FAMILY PLOT: la última película de Alfred Hitchcock

Family Plot (1976), conocida en Latinoámerica como Trama macabra y en España como La trama, es la última película de Alfred Hitchcock. La cinta fue presentada fuera de competición en el Festival de Cannes de 1976.

POR LISARDO QUEVEDO

La señora Julia Rainbird (Cathleen Nesbit) guarda fuertes sentimientos de culpa porque, hace 40 años, hizo que una hermana -que quedó embarazada estando soltera- abandonara a su hijo al momento de nacer, y fallecida ella, ahora quiere encontrarlo para convertirlo en heredero. Por tal motivo, ha buscado la ayuda de la "psíquica", Blanche Tyler (Barbara Harris), quien al oír que le ofrecen ¡diez mil dólares! por encontrar al dichoso heredero, se aliará con su amigo George Lumley (Bruce Dern), para procurar hacer el milagro.

En 1976, los críticos estaban divididos sobre FAMILY PLOT, de Alfred Hitchcock, que resultó ser su última película. Algunos lo elogiaron levemente, como si dijeran que "está bien"; otros lo describieron como demasiado anticuado, diciendo que el Maestro del Suspense había perdido su toque – y estaba fuera de contacto en lo que respecta al cine contemporáneo. Habiendo visto la película recientemente por primera vez, tengo la suerte de tener el don de la retrospectiva y puedo decirles que está más que "bien". FAMILY PLOT es un regreso a la forma, y ​​si bien puede que no sea el mejor Hitchcock, ciertamente se sostiene mejor que los esfuerzos realizados ese mismo año por los contemporáneos de Hitch, George Cukor (EL PÁJARO AZUL), Elia Kazan (EL ÚLTIMO MAGNATE) y Vincente. Minnelli (CUESTIÓN DE TIEMPO).

Hitchcock se reúne con el guionista Ernest Lehman (NORTH BY NORTHWEST) para inventar una comedia negra diabólicamente inteligente sobre la falsa psíquica Blanche Tyler quien, junto con su novio taxista George, está encargada de encontrar al sobrino desaparecido de la muy rica señora Rainbird. La anciana ofrece una comisión de búsqueda de 10.000 dólares, lo que hace babear a la pareja perpetuamente arruinada, pero hay un problema: el niño en cuestión ha estado desaparecido desde que era un bebé, hace más de cuarenta años.

Mientras tanto, cuando la pareja abandona la mansión Rainbird, nos encontramos con una rubia alta y misteriosa que camina hacia otra mansión majestuosa. La mujer silenciosa entrega instrucciones a un trío de trajes; En realidad, ella es Fran Adamson, quien junto con su esposo Arthur, el autor intelectual, secuestran a los ricos y poderosos para pedir rescates pagados con joyas brillantes. La perniciosa pareja ha estado ejerciendo su oficio durante años sin ser atrapada, y no es ningún spoiler decirte que Arthur Adamson es en realidad el heredero desaparecido de Rainbird, un sociópata que mató a sus padres adoptivos en el incendio de una casa y no le agradan Blanche y George. husmeando en sus negocios...

Hitchcock y Lehman combinan el suspenso con mucho humor negro, y el resultado es una película divertida que termina con un guiño a la cámara, como si Hitch nos estuviera diciendo: "Relájate, es sólo una película". Puede que sea una película menor en su carrera principal, pero fue lo suficientemente entretenida como para mantenerme interesado en todo momento. El guión de Lehman mantiene su ironía, y ese año ganó el Premio Edgar de Mystery Writers of America al Mejor Guión. El lenguaje es más crudo que el que encontrarás en las películas anteriores de Hitchcock, pero eso es simplemente que Alfred se mantiene al día; ¡Siempre había superado los límites de las juntas de censura y probablemente estaba encantado de poder soltarse!

El choque entre la narrativa de dos parejas de delincuentes se desarrolla de forma muy equilibrada en una trama que sólo necesita los primeros 10 minutos como punto de partida para los siguientes acontecimientos. La diferencia entre las dos parejas es una gran construcción de la narrativa, mientras una es torpe y siempre enfrentada, la otra está bien organizada y presenta una armonía bien equilibrada. Por tanto, estos elementos se entrelazan a través de un vínculo común, la noticia que uno necesita dar al otro, sin embargo, el pasado no resuelto transforma esta simple historia en poderosos conflictos. Demostrando que los asuntos pendientes siempre se pueden reavivar. La conocida puesta en escena formalista de Alfred Hitchcock vuelve a funcionar excepcionalmente bien para establecer el tono perfecto para cada personaje. Aun así, las figuras de los personajes femeninos acaban poco desarrolladas debido a una mayor exposición por las acciones de los protagonistas masculinos. En esta búsqueda del gato y el ratón, el suspenso característico de Hitchcock se transmite deliciosamente en la banda sonora de John Williams.

Un final muy elegante para la carrera de Hitchcock. Un visionado más ligero que algunas de sus otras películas, pero no menos entretenido. La trama se sintió muy clara gracias a una combinación de diálogo y dirección brillante. Me encantaron los cuatro personajes principales y cómo sus crímenes operaban en niveles muy diferentes. La película parecía muy divertida y se notaba que Hitchcock se divirtió mucho haciéndola. Los colores vibrantes combinan con la diversión de la película y pensé que la música era muy estilo Tintín (solo me di cuenta de que era John Williams al final).

Entiendo por qué el final no es para todos, pero funcionó muy bien para mí. No podría ser más hitchcockiano, lo cual es perfecto para una película que culmina su carrera. El gesto final también funciona a la perfección como despedida final y no puede ser más él. Una película subestimada que definitivamente vale la pena ver una vez familiarizado con el trabajo de Hitchcock.

Está un poco anticuado y no encaja todo tan bien, pero aparte de eso, no puedo criticar esta película en absoluto. Gran concepto e historia, escrita de forma económica y experta, con personajes completos interpretados por un elenco excelente. Eso es todo.

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