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El 23 de mayo de 2024 se estrena en los cines de Uruguay la película "El viento que arrasa". El filme fue dirigido por Paula Hernández y basado en la novela homónima de Selva Almada.
Esta historia es una odisea emocional que combina la narrativa de una road movie con el poderoso telón de fondo del coming of age. La trama sigue a Leni, quien, inmersa en un destino no elegido, acompaña a su padre, el Reverendo Pearson, en su misión evangélica. Sin embargo, un incidente los fuerza a detenerse en el taller mecánico del Gringo, un hombre que vive al margen de la fe, junto a Tapioca, un adolescente bajo su tutela. Es aquí donde se desata un enfrentamiento entre las creencias del Reverendo y la realidad de Leni, quien ve en la relación entre Pearson y Tapioca reflejos de su propia historia.
Esta obra cinematográfica invita al espectador a un viaje introspectivo, donde los personajes se ven confrontados con sus propias creencias, deseos y destinos.
La película sumerge al espectador en un ambiente denso y cargado de tensiones, a medida que la tormenta se avecina tanto en el exterior como en el interior de sus protagonistas.
La cinta, producida por Cimarrón y Rizoma en coproducción con Cinevinay, ha conquistado escenarios internacionales desde su estreno en el Festival de Cine de Toronto (TIFF), y su destacado papel como película de apertura en Horizontes Latinos en el prestigioso Festival de Cine de San Sebastián.
Filmada íntegramente en Uruguay, en los pintorescos departamentos de San José, Montevideo y Rocha, esta producción cuenta con un equipo técnico mayoritariamente uruguayo, lo que le confiere una autenticidad y una conexión especial con el país y su gente.
Paula Hernández, directora y guionista de “El viento que arrasa”, la describe como una road movie que explora el viaje emocional de un padre y su hija adolescente en medio de una tormenta.
La trama sigue a la joven que intenta romper con un destino predefinido como seguidora de un fanático religioso, enfrentándose a la ausencia de hogar, madre y memoria, mientras lucha contra los estereotipos religiosos que la atan.
La vida a bordo de un automóvil se convierte en una metáfora del desarraigo, mientras la historia se sumerge en las complejidades de los vínculos familiares y las tensiones entre la admiración y el rechazo. La película explora el poder ejercido por los poderosos sobre los más vulnerables, interviniendo en sus conciencias de manera despiadada.
"El viento que arrasa" representa una lucha existencial entre la creencia en lo terrenal y lo religioso, entre lo inmediato y lo trascendental. La quietud previa a la tormenta simboliza la llegada de nuevos tiempos, donde todo se ve arrastrado por el viento, haciendo que los personajes se enfrenten a su destino sin piedad alguna.
En el mundo del cine y la televisión, las narrativas que exploran la presión y los mandatos religiosos ofrecen una ventana única para examinar las complejidades de la fe y la identidad personal.
Otra de las obras que recientemente abordó este tema de manera poderosa fue la serie “Poco ortodoxa”. Esta producción de Netflix se centra en Esther Shapiro, una chica criada en una comunidad jasídica en Nueva York.
La serie ofrece una mirada íntima y conmovedora a la experiencia de Esther, a través de su viaje de autodescubrimiento mientras arroja luz sobre las complejidades de la identidad, la fe y el empoderamiento femenino en un entorno culturalmente restrictivo, tradiciones arraigadas y expectativas opresivas.
Otro audiovisual que explora esta temática es "Mustang", ópera prima de Deniz Gamze Ergüven, estrenada en el 2015 y nominada al Oscar como Mejor Película de habla no inglesa, narra la historia de cinco hermanas huérfanas de un pequeño pueblo de Turquia, que disfrutan del verano en la casa de su familia junto al Mar Negro. Sin embargo, la alegría se ve eclipsada cuando los rumores de su supuesta inmoralidad al relacionarse con chicos comienzan a circular. En respuesta, su abuela y su tío, influenciados por las normas conservadoras de una sociedad tradicional, las obligan a contraer matrimonio en contra de sus deseos, reflejando así las restricciones impuestas a las mujeres en dicha comunidad.
La película ilustra cómo los mandatos religiosos y sociales en una sociedad conservadora pueden restringir la libertad y la autonomía de las mujeres, y cómo las hermanas luchan por mantener su independencia y su voz en un entorno intransigente.
Estas narraciones nos invitan a explorar las complejidades de la fe, la identidad y la libertad en contextos religiosos restrictivos.
A través de sus historias emotivas y personajes convincentes, estas obras nos recuerdan la importancia de cuestionar los mandatos y buscar nuestra propia autodeterminación en un mundo diverso y cambiante.
En "El viento que arrasa", el Reverendo Pearson impone normas estrictas basadas en su interpretación de la fe evangélica, en "Poco ortodoxa", la comunidad jasídica sigue las leyes y tradiciones del judaísmo ultraortodoxo. Y en Mustang se ilustra cómo los mandatos religiosos y sociales en una sociedad conservadora como la turca pueden restringir la libertad y la autonomía de las mujeres, y cómo las hermanas luchan por mantener su independencia.
Estas creaciones destacan las prácticas religiosas que controlan la vida cotidiana de sus personajes, desde la forma de vestir hasta las relaciones interpersonales y exploran el viaje emocional de ellos en su búsqueda de realización personal.
El judaísmo ortodoxo, la religión evangélica y el islam, tienen diferentes creencias sobre Dios, el propósito de la vida, el más allá y otros aspectos teológicos fundamentales. Cada religión tiene su propio conjunto de textos sagrados que consideran revelados por Dios. El Islam tiene el Corán, el judaísmo ortodoxo cuenta con la Torá (o Pentateuco) y otros escritos sagrados, y la religión evangélica se basa en la Biblia, que incluye tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento.
Aunque pueden tener diferentes interpretaciones sobre lo que constituye la moralidad y la ética, tanto el Islam, el judaísmo ortodoxo como la religión evangélica ponen un fuerte énfasis en la integridad y el comportamiento decente de los creyentes.
Las tres religiones valoran a la comunidad religiosa como un elemento central en la vida espiritual de sus seguidores. Sus fieles suelen participar en actividades congregacionales y comunitarias. Promueven una relación personal con Dios y la importancia de la fe y la devoción individual como parte de la vida religiosa.
A pesar de las diferencias entre religiones, las experiencias y sentimientos de las protagonistas en las tres obras presentan una sorprendente proximidad.
Tanto Leni como Esther y las cinco hermanas se encuentran en una encrucijada entre seguir las tradiciones impuestas por sus comunidades o buscar su propia identidad y realización personal fuera de esos confines. Estas mujeres luchan por encontrar su voz y su lugar en el mundo.
Sus historias resaltan la universalidad de la búsqueda de un sentido de pertenencia y realización personal más allá de las fronteras impuestas por la sociedad y la religión.
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