El sueño de Francis Ford Coppola se hace realidad: ¿Qué podemos esperar de Megalopolis?

POR JERÓNIMO CASCO

7 de ABRIL del 2024, 05.11 AM | UTC-GMT -3

Luego de 42 años una de las leyendas vivas del séptimo arte se dará el lujo de poder estrenar en salas de todo el planeta su sueño hecho realidad: Megalopolis, una épica de ciencia ficción distópica en donde un ambicioso arquitecto llamado César intenta reconstruir a su antojo la ciudad de Nueva York luego de una devastadora catástrofe mundial, lidiando contra la negativa del alcalde de la ciudad llamado Frank Cicero e interpretado por Giancarlo Esposito . El papel principal terminó siendo (luego de tener en un primer intento a Christian Bale) para el multifacético Adam Driver, intérprete con algo de experiencia en esta subcategoría de “películas que resurgen luego de mucho tiempo”, como por ejemplo Silencio de Martin Scorsese, El Hombre que Mató a Don Quijote de Terry Gilliam o la más reciente Ferrari de Michael Mann.

¿Pero que podemos esperar de Megalopolis? ¿Que podemos esperar viniendo de uno de los directores más renombrados e importantes de la historia del cine que a su vez no dirige hace quince años? Esto ya pasó antes, y para nuestra mayor de las suertes, tiene un antecedente positivo: corría el año 1998 y Terrence Malick estrenaba -luego de veinte años sin dirigir ni aparecerse por ningún medio- La Delgada Línea Roja, una excepcional bélica en clave espiritual que lo hacían escabullirse de su caparazón para hacerse . La pregunta entonces es: ¿podrá Coppola replicar esta hazaña? El director escribió el primer borrador del guion allá por principios de los 80s, luego del estreno de Apocalypse Now, pero nunca pudo materializarse debido a las deudas financieras que tenía en aquel tiempo.

La historia de todo el desarrollo de Megalópolis como proyecto parecía estar marcada por la tragedia. No fue hasta el año 2001 que Coppola retomó la idea de poder concretar su sueño, filmando casi 30 horas de metraje de segunda unidad (la unidad encargada de filmar los planos menos “importantes” de una obra o las de “relleno”) y hasta compartiendo una lectura de guion junto a importantes nombres como Paul Newman, Uma Thurman, Nicolas Cage, Russell Crowe, Robert De Niro y Leonardo Di Caprio, entre otros. Digamos que la película tenía todo para triunfar. Pero no fue hasta unos meses después con el atentado del 11/9 que todos los planes tuvieron que ser cancelados: una página del guion (más precisamente la número 166) parecía “predecir” los ataques a las Torres Gemelas.

Coppola decidió abandonar el proyecto en el año 2007, y no fue hasta doce años después que se decidió por -nuevamente- reavivar su anhelo más grande de todos. ¿Estamos ante la última película del realizador? Tristemente me animo a decir que estaremos ante una enorme y masiva despedida. Pero también creo firmemente que estaremos ante un espectáculo sin precedentes. Las razones para creerlo trascienden mi propia visión y opinión que tengo sobre Coppola, y es que todo indica que “la nueva Metrópolis” (así lo indican varias personas que tuvieron la chance de leer el guion y que la comparan con lo hecho por Fritz Lang hace casi 100 años) puede ser un antes y después para el cine moderno.

Metrópolis (1927) significó una verdadera revolución en el cine. ¿Podrá Coppola hacer lo mismo?

La esperada película ya tuvo un primer y exclusivo estreno para 300 miembros del círculo cinematográfico, incluyendo figuras como Darren Aronofsky, Nicolas Cage (sobrino del director), Al Pacino, Jon Favreau, así como también algunos miembros de la prensa especializada y grandes ejecutivos de la industria. La idea del director es poder conseguir primero su distribución para después poder presentarla en distintos festivales (cruzamos los dedos con un último adiós en Cannes).

En este evento privado que se dio en el Universal CityWalk IMAX el actor Andy García, que tiene un pequeño papel en la épica de ciencia ficción, decidió subirse al escenario para sentenciar con una sola pero potente oración lo que significó poder estar por segunda vez en un set con el legendario realizador:

"Este tío es la razón por la que todos nosotros hacemos películas".

En un acto casi heroico por parte del director, pudo convencer a las pocas personas de la prensa que se encontraban que se contengan y tengan el mayor secretismo al respecto de sus opiniones, pero las pocas palabras que utilizaron despiertan el mayor de los intereses.

Gregory Nava, director de Selena (1997), pudo hablar con el sitio IndieWire indicando que:

"Megalópolis es una obra maestra brillante y visionaria. Me dejó tan abrumado que no pude hacer nada durante el resto del día más que pensar en Megalopolis y sentir su mensaje poderoso y edificante. Francis ha llevado el cine a un nivel completamente diferente: toda la experiencia fue profundamente conmovedora.”

Por su parte el cojefe de Cine del famoso sitio Deadline, Mike Fleming, se vio bastante abrumado por la experiencia y expresó las siguientes palabras:

“El nuevo filme de Coppola está repleto de ideas que fusionan el pasado con el futuro, con una fábula épica y sumamente visual que se reproduce perfectamente en una pantalla Imax.”

Varios representantes de las empresas productoras más reconocidas han podido ser testigos del regreso de Coppola al campo que más siente como propio. Warner Bros., Paramount, Searchlight Pictures, Amazon Studios, Netflix y Sony Pictures analizarán lo visto y se competirán por poder representar a una de las glorias vivas más influyentes de todas.

El director ha invertido de su propio bolsillo -según se dice- la suculenta suma de 120 millones de dólares, y para poder hacerlo tuvo que vender varias de sus propiedades vitivinícolas. Esto no es algo nuevo para el oriundo de Detroit ya que en el pasado fue demasiado lejos por amor al cine hipotecando su casa para realizar Apocalipsis Now (1979) y Corazonada (1981), siendo el fracaso comercial de la última la que lo dejo en bancarrota.

Esta responsabilidad lo llevó a tomar decisiones drásticas en el rodaje de Megalópolis, como querer adoptar los mismos efectos especiales que se implementaron en The Mandalorian y The Batman: la emergente y necesaria técnica de escenarios digitales en tiempo real que reemplazarán tarde o temprano al CGI. El director echó a la mayoría del equipo de efectos especiales alegando “que no apoyaban su visión, y que aparte era él quién estaba depositando todo lo del presupuesto.” Luego tanto el diseñador de producción como el supervisor de la dirección de arte abandonaron el proyecto, y Coppola se quedó sin departamento prácticamente.

Todo indica, como lo fue en el pasado, que la relación Coppola/rodajes catastróficos trajeron siempre buenos resultados. ¿Cómo le irá esta vez?

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