Tres documentales recientes sobre Fórmula 1

Los deportes encontraron en el streaming un ámbito ideal para fidelizar seguidores e ir en búsqueda de nuevas audiencias. La Fórmula 1, desde ya, no es la excepción. A continuación, un recorrido por tres documentales disponibles en plataformas centrados en distintas facetas de la categoría reina del mundo motor.

Formula 1: Drive to Survive (Estados Unidos/2019 – sigue) Showrrunners: Sophie Todd y James Gay-Rees. Duración: seis temporadas con un total de 60 episodios de entre 30 y 50 minutos. Disponible en Netflix

El ruido mediático alrededor de Drive to Survive fue proporcional a las quejas de los pilotos, equipos y dirigentes por su muy particular manera de retratar ese gran circo transcontinental que es la Fórmula 1. Los involucrados la acusan, entre otras delicias, de crear duelos donde no existen, de tergiversar testimonios y de preocuparse más por el sensacionalismo que por la pureza del deporte. Y algo de razón tienen, pues la serie de Netflix fue pensada con un ojo en el público de Estados Unidos, donde está afincada la empresa dueña de la categoría, Liberty Media, y, desde 2023, se disputan tres carreras anuales. En ese mercado, se sabe, un buen escándalo vale –puede valer– tanto o más que un triunfo épico.

Pero quizás la auténtica intención de esta serie sea aumentar la visibilidad de la categoría y, de paso, alejarse del mote de “inalcanzable” que la persigue desde las últimas décadas. Por eso mismo abrió de par en par la puerta de su intimidad para que las cámaras sean testigos de las situaciones cotidianas que ocurren fuera de las transmisiones. Hay de todo: desde escenas de pilotos y jefes de equipo en sus casas y con sus familias hasta acaloradas discusiones en las reuniones privadas de los equipos.

Con ya seis temporadas que recorren lo ocurrido en esa misma cantidad campeonatos, Drive to Survive está más cerca de la acumulación de rencillas cotidianas de un reality show que de aquellos documentales apegados a la idea de registrar lo real. Cada episodio focaliza en un equipo o piloto particular, desglosando los desafíos, obstáculos y objetivos en un determinado momento del torneo.

Más allá de su apuesta por el impacto dramático, Drive to Survive es una buena puerta de entrada a la Fórmula 1, ya que describe con precisión cómo son las dinámicas de cada fin de semana, la importancia de cada etapa (prácticas, clasificación y carrera) y de qué manera funcionan esos vehículos con tecnología de punta y en los que toda variable es medida y almacenada en una base de datos para su análisis posterior.

Lucky! (Reino Unido/2022). Dirección y guion: Manish Pandey. Duración: ocho episodios de 48 minutos cada uno. Disponible en Star+

Lucky! está centrada en la figura de Bernie Ecclestone, a quien no es descabellado señalar –cabeza a cabeza con Enzo Ferrari, cuyo apellido es sinónimo de lujo, velocidad y elegancia– como el hombre más importante de la historia de la Fórmula 1 incluso cuando nunca haya brillado en las pistas. Lo de Bernie –uno de esos personajes que no necesita apellido para identificarlo– siempre fueron los números y, sobre todo, los negocios. Desde fines de la década de 1970, cuando se hizo cargo de los derechos de comercialización, construyó un auténtico imperio que luego expandió hasta la administración, organización y logística de cada Gran Premio.

Imposible pensar en el volumen de dinero que maneja la F1 contemporánea –de la que se alejó formalmente en 2017– sin la existencia de quien timoneó sus destinos durante casi cuatro décadas. Un periodo no exento de decisiones de dudosa ética deportiva, pero indudablemente favorables para la categoría y, claro, para el propio Bernie, quien a lo largo de los 8 episodios de casi 50 minutos cada uno habla sin tapujos sobre sus recuerdos y los hechos más relevantes de su reinado, incluyendo uno muy caro a los sentimientos de los tuercas argentinos: él mismo reconoce que a Carlos Reutemann lo sabotearon para que no saliera campeón en la recordada carrera de Las Vegas que cerró la temporada de 1981.

Lucky! es de esas series cuyos méritos no hay que buscarlos en su faceta formal ni narrativa, en tanto no escapa al clásico formato de las cabezas parlantes –“la” cabeza, mejor dijo, pues el único testimonio es el de él– contando a cámara sus versiones de los hechos, acompañadas por valiosas –y en muchos casos inéditas– imágenes de archivo alusivas. La faceta más rica e interesante pasa por la relevancia de lo narrado y la posibilidad de conocer las verdades de Ecclestone.

El dirigente habla sin pelos en la lengua sobre todo y todos, no esquiva los flejes más discutibles de su gestión ni tampoco las polémicas en las que se vio envuelto durante sus años en el poder. Amado y odiado en partes iguales, Ecclestone, a sus 87 años, entrega aquí un testamento audiovisual para la posteridad.

Brawn: La increíble historia de la F1 (Brawn: The Impossible Formula 1 Story, Estados Unidos/2023). Dirección: Daryl Goodrich. Duración: cuatro episodios de entre 57 y 61 minutos cada uno. Disponible en Star+

En 2008 la escudería oficial Honda naufragaba por la mitad de tabla y, pocos meses antes del inicio de la temporada siguiente, la casa matriz decidió alejarse de la Fórmula 1 por los problemas económicos generados por la burbuja financiera. Había dos opciones: liquidar todos los bienes y echar a los 700 empleados o buscar un comprador. Como no hubo interesados, Ross Brawn, hasta entonces director técnico del equipo, terminó haciéndose cargo de Honda a cambio de la simbólica cifra de una libra.

El problema era que la flamante Brawn GP no tenía nada. Ni siquiera motores. Mucho menos publicidades. Intentando desarrollar un auto que no sabían si podrían poner en pista, ocurrió el milagro: un técnico japonés propuso una idea revolucionaria que le dio a esos vehículos una velocidad de curva impresionante. Menuda sorpresa se llevó la Fórmula 1 cuando Jenson Button, uno de sus pilotos, ganó seis de las primeras siete carreras de 2009, sacando una ventaja indescontable para sus rivales y coronándose campeón en una definición agónica.

Narrada y presentada por Keanu Reeves, Brawn: La increíble historia de la F1 dedica sus cuatro episodios a narrar con detalle el camino que hizo que un equipo quebrado terminara en la cúspide del deporte motor, deteniéndose en los esfuerzos iniciales de Ecclestone y de toda la categoría para que pudieran correr, pasando por la revolucionaria implementación técnica de esos autos, el acercamiento de un sponsor (Virgin Group, del magnate británico Richard Branson), las quejas y denuncias de los rivales sobre un vehículo que para ellos estaba fuera de regla y, claro, el largo y tortuoso camino deportivo hacia el título.

Al igual que Lucky!, esta serie no busca revolucionar nada, sino acumular todas las voces involucradas en el aventura –el propio Brawn, mecánicos, los pilotos, los popes de otras escuderías, el ya mencionado Ecclestone– para un relato que entrevera toques de Cenicienta y los tópicos de fábula deportiva, pues no deja de ser la historia del débil sobreponiéndose a todas las adversidades posibles para terminar ganándole a los poderosos.