Un viaje más allá de las estrellas.

Stanley Kubrik (1928-1999) finalizando la década del 60, revolucionó el Cine de ciencia ficción (considerado un genero menor por aquel entonces) con su obra maestra, 2001 : Odisea del Espacio (1968) Basada en un cuento del célebre escritor Artur C. Clark, que inspirado en su cuento “El Centinela” escribió a pedido de Kubrik, la novela que dió título a la peícula. Magistral visión del origen, evolución y futuro de la raza humana, que nos hace reflexionar sobre a donde hemos llegado y a dónde podríamos llegar.

La pre producción y realización del film, llevó años, dado el perfil obsesivo y perfeccionista de su director (Hace poco se especuló que poseia algún tipo de autismo) Capaz de repetir más de cien veces una toma, hasta que quedase perfecta.

Con FX supervisados por el mismo Kubrik, el maestro Douglas Trumbull (Naves Misteriosas, Star Wars) y su equipo, lograron lo inimaginable, con resultados que aún hoy, sorprenden por su realismo y belleza. Nada fue igual después de tan ambicioso film. Cambió el Cine para siempre y el viaje del astronauta David Bowman, será una marca difícil de borrar en los próximos siglos.

Hasta donde ha llegado el hombre? Hasta donde ha llegado Kubrik?

Ver este film es casi comparable con la odisea que vive uno de sus protagonistas. Con un final de múltiples interpretaciones (cada espectador tendrá la suya luego de verla) Todo comienza con el principio del hombre, en el alba de la humanidad y su lucha por existir, el hambre, el miedo, la muerte. El salto al futuro es abrumador, de sólo pensar todo lo que pasó con nosotros desde hace miles de años atrás, hasta hoy; Cómo pasamos de usar un hueso como arma, a un cañón láser apuntando a la tierra desde su orbita; Nos invita a reflexionar sobre si hemos aprendido álgo a través de los siglos o seguimos siendo ese primate, salvaje y asesino?.

El extraño monolito (figura central de la historia) que aparece al principio de nuestra era y al final de nuestro viaje, actúa de disparador para el siguiente paso adelante. Es una intligencia superior? Es Dios? Saquen sus propias concusiones. De lo que no quedan dudas, es que a partir de su aparición, funciona como incentivo de conocimiento e información en el pequeño cerebro del hominoide. Dándole las herramientas para evitar su extinción.

Una vez, el hombre haya creado conciencia artificial (representada en la película por el súper ordenador Hall 9000, una IA capaz de comandar una nave espacial en misión secreta a JúpIter) todo cambiará.

Es en este momento de la trama, que el comportamiento de Hall, nos adentra en la necesidad del siguiente paso evolutivo de la humanidad. Llegar a ser un “super hombre” (filosóficamente hablando) nos costará a los humanos, más que progreso y evolución.

El poderío de las imágenes en 2001, se refuerzan con el poco diálogo a lo largo del metraje. Oímos hablar y reflexionar más a Hall 9000, que a los poropios astronautas; éstos actúan cómo autómatas, faltos de humanidad, cuasi máquinas que sólo siguen órdenes. Pareciera ser que en el futuro, la interacción con la tecnlogía, nos ha dejado sin alma. Una profeía Kubrikiana hecha reaidad?

La banda sonora es un espectáculo aparte, con obas clásicas y del compoitor húngaro György Ligeti, ente otros, nos invita a un vals cósmico, enigmático y audiovisualmente conmovedor. En los momentos claves, suena “Así habló Zaratustra” del copositor Ricard Struss, en clara alusión al profeta de la obra de Nietzsche. Aquel que despojó al hombre moderno de la ilusión de la existencia de un ser superior que le da sentido al mundo.

El estreno de la cinta, separó a la crítica especializada, dejando boquiabierto a gran parte de los espectadores, confundidos a otros, pero a ninguno, indiferente. Tremendo shock habrá recibido el público de la época, con esta obra maestra atemporal. Aún hoy, más de 50 años después de su estreno, sigue provocando lo mismo. Sentarse a ver 2001 : Odisea del Espacio de Stanley Kubrik, es, para todo aquel que quiera adentrarse en la ciencia ficción cinematográfica y en el más puro Cine de autor. Obligatorio. Una experiencia y un viaje (sin necesidad de intoxicarnos con sustancias prohibidas) Único y desbastador. Así que déjense llevar por la visión de Kubrik del hombre y su evolución. De un viaje, más allá de las estrellas.