¿Quién es Tom Ripley? Una de las mejores miniseries del año indaga en el icónico personaje | Review

POR JERÓNIMO CASCO

5 de ABRIL del 2024, 22.30 PM | UTC-GMT -3

Un hombre se encuentra solo. No se siente feliz con su vida. Comienza a sentirse alienado, extraño consigo mismo, vacío. Sus días no son más que una rutina que consiste en observar, absorber y copiar lo que ve interesante en los demás. Adquiere varias identidades para poder completar ese vaso con agua hasta la mitad, pero termina ahogándose en él. Ese hombre tiene nombre y apellido: Thomas Ripley, o más bien Tom Ripley para quienes lo conocen. Pero ese nombre no significa absolutamente nada para él, es más, hasta le da vergüenza pronunciarlo.

La nueva miniserie de Netflix que se basa en el icónico personaje creado por la novelista Patricia Highsmith es de esos casos atípicos para la plataforma, ya que estamos ante una anomalía para los estándares que pretende establecer la compañía para con su audiencia más fiel. En estos tiempos es difícil ver que una miniserie tan bien elaborada y tan compleja pueda ser parte de su catálogo (me disculpo ante las mentes tanto creativas como ejecutivas de la marca pero lo siento así) pero de tanto en tanto se las apañan para deleitarnos con un as en la manga.

Ripley es una miniserie sumamente oscura que nos adentra en los rincones más perturbados, cínicos e inhumanos del personaje. Andrew Scott se despega por completo de su tierno y sensible personaje en la emocionante All Of Us Strangers para darnos una performance igual de sutil pero el cuádruple de inquietante: Tom Ripley es un hombre tan generoso y amable que da miedo. Su deseo de vivir una vida que sabe que jamás podrá tener por mérito propio le hace adquirir de manera natural (para su naturaleza, claro está) un escalofriante talento criminal.

"Un hombre mentalmente encarcelado jamás podrá ser un hombre libre." Tom resulta ser un verdadero escapista la mayor parte del tiempo. No puede afrontar las consecuencias de sus actos y decisiones, logrando que huya tanto física como mentalmente de ello. Su vida está basada en una constante mentira que ronda en círculos alrededor de las calles de New York y que parece nunca desacelerarse o pedir una pausa. En ese sentido la miniserie es repetitiva en los planos, encerrándonos como espectadores en este loop que vive el personaje.

Diabólico, metódico e inquietantemente implacable, a Tom le surge la posibilidad de reubicarse en Italia tras una propuesta algo inusual. Al parecer el padre de un ex conocido suyo lo estuvo investigando y lo convoca a su oficina laboral para proponerle viajar al país europeo (con gastos de estadía y vuelo incluidos) y convencer a su hijo, Richard “Dickie” Greenleaf, de que vuelva a su hogar ya que cree que está perdiendo el tiempo en Europa. Ripley ve este regalo caído del cielo como la excusa perfecta para escapar de su inminente captura en los Estados Unidos y acepta rápidamente.

Los elementos de misterio e intriga propios del relato son resaltados y potenciados por la exquisita fotografía del experimentado Robert Elswit (There Will Be Blood, Nightcrawler) que con un excelso blanco y negro realza los espacios variando entre planos simétricos y distorsionados para meternos en la cabeza del también experimentado Tom. La estética también mezcla tonos y recursos que van desde el noir de los 40/50s hasta el cine gótico de terror.

Nuestro retorcido protagonista no sólo se ve atraído por la propuesta, sino que al llegar a la hermosa casa costera del joven también se ve atraído por su lujosa y tranquila vida, y decide asumir progresivamente su identidad con algo de sutileza hasta que el mismo Richard lo descubre imitándole enfrente de un espejo. Estos pequeños actos de Ripley comienzan a generar desconfianza no sólo con Greenleaf, sino que también su novia Marge y hasta la casera del hogar sospechan de las intenciones del escapista.

“Disfruto jugar con el público como si fuera un piano”, solía decir el maestro del suspense Alfred Hitchcock, y Steven Zaillian (guionista y director de la serie) replica esta idea de darle cierta información a la audiencia y otra a los personajes a la perfección en ‘Ripley’, creando la sospecha del ¿que podrá pasar ahora? constantemente. Solo Tom y nosotros como espectadores lo sabemos, y eso lo hace aún más inquietante. El puzzle en este caso lo arman los personajes secundarios, que confundidos por la doble identidad del protagonista no saben adonde dirigirse con las pocas pistas que tienen

Como salido de una novela de Dostoievski, Ripley se ve sometido por la culpa de sus decisiones que le hacen repensar todo lo que hace varias veces, yendo y viniendo del lugar de sus crímenes. Y es que si, Tom Ripley, aparte de ser una persona compulsivamente mentirosa, cínica y tóxica…es una mente maestra asesina. Una persona sin el más mínimo sentido de la libertad que, en su promesa de una vida llena de lujos, se ve engañada por su propia trampa. ¿De que sirve tenerlo todo materialmente hablando si uno está tan podrido por dentro? Al final, es sólo la adrenalina de haber salido de un círculo peligroso para meterse en otro más dañino.

CONCLUSIÓN:

“Ripley resulta ser un absoluto logro para Netflix, teniendo en cuenta a lo que nos tiene acostumbrados como audiencia. Misterio, intriga y un exhaustivo estudio de personaje en clave noir ambientado en la época original de la novela en donde un inquietante escapista llamado Tom Ripley está obsesionado por asumir identidades y encuentra en un viaje a Italia la oportunidad para concretar sus dos obsesiones: escaparse constantemente de todos a su alrededor y asumir la identidad de un joven heredero llamado Richard Greenleaf.

La miniserie logra captar la esencia de la novela de Highsmith al ponernos en la mente de una persona claramente desequilibrada que calcula todos sus pasos como si fueran el último. Andrew Scott interpreta al protagonista con una sutileza y a su vez una destreza física que caben perfecto en el papel."

PUNTAJE: 8.2 de 10

¿DONDE SE PUEDE VER? EN NETFLIX

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