias? La ultraderecha, el evangelismo y su reflejo en el cine

“Vimos al ‘padre ciencia’ llorar. Creo que a partir de ahí hay un auge que se mezcla con la desesperación que hay en el mundo: en cuanto a falta de trabajo, en cuanto a imposibilidades de conectarse o vincularse. Entonces, hay un auge muy fuerte de la creencia”, dice Agustín Carbonere, director de la película El santo. El film fue estrenado hace unas semanas en el cine Gaumont y narra el ascenso y caída de un curandero, desde que atiende en una galería hasta que tiene su propio programa de televisión masivo, con el cual impacta en las masas.

No es la única ficción que lleva injertada la problemática religiosa en su hilo narrativo. La exitosa Cuando acecha la maldad de Demián Rugna, los cuentos de Un lugar sombreado para gente sombría de Mariana Enriquez o la serie El reino son otros ejemplos. Y en todas también está muy presente el vínculo entre lo religioso y lo político. Y no es por nada; el arte siempre refleja el contexto en el que se realiza.

Una época de crisis en la que ganó en Argentina un presidente de ultraderecha alineado a la ideología neoliberal del individualismo, el libre mercado y con un tinte claramente mesiánico. Una época en que “la marcha silenciosa” de los evangelistas más conservadores, según dice el doctor en ciencias sociales (UBA) Rubén Manases Achdjian en diálogo con este medio empieza a ser más sonora. Una época en la que ciertos discursos de odio cargados de prejuicios religiosos resurgen con potencia.

Cuando la historia se torna crítica, cuando no alcanza ni para llegar a fin de mes y para muchos ni para comer, surge más que nunca la necesidad de creer. Pero, ¿en qué exactamente? ¿Quiénes se apropian del discurso religioso para sus propios fines? ¿Cómo se refleja eso en las ficciones?

Una marcha cada vez más sonora

El 5 de febrero del 2024, el Gobierno de Javier Milei tercerizó la ayuda social de los comedores comunitarios. Le entregó 177 millones a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (ACIERA) Un par de meses más tarde, un 18 de abril, el Senado aprobó la ley 27.741, que declaró El Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes cada 31 de octubre. Se eligió dicha fecha en conmemoración al día en que Martín Lutero clavó las 95 tesis en la puerta de la iglesia del Castillo de Wittenberg, acción que marcó el inicio de la Reforma Protestante en Alemania durante el siglo XVI.

A lo largo del tiempo la rama luterana del cristianismo se fue ramificando y subramificando. Esto se conoce como el fenómeno de la atomización: “Las iglesias crecen de manera muy dispersa. Va en conjunto con que se va reproduciendo de manera muy grande. Hay mucha fragmentación. No todas las iglesias son iguales”, aclara en diálogo con este medio el co-coordinador del Grupo de Trabajo CLACSO "Religiones y sociedad" y miembro fundador del Seminario de Intersecciones de lo Religioso (SEMIR), Erick Adrián Paz González .

Entre las tantas alas surgidas de aquella ruptura con la Iglesia Católica se pueden encontrar el anglicismo, el metodismo, el baptismo, el adventismo o el evangelismo. Este último es una de las ramas más populares e influyentes en el mundo. Su principal base que la diferencia de otras religiones es que enfatiza la autoridad de la Biblia, en especial de los Evangelios, y propone recuperar el cristianismo primitivo. Pero hay una rama dentro de esta que es funcional al pensamiento neoliberal: el pentecostalismo.

“Las iglesias evangélicas existen hace más de 150 años en el país, pero las nuevas iglesias evangélicas, —sobre todo las pentecostales— le han encontrado la relación con el poder político y económico”, explica Achdjian. Casi desde sus inicios Argentina se constituyó como un país católico apostólico romano. Hubo medidas como el permiso del culto privado a protestantes ingleses en 1813 y de culto público en 1825 que fueron dando lugar a otros cultos, aunque por debajo de aquella religión predominante institucionalmente más que nada a partir de la sanción del artículo 2 de la Constitución Nacional de 1853.

Luego de la Última Dictadura —en la que reinó un control estricto de la institución católica como la principal mediadora religiosa con el Estado—, y con la llegada de la democracia, la diversidad religiosa comenzó a aflorar. A la vez, diferentes cultos comenzaban a reformarse por dentro y a ser cada vez más visibles.

