Groundhog Day - El amor como forma de redención

Groundhog Day - de Harold Ramis (1993)

Reflexiones a treinta y un años de su estreno

por Gastón Siriczman

El amor como forma de redención

Hoy es El día de la marmota. Sí, de nuevo. Como cada 2 de febrero el ciclo se cierra y se vuelve a abrir.
A treinta y un años de su estreno, Groundhog Day no solo sigue vigente sino que permite relecturas para los complejos tiempos actuales.
En el universo de la película existe una hermosa forma de justicia que castiga a los miserables. El miserable en cuestión es Phill Connors, un meteorólogo que encierra en su personalidad los peores rasgos humanos. Es el pariente que detestamos, el colega con el que nadie quiere trabajar, el vecino que pinchaba las pelotas que caían en su patio, el ex compañero de la escuela que procuramos olvidar. Ese mismo, pónganle el nombre y el rostro que quieran. En el mundo real esa gente camina inmune, nunca duda de sus decires y va pregonando libertades, pero en el mundo creado por Harold Ramis, cuando Phill Connors rebalsa el vaso con sus maldades le cae todo el peso de la poesía encima y, sin que se explique cómo, se lo condena a repetir a perpetuidad el peor día de su vida: en el lugar que odia, en un clima que detesta y rodeado de personas que menosprecia.

Y acá viene la vuelta de tuerca que hace de esta película una de las mejores comedias de la historia. Ese castigo eterno le causa dolor, es verdad, pero también es ese mismo castigo el que le permite cambiar. La redención le llegará finalmente a Phill luego de que decida usar ese loop de veinticuatro horas al que está condenado para hacer el bien. Recién ahí podrá conocer lo que es el amor y amanecer en ese lugar maravilloso llamado “mañana”: en el universo de la película, el amor es definitivamente una de las formas de la redención.
No hace falta explicar la metáfora, solo aporto que convendría volver a ver esta película pensando en el mundo actual, en el que los conceptos de justicia que se manejan son otros y tienen más que ver con la intolerancia, la venganza, la violencia y el concepto social que prevalece es el del ojo por ojo.