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Ash y Eiji: la pareja que nos hizo olvidar la trama principal

En el mundo del animé, el romance no quedó nunca dejado de lado. Sea cual sea la demográfica, el género o la década, el amor se puede encontrar fácilmente en este medio. Pero si hablamos de parejas icónicas, a quienes debemos mencionar sin lugar a dudas es a Ash Lynx y Eiji Okumura, los protagonistas de Banana Fish.

Banana Fish - Ash Lynx & Eiji Okumura B Wall Scroll – Great Eastern  Entertainment

Ahora, ustedes se preguntarán, ¿qué hace que esta pareja resalte por sobre las demás? Bueno, lo primero que hay que mencionar es que la historia en la que los conocemos no es una historia de romance, sino todo lo contrario.

Banana Fish es un animé estrenado en julio del 2018 y basado en el manga homónimo de Akimi Yoshida. La historia comienza cuando Eiji, un fotógrafo japonés, viaja a Nueva York acompañado de periodistas para realizar un informe sobre la juventud sin techo. Allí conoce a un joven y muy poderoso líder de pandilla, Ash Lynx. Muy rápidamente, los dos entablan una relación que va más allá de una simple entrevista y, al mismo tiempo, aprendemos que Ash tiene un hermano que es veterano de guerra y sufre los efectos de una droga que le fue administrada allí. A lo largo de los 24 episodios, Banana Fish no nos deja un segundo de respiro, con temas complejos y sensibles como lo son la venta y el abuso de drogas ilegales, los peligros de la vida en la calle y el abuso y prostitución de menores.

LGBTQ Triumph Part 1: Banana Fish

Y en medio de todo esto, ¿dónde entra el romance? Bueno, de forma sutil, el romance siempre estuvo ahí. Está en las miradas entre los protagonistas, en las tomas que nos demuestran como ellos ven el mundo y en las miradas ajenas, en la forma en la que otros personajes ven como los ven. En los momentos lentos en los que, en palabras de los mismos personajes, se ven simplemente como dos chicos jugando y enamorándose. Ya para el final, la autora nos dejó sin palabras con las declaraciones de amor explícitas e implícitas tanto de Ash como de Eiji. Momentos de sacrificio y promesas a futuro, la pareja es icónica por algo.

La relación de amor entre los protagonistas de Banana Fish - El Palomitrón

Y Yoshida hizo la tarea: ella quería que entendiéramos que más allá del drama había romance y lo demostró usando todos los recursos posibles, incluso la intertextualidad. A lo largo del manga, y obviamente de la adaptación en el animé, podemos encontrar referencias a icónicas películas LGBT de los 80 y 90. A modo de ejemplo, abajo dejo claros paralelismos con Mi mundo privado, Maurice y Ropa limpia, negocios sucios.

Banana Fish nos demuestra como muchas otras series y películas que, para tener una pareja memorable, no es necesario enfocar toda nuestra atención en el romance. Este animé definitivamente dejó su marca en la audiencia; sino, pregúntenle a los fans que, año a año, siguen visitando la biblioteca de Nueva York y dejan una flor en referencia al final. Sin dar ningún spoiler, debo decir, si les llamó la atención, ¡no se olviden de agarrar los pañuelos antes de verlo!

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