El pentecostalismo, a diferencia de otras ramas evangelistas, tiene entre sus características destacar la actualidad de los dones del Espíritu Santo, que entre otras cosas resalta la posibilidad de traer prosperidad a la vida terrenal. Este vínculo con lo terrenal articulado con un literalismo bíblico es la explicación de su cada vez mayor correlación con el área política.

“Se vuelve peligrosa cuando los grupos no son capaces de hacer otras interpretaciones de sus fundamentos o no les interesa”, enfatiza Erick Adrián Paz González . Así, esta rama tiene como móvil una única e inamovible interpretación de la Biblia. Se podría decir que dos de sus más destacadas acciones provienen de la Parábola de los talentos y de la Teología de la prosperidad.

La primera se puede encontrar en el evangelio de Mateo, mientras que la segunda fue una interpretación de la Biblia que cobró fuerza en Estados Unidos a mitad de los años cincuenta. Ambas son no solo funcionales al capitalismo en sí, sino a su rama más feroz, el neoliberalismo. Ambas refuerzan la idea de que Dios quiere que sus fieles tengan una vida próspera, que en palabras de los pentecostales quiere decir que sean económicamente ricos, físicamente sanos e individualmente felices.

Actualmente, el evangelismo cuenta con alrededor de 700 millones de seguidores en todo el mundo. En Argentina, según datos del CONICET de 2019, el 15,3% de la población se identifica como evangélica, con más de 25.000 iglesias en todo el país.

Las tres organizaciones que nuclean a las iglesias evangélicas en Argentina son: la Federación Confraternidad Evangélica Pentecostal (FECEP), la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE) y la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA). Mientras que FAIE tiene un acercamiento más progresista en cuanto a problemáticas sociales, ACIERA es la que tiene lazos con un pensamiento más conservador.

No es de extrañar entonces el estrecho lazo que va hilando esta última entidad con el poder de turno. Si bien nunca se afirma como partidaria —y hasta su presidente, Christian Hooft, tuvo ciertas críticas hacia el gobierno— es innegable la forma en la que se fueron colando en el poder gubernamental.

Libertarismo y evangelismo

El 24 de abril se llevó a cabo “Iglesia y Gobierno: un encuentro federal organizado por ACIERA”. El evento celebrado en la iglesia ‘Una Vida Mejor’, ubicada en el barrio porteño de La Paternal, congregó a más de 150 líderes, referentes, pastores y funcionarios de distintos organismos, tanto de forma presencial como a través de zoom.

Allí estuvo presente Christian Hooft, quien dejó en claro la intención de la organización al decir que su objetivo es realizar “una revolución transformadora” en nombre de Jesús y hacer que “las obras acompañen a las palabras”.

Pero también hubo tanto funcionarios como actuales exfuncionarios, como el diputado provincial por Santa Fe, Walter Ghione; el presidente del partido Más Valores en Buenos Aires, Daniel Di Paolo; el actual ministro de Desarrollo Humano y Hábitat en el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Gabriel Mraida y el ex diputado y ex embajador, Eduardo Amadeo.

Faltaron tal vez la presencia del diputado nacional por Tierra del Fuego de la Libertad Avanza (LLA), Santiago Pauli y la diputada nacional por San Juan de LLA, Lourdes Arrieta. Y ni hablar de la legisladora libertaria Vilma Facunda Bedia, conocida recientemente por haber querido contratar a 11 miembros de su familia en el Estado, o de Nadia Marquez, hija de quien dirige la iglesia evangélica que recibió la financiación de Petovello y actual diputada nacional de Neuquén por LLA. Todos, por supuesto, evangelistas.

Casi al final de dicho encuentro, el pastor Rafael Pedace abordó el tema de la relación entre la Iglesia y el Gobierno, haciendo énfasis en la importancia de ejercer dominio y autoridad.

Los amigos de Dios

ACIERA se relaciona estrechamente con la Iglesia del Reino de Dios de Brasil, con aquellos pastores que dan sermones en programas nocturnos y que reciben dinero a cambio de otorgar la felicidad en un futuro plano. “Los amigos de Dios”, como los llama Charly García en su último disco, Random. “Es medianoche en la televisión, cuando uno quiere algo de diversión, con maquillaje, sin disfraz, aparecen los amigos de Dios”, dice la letra.

