“Saltburn: el laberinto” y la mirada masculina

"Me siento mal."

En eso estuvimos de acuerdo algunos de mis amigos y yo después de ver Saltburn: el laberinto. Después de investigar el origen de mi malestar, me di cuenta de que no se debe a la escena en la que el personaje Oliver (Barry Keoghan) bebe el agua del baño de Felix (Jacob Elordi), ni a su extraño comportamiento en el cementerio. De hecho, se debe a la forma en que se cuenta toda la película y las asociaciones que hace. Incluso creo que la directora, Emerald Fennell, quiere que los espectadores se sientan así. ¿Qué tiene de especial la forma en que Saltburn cuenta su historia? ¿Qué me mostró esto? Y, lo más importante, ¿por qué la directora decidió contarlo de esta manera? Pero antes de entrar en detalles, echemos un vistazo rápido a la primera película de Fennell, Hermosa venganza.

Al igual que Saltburn, Hermosa venganza también fue dirigida y escrita por Fennell, con Carey Mulligan interpretando al personaje principal Cassandra, una mujer que pretende ser un blanco fácil y caza a los tipos que la atacan; se venga de aquellos que agredieron sexualmente a su amiga (quien se suicidó). Podría decirse que este tipo de historia sobre una mujer que busca venganza es aún más importante tras el movimiento #MeToo. La parte más emocionante es cuando Cassandra deja de ser un objetivo disfrazado y se convierte en verdugo y vengador; pero luego, su muerte nos recuerda constantemente que, al igual que el personaje, estamos ante una sociedad machista realmente poderosa y aparentemente indomable.

Hermosa venganza, con su representación extremadamente vívida de la perspectiva femenina, es una película que no podemos ignorar: Fennell dejó una huella, por lo que al principio me sorprendió ver la historia de Saltburn contada desde el punto de vista de un hombre sobre las relaciones entre los hombres. Pero al intentar entender la película y los motivos, me di cuenta de que era necesario.

¿Es Saltburn un equivalente moderno de El talentoso Sr. Ripley?

Cuando estaba viendo Saltburn, naturalmente recordé El talentoso Sr. Ripley. Oliver es como Tom, intrigante y ambicioso. Ambas películas muestran la forma en la que se pueden agotar todos los medios para transformarse de un don nadie a alguien en la clase alta. Y escuchá esto: Oliver y Tom tienen herederos ricos a su lado. Estos chicos chic no sólo son adinerados sino también extremadamente carismáticos, lo que fácilmente los convierte en el alma de la fiesta. ¿Pero adivina que? Al final, son atacados violentamente y asesinados por Oliver y Tom. Ambas historias terminan con estas dos personas ambiciosas saliendo victoriosas. Básicamente, Saltburn parece una versión moderna de Ripley.

Pero esta historia de gente ambiciosa que hace lo que sea necesario para llegar a la cima no es nada nuevo, y ni siquiera es lo más original de Saltburn; en todo caso, la película resalta las duras realidades de la supervivencia en este mundo. En mi opinión, en comparación con El talentoso Sr. Ripley, lo que más destaca de Saltburn es cómo Oliver, un tipo desconocido, está completamente interesado en Felix, y no solo en la riqueza de Felix, sino que se convierte en el objetivo de Oliver para satisfacer sus deseos sexuales. En Ripley, la alusión a la relación sexual entre Tom y Dickie es un poco sutil, pero una vez que uno entiende las relaciones entre los personajes de Saltburn, queda claro que Fennell continúa el tema que comenzó en Hermosa venganza: los hombres como víctimas. Y para ir aún más lejos, Fennell los convierte en objetos de deseo, cuando normalmente son las mujeres las que tienen este papel.

¿Se considera Saltburn una película LGBT+?

Aunque Saltburn tiene algunos indicios de amor entre personas del mismo sexo, y sus creadores han mencionado que la historia se inspira en Return to Brideshead de Evelyn Waugh, todavía me resulta difícil verla como una película sobre relaciones románticas entre hombres. La razón es que Saltburn retrata el amor entre personas del mismo sexo no para mostrar el dolor o la belleza del sentimiento, sino para promover la cosificación sexual de los hombres. Además, todas las escenas que involucran amor entre personas del mismo sexo o la exhibición de cuerpos masculinos sirven para convertir a los hombres en sujetos de la mirada masculina que está siendo objetivada.

