¿Se puede robar lo que a uno le pertenece? Acerca de “El Decálogo VII”

La pregunta del título: "¿Se puede robar lo que a uno le pertenece?", guarda relación con los vínculos afectivos que se establecen entre nuestra protagonista, Majka, su madre y su hija. Su hija siempre concibió a la abuela, es decir, a la madre de Majka, como su madre. Llega un momento en que Majka ya no tolera esta situación y desea que su hija la reconozca como mamá y no como una hermana.

¿Qué hará Majka? En medio de una obra de teatro de su hija, la tomará y se la llevará con el fin de vivir lejos de su madre y poder criarla en tranquilidad. ¿Podrá llevar a cabo esta empresa? ¿Por qué su madre autoritaria no la ha dejado criar a su hija? ¿Acaso se debe a que cree que Majka no tiene la suficiente capacidad para hacerlo o a su deseo egoísta de colocarse ella en lugar de madre? Y la gran pregunta es: ¿Por qué la abuela desea ser la madre?

A este último interrogante, podemos pensar que la madre de Majka no estuvo muy a gusto con la crianza de su hija. La abuela se muestra autoritaria con Majka, sin afecto. Aún así, también se puede pensar que esta abuela aborrece que Majka se haya quedado embarazada tan joven siendo adolescente. Son hipótesis.

Ahora bien, ¿se puede robar lo que a uno le pertenece? ¿Le pertenece a Majka la maternidad de su propia hija? Por supuesto que sí. Sin embargo, tal vez no era la mejor de las ideas "secuestrarla" de este teatro. ¿No pudo haber pensado en un proceso judicial? Creemos que este acto demuestra cierta inmadurez de Majka.

Finalizamos sin detallar cómo se desarrolla esta intrincada situación y, obviamente, no revelamos el final. Invitamos al lector o lectora a que se adentre en el insondable mundo de Kieslowski.