The Marvels y lo que realmente quiso decir Scorsese

Habiendo visto ya la más reciente producción de Marvel Studios, The Marvels, protagonizada por Brie Larson, Teyonah Parris y Iman Vellani, me he puesto a pensar sobre el ya famoso dicho del director de cine Martin Scorsese, acerca de que “Marvel no es cine”.

Uno a simple vista puede creer que se refiere a la calidad de sus producciones o al hecho de que son cine comercial. Pero habiendo visto la ya mencionada película de superheroínas, y sobre el insípido sabor de boca que me dejó, creo lograr entender a qué se refiere Scorsese cuando se refiere al tema.

Si nos vamos a la definición técnica, las películas de Marvel sí son cine: son productos audiovisuales de una mínima duración de hora y media destinados a ser vistos en la pantalla grande (o en su defecto, en un servicio de streaming o en video). Pero en esta ocasión quisiera referirme al concepto artístico del cine, al cual Scorsese se refiere en un artículo de The New York Times:

Esa era la clave para nosotros: era una forma artística. En aquel momento había cierto debate al respecto, por lo que defendimos el cine como un arte equivalente a la literatura, la música o el baile. Llegamos a entender que el arte podría encontrarse en distintos lugares y de muchas maneras: en Casco de acero de Sam Fuller y Persona de Ingmar Bergman, en Siempre hace buen tiempo de Stanley Donen y Gene Kelly y en Scorpio Rising de Kenneth Anger, en Vivre Sa Vie de Jean-Luc Godard y en Los asesinos de Don Siegel.

Si nos aferramos a esta visión del cine como arte, no se puede decir mucho que no se haya dicho ya: las películas de Marvel poseen valor artístico nulo y están destinadas sólo a ser contenido para entretener a las masas. Sin embargo, el problema va más allá de ser simplemente cine comercial o mal cine.

El cine comercial puede también ser artístico, o al menos poseer su parte artística, tal como demostraron directores como Steven Spielberg, James Cameron o Christopher Nolan, quienes, si bien hicieron películas cuyo principal objeto es entretener a la gran masa y generar ganancias millonarias, con presupuestos millonarios y grandes efectos. Sin embargo, sus producciones tenían una historia bien cuidada y personajes memorables, los cuales dejaban algo en el espectador más que un simple entretenimiento por el espectáculo de efectos. Quien ve Jurassic Park, termina recordando a Alan Grant, a Ian Malcolm o a John Hammond por lo icónicos que son como personajes, así como quien ve El Caballero de la Noche, recuerda al Guasón de Heath Ledger por el villano carismática y pintoresco que es. Sin mencionar el potente mensaje, que muchas veces puede incluso hacer que la audiencia le vitoree a la pantalla.

The Marvels y el poco impacto que dejó en mí me hizo pensar también en lo que es considerado como mal cine y cómo incluso éste puede ser memorable o volverse de culto; así que me puse a indagar en lo que es considerado lo peor de lo peor, o, si se quiere, en aquellas películas tan malas que son buenas. Películas como The Room de Tommy Wiseau, Troll 2 de Claudio Fragasso o Manos: The Hands of Fate de Hal Warren, cintas que pasaron a la historia por lo malas que son. Pese a la pésima calidad de estas, son películas que aún así dejan algo en el espectador, aunque ese algo sea ahogarse de la risa por la incompetencia de la producción y las actuaciones. Muy a diferencia de la mayoría de películas de Marvel, las cuales no dejan nada en el espectador más que un espectáculo vacío que pronto olvidará. Sin mencionar que estas películas, pese a su incompetencia, siguen siendo productos independientes hechos con cierta pasión, mientras que en Marvel sus productos son tan prefabricados y genéricos que no se vuelven para nada memorables, ni siquiera como consumo irónico.

En conclusión, lo que Scorsese quiso decir sobre Marvel, o al menos la interpretación que yo le di a su visión al respecto, no tiene tanto que ver con la calidad de la escritura o la comercialidad de las películas de la aludida productora, sino al hecho de que los productos de Marvel no son más que eso: productos, mero contenido cuya principal meta es rellenar hasta llegar al próximo “gran evento” al estilo de Avengers: Endgame. No es cine, ni siquiera cine malo, simplemente son productos.