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Si Hemingway hubiese escrito "Monstruo"

Spoilers

Hirokazu Kore-eda es uno de mis directores favoritos. Sus historias siempre se especializan en retratar las emociones de los personajes y puedes sentir la sinceridad de su trabajo. Sin embargo, esas experiencias tan sentidas quizás no son aptas para un cine ruidoso. Es por esto que, cuando se estrenó su nueva película, "Monstruo", no corrí a verla al cine, sino que esperé a su estreno en streaming y, finalmente, pude verla la semana pasada.

"Monstruo" es una película de suspenso, pero no del tipo clásico como "Memorias de un asesino" y "Memento, recuerdos de un crimen". Crea suspenso por medio de las emociones entre los personajes más que a través del caso en sí y, aunque están escondidas detrás de su fachada, son perceptibles.

El personaje que más me impresionó fue el de la directora de la escuela primaria que no aparece mucho en la película y dice menos de 10 líneas. No es más que una persona mayor normal e introvertida, pero, en la película, me hizo sentir su carga emocional detrás de sus pocas líneas y a través de muchas pistas sutiles: cuando la maestra dice "hace poco perdió a un ser querido, no la molesten"; la foto que tiene en su escritorio y está dada vuelta; cuando se tropieza intencionalmente con un niño travieso en el restaurante; su diálogo con su esposo encarcelado sobre el "ladrón de caramelos". Todo parece indicar cuál es la raíz de su entumecimiento y es que, quizás, mató a su hijo por accidente y está escapando de la responsabilidad por medio de mentiras.

Si observamos a los personajes de "Monstruo", la personalidad y la conducta de la madre, de los dos hijos, y de la maestra, son solo la punta del iceberg. Los conflictos más intensos se esconden debajo de la superficie.

Esto me recuerda a la "teoría del iceberg" de Hemingway.

Hemingway creía que una obra es como un "iceberg", solo se revela un poco de información y la mayor parte restante se oculta debajo de la superficie. La escritura muestra la parte que está sobre el agua, dejando la parte sumergida a la libre interpretación del lector.

Por ejemplo, la novela "El viejo y el mar" podría haber sido más larga e incluir un relato de las vidas de todos los habitantes del pueblo. Aún así, Hemingway se limitó a escribir 50.000 palabras y se enfocó en los tres días de pesca del viejo. Por lo tanto, las historias de fondo se revelan sutilmente a través de las representaciones del proceso de pesca que solo algunos lectores atentos pueden notar.

Otro ejemplo es "Fiesta" cuya primera línea es "Robert Cohn había sido campeón de peso medio en Princeton". No hay un contexto ni un preámbulo y los lectores se desconciertan porque no saben quién es Robert Cohn. La siguiente línea presenta a otra persona, "yo". Aunque todavía no sabemos quién es, tenemos la certeza de que no es Robert Cohn. La información sobre Cohn está esparcida a lo largo de la novela y requiere analizar y descifrar los detalles. Cohn es un hombre judío que intenta deshacerse de su judaísmo, que practica boxeo para combatir sus problemas de autoestima, y solo encuentra satisfacción si noquea a sus oponentes. Estos detalles se esconden detrás de pistas sutiles y se van revelando, poco a poco, si el lector piensa con cuidado y hace una relectura de la historia.

Con respecto al "yo", los lectores descubren que su nombre es Jake Barnes, a quien hieren en la Primera Guerra Mundial y como resultado pierde su función sexual. ¿Cómo retrata esto la novela? Hemingway no menciona esto hasta la mitad de la novela cuando Jake bromea con su novia y después tiene un diálogo interno frente al espejo.

El método de escritura con el estilo iceberg disminuye un poco la influencia del autor en las inclinaciones del lector, ya que no se apropia de sus pensamientos ni impone opiniones. Una obra verdaderamente buena no sirve todo en bandeja. Hemingway creía que las omisiones son necesarias y que un escritor las agregaría a sus obras si supiese qué va a escribir. En cuanto al lector, mientras que el escritor sea sincero, podrá rellenar los espacios que el escritor omite, como si el autor ya las hubiese escrito.

Volvamos al tema de "Monstruo". La forma en la que la película retrata a los personajes sigue la "teoría del iceberg" de Hemingway, con la diferencia de que revela más de la mitad del iceberg y no es tan radical. Lo mismo sucede con las películas anteriores del director, como "El tercer asesinato"y "Somos una familia".

Si Hemingway hubiera escrito "Monstruo" , la película escondería más información y la estructura sería diferente. Por ejemplo, en la tercera parte de "Monstruo", la historia entre los dos chicos podría no revelarse de forma tan directa, sino que las pistas podrían entrelazarse en las historias de otros personajes. Además, podrían haberse agregado más detalles sobre el pasado de la directora y convertirla en la protagonista, como el viejo en "El viejo y el mar", y toda la película podría haberse desarrollado desde su perspectiva. No se trata de qué está bien o mal, sino que son diferentes formas de contar una historia.

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