Es la misma figura en la que se convierte Rubén Sosa en El santo. Un hombre que pasó de ser un sencillo curandero de una galería que recibía cualquier tipo de ofrenda a cambio de sus milagros a ser un showman de la televisión adorado por miles. “Es alguien que es producto, es carne para un vehículo mayor”, aclara su director Agustín Carbonere en dialogo con este medio. Es alguien que utiliza —o es usado por— los grandes medios de comunicación para moldear las mentes de la gente.

“¿Quién mira esos programas? Un tipo que está insomne por sus problemas”, afirma Achdjian. Y es en esos momentos de vulnerabilidad, cuando la noche hace que los demonios internos estén más fuertes, que las personas se ven influenciadas por un discurso salvador. Esa misma problemática de los medios de comunicación es explorada por Demián Rugna, director de Cuando acecha la maldad.

“Los medios de comunicación pueden manipular la cabeza de la gente y volverte loco y hacerte creer cosas que no existen. Y esa alineación se contagia de cabeza y genera una locura contagiosa que se basa mucho en la furia y la decepción de la gente”, declara el director a este medio. Él tenía la idea de un guion para una película que nunca hizo sobre un hombre que volvía a su pueblo de origen y descubría que era odiado por todos debido a cierta influencia mediática. Sin embargo, muchas ideas de ese proyecto jamás realizado se volcaron en la multipremiada y popular Cuando acecha la maldad.

En esta se describe una especie de epidemia que invade a toda una población rural, representada en la figura de la maldad y del embichado que la posee. Está demostrado cómo el terror usado de forma inteligente puede transmitir múltiples subtextos y capas de significado. En este sentido, la película trata temas como la xenofobia, el riesgo de los agrotóxicos y hasta, en palabras de Rugna, “el advenimiento del neofascismo en el mundo”.

El guion de la película fue hecho en plena pandemia del Covid-19, así como su producción. Es inevitable relacionar su realización con aquel hecho que sacudió al planeta. Y según Carbonere, esto no fue un caso aislado para el fortalecimiento de las creencias y de las Nuevas Derechas: “Yo creo que hay una crisis pospandémica. A la ciencia se le cayó una careta. Hubo un gran despertar en cuanto a que la ciencia no es imbatible”, declara.

La Libertad Avanza se fundó el 14 de julio de 2021. Sus ideas afines fueron creciendo en medio del encierro. Sus posteos y reels en las redes sociales fueron colándose en la mente de los jóvenes —lo que Rugna llama “hackeo mental”— mientras que su crítica al Estado interventor se hacía eco en marchas, en protestas antivacunas y en las críticas al Papa. Fue un factor que acrecentó un fenómeno que venía creciendo desde hacía tiempo.

“La ciencia había asesinado a Dios, pero nos dimos cuenta en la pandemia que la ciencia también responde a determinados intereses y que no todo lo puede. Hay que culpar a alguien. ¿A quien culpo? Al Estado. Para esa gente es un Estado caro, ineficiente, que no sirve. Esto también influye en consolidar un pensamiento antiderechos. Un pensamiento promercadista”, desarrolla Achdjian.

Por otro lado, la figura de Javier Milei había concentrado aquel ataque al Estado de Bienestar que estaba en la consciencia popular. Su aparición en los medios fue al principio sutil, luego cada vez más reiterada y desatada. La generación de un enemigo en común representado en “la casta” y su discurso de odio explícito fue cimentando su carrera durante años. Con su victoria electoral del 56% en el ballotage contra el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, se consolidó —para la gran mayoría, de forma inesperada— como el presidente de la República Argentina.

Un enigmático dibujo circulaba por redes sociales antes y después del triunfo político. "La Argentina tendrá su Revolución Francesa, en triunfo, puede ver sangre en las calles si no ve el instante del hombre gris", recita la leyenda debajo de una psicográfica de Parravicini de 1941. Benjamín Solari Parravicini fue un dibujante al que se denominó “el Nostradamus argentino”. El artista muerto en 1974, aseguraba que sus psicografías eran dictadas por hadas, duendes, ángeles y otras entidades. Acumuló algunos seguidores que aseguraron que vaticinó hecos históricos como los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, los atentados de las Torres Gemelas o la victoria de Javier Milei en las elecciones.

