La Trilogía Before: un análisis realista del amor

Cuando pensamos en “amor” siempre se nos viene a la cabeza una pareja, teniendo su final feliz, así que estas películas le dan una vuelta de tuerca a esta idea para que sea más realista; vemos la vida de una pareja y relación a través de las décadas.

La trilogía Before es una serie de películas que consta de tres películas románticas estadounidenses dirigidas por Richard Linklater. Comenzando con Before Sunrise (1995) y continuando con dos secuelas, Before Sunset (2004) y Before Midnight (2013). Se consideran de estilo minimalista y consisten principalmente en monólogos y conversaciones informales con diálogos prolongados entre los 2 protagonistas. Se detallan ideas y perspectivas contrastantes sobre la vida y el amor, haciendo referencia al tiempo, el autodescubrimiento, la edad, la pérdida y la paternidad; se considera una exploración del romance posmoderno.

De esta forma seguimos la relación romántica entre Jesse y Céline, un estadounidense y una francesa que se conocen en un tren en Europa en 1994 cuando tienen unos 20 años más o menos. De casualidad empiezan a hablar, e instantáneamente sienten una atracción que los lleva a bajar juntos del tren y deambular por las calles de Viena durante toda una noche. Esas horas juntos los lleva a enamorarse, pero ambos tienen que seguir camino a sus destinos. Entonces acuerdan volver a encontrarse en el futuro.

La segunda película tiene lugar nueve años después de la primera y está ambientada durante una tarde en París. Jesse, ahora un padre casado y autor exitoso, se reencuentra con Céline durante una gira de promoción de su último libro, que esta basado en su encuentro en Viena. Deambulan por París y se lamentan no haber cumplido con sus planes de reunirse, y se dan cuenta de que siguen sintiendo una gran atracción por el otro. Al final, Jesse va al departamento de Céline y decide perder su vuelo a casa para quedarse con ella.

La última película de la trilogía también ocurre nueve años después. Se desarrolla durante un solo día en la costa del Peloponeso en Grecia. Jesse y Céline, ahora una pareja y tienen dos hijas gemelas. Están de vacaciones, y discuten sobre el deseo de Jesse de mudarse a Chicago para estar más cerca de su hijo Hank, mientras que Céline desea quedarse en París para trabajar en el gobierno francés. A pesar de que su relación pasa por una crisis producto de sus anhelos y deseos, finalmente se reconcilian.

Hay muchas películas que tratan sobre el amor o relaciones, sobre todo de amor romántico, pero estas películas se destacan por analizar el tema, sobre todo teniendo en cuenta las tres en conjunto, porque vemos la evolución de una relación en el tiempo… y mucho tiempo, porque es un plazo de unos 20 años, algo que en otras películas no se puede ver porque suelen terminar cuando la pareja finalmente se junta.

Esta dinámica nos permite ver a la pareja en tres momentos distintos no sólo de su relación sino de sus propias vidas. Lo más interesante es ver el proceso de una pareja de dos personas súper jóvenes que se enamoran apasionadamente, cómo ese amor va mutando en el tiempo, y cómo otros aspectos de sus propias vidas afectan su vida compartida. Esto le aporta algo realista a la historia, mostrando cómo las relaciones amorosas en la vida real son complejas y cambiantes, y que el amor apasionado que se puede sentir al principio probablemente no va a ser suficiente para mantener la relación a flote, y que además probablemente no sea eterno. Esto no quiere decir que el cariño no siga existiendo y las relaciones se tengan que terminar, por eso dije lo de la mutación, porque el amor o el cariño muta. Quizás hasta podríamos pensar que en algo mejor, porque además de la atracción y el amor, hay una elección consciente de escoger un proyecto de vida compartido.

En ese sentido, la película de las tres que mejor refleja esto es la tercera. Como decía, los vemos en sus cuarenta después de haber estado ya juntos por diez años y teniendo dos hijas. Así se explora qué pasa cuando pasó el tiempo y una relación se vuelve rutinaria, además de la rutina de la vida compartida, tener hijos y tener que hacerse cargo de ellos, los sacrificios que a veces hay que hacer en el plano individual por la relación y por la vida familiar. Finalmente, ese amor que se tuvieron siempre triunfa, y apuestan por seguir acompañándose a pesar de lo anteriormente mencionado.