¿Porqué ya no vamos al cine?

La taquilla es la cantidad de espectadores que concurre al cine en un determinado tiempo. En el caso de Argentina, los números demuestran dos cosas: hay poca diversidad de títulos y el público ha disminuido.

PELICULAS DE HEGEMONÍA

Que el cine de Hollywood copó casi la totalidad de la cartelera no es una novedad. ¿Quien no esperó alguna película de una saga durante meses? Dicho público del mainstream suele ir a las salas a mansalva, es así que Marvel y DC han logrado números superlativos con títulos como Avengers o Guardianes de la galaxia.

¿Que pasa cuando no hay un título por fuera de las producciones estadounidenses? Y no lo remarco para hacer de villano. Antes de que se me acuse de nacionalista vale aclarar que disfruto tanto de La guerra del planeta de los simios (2017, Matt Reeves) como Vrutos (2024, Miguel Bou).

¿Porqué esta desigualdad? Es probable que la famosa frase “el cliente siempre tiene la razón” tenga un poco de sentido.

Estas últimas semanas estrenaron algunos blockbusters que funcionaron de maravilla en taquilla. King Kong vs Godzilla es un ejemplo, dos personajes con un marketing colosal detrás (uniendo públicos al mejor estilo Alien vs Depredador) difícilmente pasen sin pena ni gloria por las salas argentinas. Y me refiero al espectador común de Buenos Aires, el mismo que va a las salas a la espera de ver una producción de clase A (léase 20th Century Fox o Universal) que valga la pena la entrada.

Ver una película de un director o de un país desconocido, o peor aún, de una película que no tuvo difusión en las redes (es decir: sin trailer existente) es una apuesta extraña, casi nadie se anima a entrar a una sala de cine sin tener un bagaje previo sobre la producción por verse. Ahí entramos en la segunda parte de ese dilema…

MENOS PÚBLICO

Las estadísticas indican un decreciente número de espectadores en lo que va del año 2024 en cines argentinos. Los números no mienten: el tanque del año pasado Super Mario Bros había acumulado 2.060.000 espectadores, Godzilla y kong: el nuevo imperio acumula poco más de 500.000 en un período de tiempo similar pero un año después.

Ante la problemática social actual el espectador tiende a achicar el tiempo de ocio. Si antes se iba al cine cada fin de semana, ahora se elije bien que peli ver por el costo que significa pagar una entrada de cine, ni hablemos de un grupo familiar.

Las películas de corte chico o del denominado cine de autor quedan relegadas en la cartelera con pocas pantallas o directamente ni se estrenan.

Y como toda regla tiene su excepción dejo dos estrenos que, en diferente escala, han tenido una buena recepción por parte del público. Ambas películas demuestran que aún hay espectadores que quieren ver historias de autor y/o películas de menor presupuesto.

DÍAS PERFECTOS

La película dirigida por Wim Wenders (París, Texas) fue nominada al oscar en la categoría de film extranjero. Quizá eso pueda explicar su permanencia en los cines, muchos de ellos la tuvieron en cartel durante meses y se mantuvo en el top 10 por varias semanas a pesar de no contar con un gran marketing. Tuvo un acumulado aproximado de 65.000 espectadores.

ALEMANIA

La ópera prima de Maria Zanetti ha trascendido el fenómeno barrial y lleva un mes en cartelera con números auspiciosos. A pesar de la acotada salida en salas, recientemente logró superar los 10.000 espectadores. Todavía se proyecta en algunos cines.