10.000 años en el futuro: La visión de Frank Herbert para Dune

POR JERÓNIMO CASCO

18 de MARZO del 2024, 14.03 PM | UTC-GMT -3

10.000 años en el futuro: ¿Cuál fue la visión de Frank Herbert para el universo de Dune?

¿Cómo es posible visualizar un futuro que no existe? La ciencia ficción siempre ha sido uno de los géneros que más incertidumbre y emoción encuentro al respecto, ya que nos hace repensar sobre nuestra propia existencia y cuál es nuestra posición como especie en la historia del universo como ningún otro. El escritor Frank Herbert tuvo que viajar al pasado para moldear su propia visión del paradójico retroceso y a su vez evolución del ser humano diez mil años hacia adelante en el tiempo. Por ejemplo esto se puede ver claramente en las estructuras edilicias de Arrakeen, la ciudad principal de Arrakis, en donde las altas temperaturas pueden alcanzar los 70 grados centígrados en el verano y -70 grados centígrados en el invierno, y que gracias a las inclinada pendientes sin ventanas de su estructura arquitectónica principal no deja pasar el calor y a su vez desliza las tormentas de arena para que no puedan filtrarse dentro.

Herbert creo un mundo retro-futurista inspirado por las costumbres mesopotámicas, aztecas y egipcias por citar algunas, pero sin dejar a un costado lo que él creía que podría suceder en el futuro. “Todo tiempo pasado fue mejor” solemos decir de manera trivial para adjudicarle algo de nostalgia a un futuro lejano que es (casi) imposible de proyectar y en donde reina el caos en nuestras mentes, pero lejos de eso el escritor utiliza estas memorias para darle vida a un mundo en donde lo que nos definió siglos atrás puede ser la salvación (o la perdición) del mañana.

UN UNIVERSO DE POSIBILIDADES

¿Que ha sido del planeta Tierra? ¿Ha quedado solo como un mito que se discute entre los habitantes de Caladan, Arrakis o Giedi Prime? ¿Cuál es nuestra relación con la tecnología y la inteligencia artificialen el futuro? Con una línea cronológica que recorre 34 mil años en el tiempo, Herbert se apropió de nuestros orígenes para formar un universo en donde lo que en ese momento en el tiempo las viejas creencias (nuestro presente de hoy en día) son reemplazadas por unas nuevas, y en donde las ruinas de un devastado planeta tierra son únicamente un recuerdo al que la humanidad no se aferra.

A diferencia de lo que los fanáticos de la saga cinematográfica creen, los elementos que componen en su totalidad a al imaginería de Frank Herbert son más amplios de lo que se puede llegar a creer. Si bien a partir del séptimo libro su visión se comenzó a desdibujar (lógicamente debido a su fallecimiento), la saga mezcla conceptos religiosos, filosóficos y metafísicos que rememoran mucho de lo que en nuestro nacimiento como civilización podríamos llamar el primer amanecer: la figura de un mesías que se mantiene viva en el inconsciente colectivo de una sociedad que espera la salvación.

En Dune no existen robots y las criaturas que existen en la mayoría de las películas de ciencia ficción no podría tener lugar alguno: Dune es un regreso a la narrativa teológica pero con giros inesperados, en donde los grises de la humanidad se difuminan en pro de sus intereses. Todo el conflicto sociopolítico surge alrededor de la figura del "Kwisatz Haderach", el resultado del proyecto definitivo de las Bene Gesserit que, a través de los siglos, manipularon de manera estratégica la genética para dar a luz a un “ser humano perfecto” capaz de servir como puente entre el tiempo y el espacio, ver el futuro y poder acceder a memorias ancestrales.

Las motivaciones de los personajes en el universo creado por Herbert son pura y exclusivamente causadas por la sed de poder, la visión de un mundo totalitario y la idea de que a la corrupción y violencia jerárquica se la extermina sin previo consenso, sin ley, de manera radical y tajante. Todo esto remite inevitablemente al tiempo pasado pero también al presente. ¿Estamos destinados a este molde circular y eterno del caos? ¿Acaso el tiempo nos juzgará en el futuro y nos hará recapacitar, o estamos irremediablemente condenados a repetir la historia para siempre? Según Herbert esta idea del “Paraíso Verde” de los Fremen no es más que una versión futurista de lo que hoy podríamos denominar como una paz absoluta. Pero, ¿en que lugar del cosmos pueda llegar a existir tal utopía?

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