“El hombre humilde en la Argentina se allega para gobernar. Él será de casta joven y desconocida en el ambiente, más será santo de maneras, creencias y sabiduría. ¡Él llegará luego de la tercera jornada!”, continúa aquel escrito del denominado Nostradamus argentino. El Presidente recibió en marzo a su despacho a la sobrina nieta de Parravicini, Marcela Podestá Costa. Un gesto que tal vez busca confirmar aquella creencia que se mueve entre los libertarios y que tiene como foco al Presidente.

Los mercaderes de la esperanza y el fascismo de mercado

“El fenómeno actual está cruzado por un montón de ejes temáticos. Por eso es tan difuso ver qué es la Nueva Derecha”, dice Achjian. Tiempos de crisis, la necesidad de creer y el uso político de esa creencia para impulsar una carrera —o como lo llama Erick Adrián Paz González, “secularismo estratégico”— son solo uno de los tantos factores que pueden identificar el contexto geopolítico de esta época en Argentina y en el mundo.

Si bien se puede hacer similitudes con otros periodos históricos de otros países o con figuras como Trump, Bolsonaro o Bukele, Milei y el país en el que ganó cuentan con su propia característica particular. “La conjunción entre el mercader de la esperanza y el fascismo de mercado es lo que produce la nueva derecha”, lo sintetiza Achjian.

El discurso religioso es apropiado por el gobierno libertario en forma de secularismo estratégico para cooptar votos de una gran parte de la población decepcionada —y hasta furiosa— con las viejas ideas y los tradicionales partidos políticos. Como observa Erick Adrián Paz González , los discursos del Presidente relacionan al “enemigo diabólico de izquierda comunista” con el “católico seguidor del Papa”. “Más que asumirse como evangélico pentecostal utiliza la idea cristiana general apelando a la mayor cantidad de cristianos que puede, pero sí apelando a la idea anticatólica, antipapal”, desarrolla el investigador de CLACSO.

Y tal discurso es a la vez funcional a las ideas más centrales de aquella rama del evangelismo. Como toda ala surgida del luteranismo, fue a la par que el desarrollo de los países más capitalistas. Y en este sentido, el neoliberalismo es el catalizador perfecto para tales conceptos meritocráticos. “Si luego de 70/80 años de intervencionismo estatal no sirve, es caro y promueve vagos, desatemos las fuerzas del mercado (que son muy parecidas a las fuerzas del cielo, porque son invisibles, no sé cómo operan). El que sea capaz de sobrevivir (darwinismo social, que es lo que está detrás del discurso meritocrático), va a sobrevivir y el vago no, y si vivís en la pobreza es porque no hiciste lo suficiente.”, dice Achjian.

Todo arte refleja el contexto en el que se realiza. El éxito de los cuentos de Mariana Enriquez, los cuales emanan un horror muy crudo y visceral en el que abundan las creencias populares es una muestra de ello. La popularidad de la serie El reino ya vaticinaba los hechos políticos que sacudieron al país. El triunfo inédito de Cuando acecha la maldad en el SITGES, el Festival Internacional por excelencia del género y su persistencia récord en pantalla es otro gran reflejo.

La necesidad de creer concluyó en un gobierno de ultraderecha, cuyos intereses meritocráticos afianzan la fe en la libertad de mercado, en el individualismo que todo lo puede y en la creación de un difuso pero englobador enemigo titulado como “la casta” y “la izquierda”. El uso de terminologías religiosas para potenciar su victoria es innegable y aparte del propio LLA, grupos de poder como ACIERA, aprovecharon para hacerse oír aún más luego de su larga marcha silenciosa.

Nota por Alex Dan Leibovich | Periodista | Redactor en Clarín, Indie Hoy, Peliplat y Erramundos.

Publicado el 29 de mayo el 2024, 6.00 PM | UTC-GMT -3.

Más notas relacionadas: Cuando acecha la maldad: una bisagra en el terror argentino | Entrevista a Agustín Carbonere, director de El santo (2023): la necesidad de creer y la mercantilización de la fe | ¿Un cambio de paradigma en la industria cinematográfica?: algunos datos reveladores | Contar para no olvidar: tres películas para preservar la memoria

En caso de que te haya gustado la publicación se agradece mucho dándole me gusta, poniéndolo en favoritos, comentando y siguiéndome para colaborar en su difusión. ¡Gracias!