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'Lift', el último (fallido) intento de Netflix con el cine de acción | Review

POR JERÓNIMO CASCO

17 de ENERO del 2024, 16.09 PM | UTC-GMT -3

'Lift', el último (fallido) intento de Netflix con el cine de acción | Review

El caso de Netflix es más que interesante: es intrigante. Pueden pasar de financiar una película de autor sobre la historia de un joven napolitano que procesa el duelo familiar y el primer amor en el marco del Mundial de Futbol México 86, pero luego puede financiar esto. Y suena bastante despectivo decir "esto" a una obra cinematográfica, en donde cientos de personas involucradas trabajaron y decidieron darle forma, pero es que hay ciertas excepciones que no pueden ser remarcadas como producto y no obra.

En una sociedad donde se aprecia la superficie por sobre lo interno, en donde se le da play al producto para que sirva como distracción y en donde no existe análisis posible, Netflix se lleva todos los premios y consideraciones. Una verdadera lástima, sabiendo que de vez en cuando elige cineastas comprometidos con su voz para darle algo de calidad a este servicio de streaming. Nombres como David Fincher, Martin Scorsese o Paolo Sorrentino por nombrar algunos, nos entregaron verdaderas obras de autor, pero no, la plataforma de la N insiste en una doble moral donde respeta e insulta al espectador.

Detrás de este desastre se encuentra F. Gary Gray, director estadounidense con algo de experiencia en el cine de atracos y policial (hizo La Estafa Maestra -película que por cierto recomiendo bastante más que esta- ), pero que tras el estreno de Rápidos & Furiosos 8 se vino abajo con su cine, priorizando más el cash en su bolsillo que cualquier otro factor.

Y se puede llegar a entender que existen contratos con determinados actores/actrices que se deben respetar (como es el caso de Úrsula Corbero -la de La Casa de Papel- o Billy Magnussen -el de El Ejercito de los Muertos- que aparecen acá), pero simplemente deberían reconsiderarlo. En este nueva película de acción se eligió como protagonista al menos indicado: Kevin Hart, un comediante que intenta hacer lo mejor pero que esta mal direccionado. Él interpreta a Cyrus, la mente maestra detrás de los robos de arte más complejos y organizados de todos. En una subasta, un trabajo como cualquier otro, junto a su equipo (diversificado internacionalmente hablando, bien políticamente correcto) logran cambiar el giro: compran un NFT por 20 millones de dólares pero secuestran al artista digital detrás de la “obra”.

Entonces entra en acción la siempre ineficiente Interpol que parece más un rejunte de personas que no saben lo que hacen (o que por lo menos así lo muestran en esta película), y en donde la encargada de atrapar a este avivado ladrón de arte resulta ser la ex-amante de él. Impresionante. Claro, si entras al repertorio de Daniel Kunka, el guionista de la película, se puede ver claramente que su último trabajo fue en el 2009, hace 15 años. Y los chistes siguen…

Después de no poder agarrar al equipo de Cyrus, la Interpol decide contratarlo para poder dar con otro ladrón que tal vez sea más peligroso que él: Lars Jorgensen, interpretado por el legendario Jean Reno, un hombre que va a transportar 500 millones de dólares en oro desde Zurich a Berlin en un avión a 12 mil metros de altura. ¿Cuál es la idea de la Interpol? Interceptarlo obviamente. ¿Con quién a bordo? Con otro ladrón y todo su equipo. Vaga escritura que, a pesar de querer ser entretenimiento, insulta. Que quiere hacer reír, pero no lo logra.

Hasta este momento, habían pasado 49 minutos de película en donde todo pasaba y nada pasaba: el ladrón, que queriendo ser carismático seduce a la jefa de la Interpol, la jefa cayendo en sus redes, los integrantes del equipo que dudan de si hacer el trabajo o no, todo un montón de demostraciones de que Netflix tiene plata gracias a la tecnología con la que cuenta el equipo, pero nada pasa. Nada termina teniendo lógica. O por lo menos, la lógica que uno supone.

Pero claro, ¿algo bueno tiene que tener la película no? Sino no tiene sentido que esté en el top 3 de lo más visto esta semana en la plataforma. Después de esos fatídicos 50 minutos, cuando se configura y setea toda la previa al robo, eso tiene algo de ritmo, de hecho, el único momento que lo tiene. Peeeeero, todo se vuelve monótono y predecible al final. El ladrón malo termina perdiendo, el ladrón bueno -aclaro lo de bueno y malo porque según las reglas de este universo planteado existen ladrones buenos y malos, al mejor estilo Robin Hood- termina volviendo a enamorar a una agente de la Interpol que lo que menos tiene es de Interpol, y el mundo se salvó una vez más.


CONCLUSIÓN:

“Netflix contrata a un guionista que hace más de diez años que no escribía nada, a un director en decadencia, a un rejunte de actores que pertenecen a los que están contratados por la plataforma, lo mezclan en una historia de atracos y (algo de) comedia sin corazón, y pretende pegar el hit del verano. ¿Lo logra? No lo sé, pero yo estuve casi dos horas enfrente del televisor viendo esto. Se podría decir que lo logró entonces."

PUNTAJE: 5 de 10


¿DONDE SE PUEDE VER? EN NETFLIX


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