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El fenómeno del dominio público en Winnie the pooh: sangre y miel (2023)

Cada año, diversos personajes de la cultura popular entran al dominio público, lo cual quiere decir que ya no se encuentran bajo el amparo de las leyes de derecho de autor. Esto permite que cualquier persona pueda utilizar y adaptar al personaje a su gusto. Un ejemplo de ello ocurrió este año, ya que Mickey Mouse (la versión del cortometraje animado Steamboat Willie) pasó a dominio público, anunciándose proyectos independientes como videojuegos o películas del género de terror. Algo similar ocurrió en el año del 2022 con otro querido personaje de Disney: Winnie the Pooh; lo que desembocó en una película independiente de terror al año siguiente.

Recuerdo que en el momento en el que se anunció el proyecto atrajo poca atención del público, pero todo cambió cuando las primeras imágenes de Winnie the Pooh fueron mostradas, resaltando un aspecto monstruo, alejándose de la figura tierna y amable característica del personaje. Ese fue el momento donde el proyecto tuvo viralidad, pero también atrajo detractores que trataron de boicotear el estreno de la película. A su vez, hubo un gran sector de personas interesadas en el filme, ya sea porque les parecía un proyecto con futuro o solo una situación divertida. Afortunadamente, este proyecto fue un éxito en taquilla, pues para ser una producción independiente con un modesto presupuesto de cien mil dólares, recaudo casi cinco millones de dólares.

Me agrada la idea de que más entusiastas del cine utilicen estos personajes de la cultura popular para obtener ganancias y, en un futuro, puedan realizar proyectos con personajes salidos de su imaginación. Esto no significa que el público deba ser blandos con ellos, deben esforzarse por dar un producto de calidad que deje a los espectadores satisfechos.

A su vez, pienso que este tipo de proyectos pueden dar la oportunidad a cineastas jóvenes o que no han tenido los medios para realizar grandes producciones. Pensemos en Rhys Frake-Waterfield, el director de Winnie the pooh: sangre y miel, un antiguo electricista que realizaba películas independientes con sus amigos, que pasó a tener uno de los estrenos cinematográficos más rentables del 2023 y ahora desarrolla un universo cinematográfico de terror con diversos personajes de cuentos que pertenecen a nuestra infancia.

Aun así, y de forma concisa, pienso que el film es terrible. No tiene ritmo y dentro de la gran gama de películas slashers esta entraría en las malas. Notamos la inexperiencia del director a la hora de crear tensión y buenas muertes, prefiriendo hacer planos de la cara de Pooh en vez de mostrar la estocada final a sus víctimas. Lo más probable es que esto se deba por el presupuesto. Esperemos que en las próximas cintas pueda arreglar sus fallos y darnos productos de mejor calidad. Por fortuna, no tendremos que esperar mucho, pues este año tendremos Bambi: The Reckoning, Peter Pan's Neverland Nightmare y Pinocchio: Unstrung, pertenecientes al The Twisted Childhood Universe.

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