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Palm Springs, de la ciencia ficción al amor romántico ⏰❤️

¡Hola peliplaters! Pensar en ciencia ficción y no caer en lugares comunes puede ser difícil, pero no imposible. En el imaginario popular está muy asentada la idea de ciencia ficción o sci-fi asociada de manera casi automática con historias que se desarrollan en otros planetas, otras realidades o incluso otras galaxias. Pero, si yo les digo que se puede hacer ciencia ficción en un universo contemporáneo y con una pareja protagonista de dos treintañeros (millennials) cínicos, créanme. Palm Springs (2020), del director Max Barbakow, es eso y muchísimo más: una boda que se repite incesantemente en el medio del desierto, montajes muy dinámicos, una narrativa que va alternando entre distintos puntos de vista, una cabra que explota, J. K. Simmons como villano vengativo, secuencias que rozan lo surrealista, física cuántica y como si faltara algo también hay dinosaurios.

Ahora bien, viajemos un poco en el tiempo…

Hoy les quiero hablar de una película cuya trama gira en torno a un loop temporal que se repite y reinicia constantemente, sin que los protagonistas Nyles (Andy Samberg) y Sarah (Cristin Milioti) tengan ningún control sobre aquello que les sucede. Un film que justamente se estrenó en cuarentena, ¿coincidencia? No lo creo. No, mentira, lamentablemente sí fue coincidencia ya que nadie se veía venir una pandemia pero el hecho de no haber estado en cines y salir directo por streaming le agrega un componente inesperado e inexplicable propio de la ciencia ficción.

Otras características de este género narrativo es que sus acciones siempre están situadas en unas coordenadas espacio-temporales imaginarias o al menos diferentes a las nuestras. Son historias que no pretenden parecerse a nada que conozcamos y generalmente plantean futuros distópicos sobre posibles avances científicos o sociales y cómo estos podrían impactar en la realidad.

Entonces, ¿quién dijo que la ciencia ficción y el amor romántico no pueden ir de la mano?

Palm Springs vino a demostrar que no solo estos dos tópicos aparentemente antagónicos pueden ir de la mano sino que lo pueden hacer de forma espectacular. Con Andy Samberg como actor principal la cuota de comedia está garantizada pero lo mejor de esta película es lo que hay detrás de las risas. Si bien suena genial estar atrapado en un loop temporal en el que siempre es 9 de noviembre de 2019, hay una boda en curso, te pasas todo el día tomando cerveza en un inflable con forma de pizza y sos inmortal; esto conlleva también un borramiento de los límites morales y éticos casi extremo. Ahí es adonde quiero llevar este análisis, a lo que se esconde tras ese cascarón de comedia romántica: dos jóvenes muy cínicos completamente desencantados con su vida y con el mundo que habitan. Y es en ese cinismo donde van a conectar mejor.

Podría decirse que la pionera en el mainstream de este subgénero de viajes en el tiempo es El día de la marmota/Groundhog Day (1993), film en que el protagonista (Bill Murray) queda atrapado y debe adaptarse a su nueva realidad recurrente y los desafíos que ésta le plantea para finalmente aprender una valiosa lección sobre la vida y las relaciones humanas. Bueno, Palm Springs se saltea muy inteligentemente todo este proceso de adaptación al nuevo medio y va directo al nihilismo existencialista y desprecio por una vida que ya no les pertenece. Una vida que no les plantea nada nuevo pero que a la vez les da a los protagonistas posibilidades casi infinitas de experimentar cosas nuevas sin importar el riesgo o costo que conlleven.

Palm Springs se las ingenia para ser original incluso bajo una fórmula tan conocida. Su tono de comedia romántica y a la vez transgresora le permite jugar con sus propias reglas. Aparece un costado existencialista pero también una evolución del pensamiento producida por la repetición al infinito de una serie de eventos que se ven afectados por cada una de las decisiones que toman los actores involucrados.

Por un lado, Nyles está atrapado hace mucho y nos lo presentan como un personaje resignado a vivir esa vida de manera indiferente para siempre y, por el otro, Sarah es quien debe acostumbrarse a su nueva realidad repetitiva ya que cayó en el loop por accidente. Por fortuna para el espectador esto se muestra de manera muy resumida con montajes sumamente claros y dinámicos.

TODAY, TOMORROW, YESTERDAY. IT'S ALL THE SAME.

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desde lo visual presentan a Nyles absorto en la nada, que a su vez es el todo
la nada y el todo que se repiten constantemente mientras él flota
la nada y el todo a los que pronto se acostumbra Sarah, aunque sin resignarse

LIFE IS MEANINGLESS, LET'S WASTE SOME TIME.

También desde los diálogos vemos un gran trabajo de guión en el que con pocas palabras y una sutil nota de ironía se cuestionan verdades que se creían absolutas. Además, desde el inicio de la película se dan indicios de la relación laxa entre Nyles y el paso del tiempo: outfit relajado, actitud desinteresada, doble discurso sobre el amor y la vida en pareja. El ejemplo más claro de esto último es el intercambio que tienen después del discurso de bodas cuando Sarah le dice "but you don't actually believe in anything of all the shit you just said", a lo que Nyles responde “not a word of it, we are all fucking alone.”

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Es desde esta apatía y desinterés donde veremos que la película es como un Groundhog Day pero menos solemne, con todos los chistes y situaciones que aquel film no podía -o tal vez no quería- incluir. Al tener más de un personaje atrapado en el loop, la película tiene muchos más recursos para explorar, al tiempo que permite un debate diferente que lleva a decisiones más elaboradas.

Debates que se plantean también desde el montaje y la narrativa, con el uso constante de elipsis, flashbacks, cambios de puntos de vista y repetición casi constante de los mismos planos y acciones. Ese dinamismo previamente mencionado le da un ritmo muy fresco, que sumado a las actuaciones y el guión dan como resultado una película llena de sorpresas y giros inesperados.

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uno de los momentos más lindos y surrealistas del film

Entonces, repasando, un film sci-fi está emplazado en un lugar ficticio, con una reflexión filosófica sobre la interacción entre la ciencia y lo humano y pretende demostrar los peligros del individualismo o ambición extremos. En este caso, atrás de esa fachada de comedia absurda y loopholes hay una reflexión muy profunda sobre la soledad y las relaciones humanas. Además, también incluye la declaración más romántica después de Mr. Knightley diciéndole a Emma que si la amara menos podría hablar más al respecto.

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Finalmente, tenemos un beso explosivo, una cabra o chivo expiatorio que nunca volvió y una de las mejores romcom de esta década. Gracias por tanto Palm Springs, la historia del cine te pondrá en el lugar que mereces porque con vos revivió la comedia romántica medio cínica, renació el amor y sonríe Jane Austen.

Esto es todo por hoy, espero que lo hayan disfrutado y corran a ver la peli 🤍

Hasta la próxima, Ani.

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