GRISELDA: LA MADRINA DEL MAL

Vamos a hablar de una serie que se acaba de estrenar y que nos mete en la Miami de la década del setenta, en un mundo de narcotraficantes y crimen organizado.

La recientemente estrenada Griselda con la participación protagónica de Sofia Vergara.

Griselda cuenta una historia, basada en hechos reales de la narcotraficante más peligrosa de Miami de aquella época. Tanto es así que se dice que el mismismo Pablo Escobar “el patrón del mal” decía temerle.

Y no era para menos. Proveniente de la misma región, llevo a cabo una carrera veloz y sanguinaria para apoderarse del tráfico de cocaína de la ciudad de Miami.

Que la historia sea 100% real o haya sido alterada para fines del mundo del entretenimiento no importa demasiado, al fin y al cabo, no es un documental.

Nota al pie: De hecho, es curioso cómo se le exigen a los productos audiovisuales de ficción, respetar supuestas veracidades históricas al punto de que algunas críticas no son sobre la calidad del producto en sí mismo sino en una supuesta veracidad historicista.

Seamos claros: a no ser de que se trate de un hecho documentado por la tecnología actual, con fotos y videos a tiempo completo, NADA es realidad sino solo INTERPRETACION. Ningún documento histórico sobre batallas, conquistas, relaciones y mucho menos palabras puede ser definido como una “verdad” dado que está construido sobre cartas, pinturas, relatos y observaciones interesadas de testigos dudosos. Eso vale para casi todo lo que sabemos de la historia de la humanidad.

AUGE, APOGEO Y CAIDA

Siguiendo una formulación clásica, podemos observar una progresión de comienzo, nudo y desenlace de la forma tradicional del relato aristotélico (los conocidos 3 actos de la narrativa) y en este caso se cumplen a la perfección.

El arco dramático de la serie es, como la vida de la misma Griselda, un ciclo de auge, apogeo y derrumbe. Pero incluso en esa estructura previsible, el show nos presenta algunas variables muy interesantes.

Mientras que el personaje principal va escalando hacia la cima del crimen organizado, presenta contradicciones profundamente humanas. La vemos sensible, preocupada por sus hijos, guardiana celosa de sus “chicas” (un grupo de prostitutas a las que hace traer de Colombia para ingresar la droga) y madre adoptiva de sus sicarios. En especial de sus “marielitos”

Así, paso a paso, entre crímenes y violencia, finalmente queda apodada como “La Madrina”.

Y a ella le encanta. En un mundo de “padrinos”, de mafiosos varones, en donde el patriarcado como idea central del uso del poder es fundante y sobre el cual están basados los valores éticos y conductuales de todos los involucrados, Griselda presenta una ruptura, una rareza en todo sentido.

PERSONAJE Y ACTRIZ

Junto a esto, la historias nos presenta un arco de desarrollo del personaje que va desde una inicial víctima (Griselda es usada y maltratada, despreciada y hasta obligada a tener relaciones sexuales con su cuñado por su propio marido), para pasar una mujer empoderada y fuerte, y terminar en la locura de una narcotraficante poderosa, adicta y asesina.

Sofia Vergara hace una interpretación épica. Huelga decir que es una gran actriz. Pero en este caso además le suma una profundidad a su personaje que la despega de su propia impronta y hasta por momentos pareciera encarnar el alma de Griselda.

Sofia nos tira encima una interpretación sin debilidades y no se queda con nada. Su mirada, sus gestos, sus desbordes, sus pliegues emocionales y sus anhelos de grandeza quedan plasmados en la pantalla.

Su discurso a “los marielitos” (su ejército de inmigrantes ilegales cubanos) es tan inspirador como el de Theoden, rey de Rohan antes de atacar a los orcos. Su impronta entre social, étnica y emocional, podría movilizar a cualquier hacia la batalla.

Y no era para ella, una partida fácil.

Imaginemos el contexto: ella está sola y camina entre decenas de varones armados hasta los dientes, que muestran sus músculos y hacen alarde de su masculino poder de agresividad. Les habla, los arenga, los moviliza y conmueve al punto de que entran casi en un estado de euforia. Una mujer que levanta soldados, estimula sus corazones, capta sus mentes y los lleva a un estado que le permite tener -por fin- un pequeño ejercito personal.

En la historia del cine y las series, han sido en general varones quienes recitan los discursos que llevan a la acción. En parte esto se debe a la lógica de la guerra y su función es la de llenar de valentía y sentido a quienes estar por ingresar en una batalla (y con grandes chances de morir).

LA DETECTIVE

Tenemos también a la antagonista, la policía, que enfrenta la doble discriminación (ser mujer y ser latina) en el duro mundo policial de los setenta.

Griselda plantea una ruptura en el paradigma hegemónico de las historias de narcotráfico.

Griselda Blanco existió realmente y fue, de manera trágica, una verdadera feminista. Incluso aunque haya sido a través del crimen, el terror y los excesos.

Pero acaso no hacemos estatuas para generales que masacraron poblado enteros?

No aprendemos en la escuela las historias de conquistadores y mesiánicos lideres que tienen una larga lista de muertos en su haber?

No nos enfocamos en aspectos específicos como por ejemplo “Fue un gran estratega”. ‘Un líder e inspirador de masas”, “un general inclemente y despiadado pero hábil e inteligente”?

Griselda fue hábil, resiliente, indomable, estratégica, audaz y genuina líder.

Volviendo a la interpretación magistral de Sofia Vergara, ella ha logrado interpelar al personaje y ponerlo en valor, dándole alma, cuerpo y emociones.

LATINX NEMESIS

Y es ahí en donde la serie nos propone otro personaje, fundamental para el desarrollo de la historia: June Hawkins, interpretada con maestría por la actriz Juliana Aiden Martínez.

Desde el punto de vista estrictamente narrativo, June se presenta como la némesis de Griselda, presentando la primera, características personales casi idénticas en esencia. Recordemos que el concepto de antagonista en un relato es quien se opone a la o el protagonista intentando malograr sus planes. En este caso, ambas son tercas, decididas, inteligentes, estratégicas, con visión amplia y conocen su negocio o su trabajo. Pero en el fondo, lo que ambas tienen en común es mucho más fuerte que aquello y es el hecho de ser despreciadas por su condición femenina. Griselda asoma al mundo delictivo con ideas, perspicacia y capacidad de acción y es atacada por prácticamente la mayoría de los hombres con quienes interactúa, que la ven como una ama de casa fuera de “su” lugar.

Por otro lado June es una analista de inteligencia, sagaz y observadora que es burlada y ninguneada por los oficiales con los que trabaja.

Ambas actrices comparten muy poca pantalla y sin embargo, durante la historia vemos lo profundamente imbricadas que se encuentran. Es interesante observar cómo en una serie de narcotraficantes de los anos setenta en un mundo machista, brillan y se destacan dos mujeres, que son, quienes llevan adelante el relato.

Pero más lo es aún, que se trata de hechos reales.

Aqui el trailer: