Las divertidas y valiosas enseñanzas en el cine del danés THOMAS VINTERBERG

Nacido el 19 de Mayo en la capital danesa, Thomas Vinterberg se crió alrededor de hippies contentos y reuniones festivas tres días a la semana. Parece burdo y hasta cruel comentarlo, pero el único propósito de hacerlo es para entender lo que años después plasmaría en su cine. Aceptado en la Academia Danesa de Cine a los 19 años (el más joven en la historia del establecimiento), el entorno comunitario de su infancia y adolescencia fueron las bases de su formación como realizador, ya que a una temprana edad pudo palpar las dinámicas de los grandes grupos humanos. No por nada en su época citó:

“Descubrí que no soy un creador de formas anarquista. Soy intuitivo y estoy tratando de encontrar una manera de explorar la fragilidad humana.”

Su enfoque sensible y perspicaz para explorar la condición humana y las complejidades morales es lo que define a su cine y el terreno en donde mejor se mueve. Desde su primeras películas con ese tono impregnado de DOGMA 95 hasta sus obras más recientes, el realizador nos ha demostrado ser un maestro en el arte de cuestionar las normas sociales. ¿Quiénes somos y en que nos podemos convertir? Mucho de lo que se puede ver en sus obras circula alrededor de estas cuestiones.

Uno de los rasgos más distintivos de su cine se encuentra en la búsqueda constante de la verdad, y la autenticidad en las relaciones humanas y las situaciones cotidianas. Desde su aclamada película de 1998, Festen, hasta su colaboración más reciente con Mads Mikkelsen en Another Round, Vinterberg ha explorado temas comunes y necesarios como la familia, la amistad, el amor y la identidad con una sinceridad cruda y desgarradora. En la políticamente incorrecta ‘Festen’ por ejemplo, el director nos sumerge en una celebración familiar que se convierte en un campo de batalla en donde salen a la luz secretos oscuros, tabúes inquietantes y fuertes emociones por parte de cada uno de ellos. A través de una narrativa intensa, el realizador nos obliga a confrontar las complejidades de las relaciones familiares y la corrosiva naturaleza del silencio y la negación.

Otros temas recurrentes en sus obras son la exploración de la ética y la responsabilidad personal en un mundo cada vez más complicado y moralmente ambiguo. En películas como ‘La Caza’, el director examina el poder destructivo de las acusaciones falsas y la naturaleza volátil de la verdad y la percepción en las comunidades. A través de un maestro de jardín de infantes llamado Lucas (interpretado por Mads Mikkelsen en el mejor papel de su carrera) Vinterberg nos lleva a un viaje emocional y psicológico, cuestionando nuestras propias creencias sobre la inocencia y la culpa. En un momento en el que la sociedad está cada vez más polarizada y propensa a los juicios precipitados, las películas del danés sirven como un recordatorio de la importancia que tienen la empatía, la comprensión y el pensamiento crítico.

A pesar de la oscuridad y la complejidad de muchos de sus temas, el cine de Vinterberg también está impregnado de una profunda celebración de la vida y la alegría. En The Commune nos invita a un viaje nostálgico y conmovedor a través de la vida en una comunidad alternativa en la década de los 70s. A través de personajes llenos de luz y situaciones cómicas y conmovedoras, captura la esencia misma de la humanidad: la búsqueda de la felicidad y la conexión. Esta capacidad de encontrar belleza y esperanza en medio del caos -y la confusión que esto lleva al respecto- es una de las cualidades más distintivas de su cine y lo que lo hace tan relevante y conmovedor universalmente.

Historias comunes. Si existe algo en su filmografía es la poca ambición que hay pero si el enorme corazón que le impregna. Otra Ronda es el último testimonio de ello. La película nos cuenta la historia de un grupo de profesores y amigos a su vez que se someten a un experimento que parece bastante inocente en el comienzo pero que terminará cambiándoles la vida: según la teoría de este experimento deben mantener un porcentaje de alcohol en sangre que promete incrementar la creatividad, la alegría y les ayudará a enfocarse más en las cosas buenas de la vida. Así es como Vinterberg nos habla sobre cuestiones cotidianas adosadas de reflexión moral. El baile de Mikkelsen en la escena final es un canto a la vida y el no preocuparse desde la más bella de las perspectivas.

POR JERÓNIMO CASCO

Publicado el 19 de MAYO del 2024, 11.00 AM | UTC-GMT -3

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