"El viaje a la felicidad de mamá Küsters" (1975). Director: Rainer Werner Fassbinder

Nos encontramos ante una de las mejores películas de Fassbinder, a la altura de "Todos nos llamamos Ali, 1974" o "La ley del más fuerte, 1975". El relato vuelve a describirnos una Alemania Occidental, esta vez enfrentada al modelo socialista de la Alemania Oriental. Fassbinder nos presenta una sociedad depredadora, que busca siempre sacar "rendimiento" a cualquier instante. Un rendimiento que, finalmente, se reduce al dinero, al beneficio escaso de cualquier situación.

En "La ley del más fuerte" el protagonista, Franz, había ganado un premio de lotería, y este dinero llevaba a que ciertos personajes carroñeros se muevan, acercándose a Franz para despedazarle, aprovechándose de la bondad y la simplicidad de este hombre inocente. En "El viaje a la felicidad de mamá Küsters" la presa, Emma Küsters (Brigitte Mira) no tiene el golpe de suerte de Franz (no gana ningún premio) sino que adquiere su fama (y pasa a ser titular de periódicos) cuando su esposo se suicida, tras haber sesinado a su capataz, como acto de rebeldía contra la opresión empresarial en una fábrica química.

Esta fama será utilizada por diferentes organizaciones y personajes, empresarios y periodistas (reporteros que buscan su fama a través de una noticia que les de nombre), políticos (un matrimonio comunista, que trata la manera de reflotar la ideología de su partido en la Alemania Occidental), familiares (la hija cantante de Emma busca relanzar su carrera presentándose como la hija de "Emma Küsters") e incluso grupos terroristas anarquistas que tratan de sacar rédito a sus acciones.

En "La ley del más fuerte" Fassbinder no dudaba en atacar (y situar dentro del poder fáctico de los "carroñeros") a los grupos de homosexuales de clase alta que se aprovechaban de la pobreza de los gays urbanos y también a los sectores políticos (socialistas) con los que Fassbinder estaba más identificado. Fassbinder no se aliaba con nadie, sino que diseccionaba los problemas de la sociedad de su época con la distancia y objetividad de un sociologo o historiador.

En “El viaje a la felicidad de mamá Küsters” Fassbinder acierta dándole el papel protagónico a Brigitte Mira, quien se aproxima a ese perfil humanista, humilde, simple, inocente, próximo al Franz Biberkoft (interpretado por el propio Fassbinder) de "La ley del más fuerte". Y como haría también en "Todos nos llamamos Alí", uno de los recursos de dirección más habituales de Fassbinder, es el de colocar la cámara a cierta distancia, mostrando las escenas de la vida cotidiana a través de puertas que sirve de obstáculo a lo que observamos, intensificando esa mirada fría, distante, objetiva de su estilo.

Son sorprendentes los planos (gracias a la fotografía de Michael Ballhaus) donde el fotógrafo del periódico, interpretado por Gottfried John, acorrala con su cámara a Emma Küsters, tanto en el cementerio como en su propia casa. El personaje del fotógrafo se aproxima a los demás depredadores de las películas fassbinderianas: seres cercanos, amables, pero que engañan a sus presas haciéndolas que se sientan como en su casa.

La película finaliza con un homenaje maravilloso a "El último, 1924" de Murnau planteando dos finales alternativos, uno desgarrador y trágico y otro esperanzador: apostando por la felicidad y la existencia de alentadoras segundas oportunidades.

Más populares
Más recientes
comments

¡Comparte lo que piensas!

Sé la primera persona en comenzar una conversación.

0
comment
0
favorite
0
share
report