Ya sea por el diseño de los personajes o las características de los propios actores, el contraste entre la normalidad de Oliver y la suavidad de Félix, interpretado por Elordi, a quien se refiere como “el hombre más guapo del mundo”, es significativo. La mayoría de las películas que pretenden retratar el amor entre personas del mismo sexo tienden a elegir a dos actores que se consideran igualmente atractivos. E incluso si la diferencia de apariencia entre Oliver y Felix no es suficiente para probar la cosificación sexual, lo que es más importante es que Felix aparece varias veces en las fantasías sexuales de Oliver. Los ojos de Oliver y la cámara se enfocan en el cuerpo de Felix, y esto se muestra en la pantalla por una buena razón; su cuerpo se muestra de forma fragmentada, permaneciendo quieto y en silencio. Una de las escenas más llamativas es la de Oliver espiando a Félix mientras se masturba en la bañera; en estas escenas, Félix es completamente observado, mientras que el público y Oliver son los observadores.

En el documental Brainwashed: Sex-Camera-Power, la directora Nina Menkes señaló que la exhibición de partes del cuerpo fragmentadas, la exhibición directa del cuerpo femenino y el silenciamiento de las mujeres son lenguajes visuales comunes dirigidos a las mujeres observadas. La forma en que se filma a Félix es la misma que muchas películas retratan a los personajes femeninos, esto explica en gran medida por qué a menudo me recuerda a Monica Bellucci en Malena, ya que ambos son sorprendentemente bellos e incomprensiblemente silenciosos. Saltburn presenta a Oliver como una persona de principio a fin a la audiencia, independientemente de si es inherentemente malvado, pero Félix es simplemente un placer para la vista; Parece misterioso, pero en realidad le falta vitalidad, y su apariencia y su cuerpo son más evidentes que su yo interior.

Si el voyerismo de Oliver sobre Felix no es suficiente para mostrar que la película pone a los hombres en la posición de ser observados, entonces la representación de las mujeres en escenas sexuales hace todo lo contrario, explicando qué son los personajes no objetivados. En la escena en la que Oliver le practica sexo oral a la hermana de Felix, Venetia (Alison Oliver), la cámara enfoca el rostro de Venetia. Incluso cuando otro personaje la ve, se la muestra a distancia junto a Oliver. Esta escena también resalta el hecho de que Venetia está menstruando, y durante toda la escena el público se centra más en sus sentimientos que en su cuerpo, mientras que para Félix el enfoque del público es completamente lo contrario.

Después de confirmar la intención de la directora de someter a los chicos a escrutinio, queda muy claro por qué la película se centra en la perspectiva de Oliver. Para convertir a los chicos en presas desprovistas de subjetividad, tienen que ser objetos deseados por otros chicos; y para evitar que cualquier romance se interponga en su camino, incluso retrata a Oliver como una persona ambiciosa, de apariencia normal y de naturaleza siniestra. Ya sea teniendo sexo con la tumba de Felix o bailando desnudo en la mansión Saltburn, el objetivo principal no es revelar sus deseos, sino insultar a Felix y a la clase alta que representa.

¿Saltburn desafía o perpetúa la mirada masculina?

Entonces, ¿Saltburn, al hacer de un hombre el objeto deseado de los demás, rompe la mirada masculina y la relación entre los jóvenes, o simplemente refuerza el estatus dominante de los hombres bajo la mirada masculina de una manera diferente? Para responder a esta pregunta, creo que debemos volver a la realidad. Fennell sabe que en un mundo donde el 91% de las víctimas de violaciones y agresiones sexuales son mujeres y la mayoría de los violadores son hombres, retratar a Oliver como una mujer desconectaría completamente la historia de la realidad; este es el problema más mortal con Perdida (la actriz protagonista, Rosamund Pike también aparece en Saltburn).

Según la estudiosa del cine feminista Laura Mulvey, la mirada masculina tiene tres perspectivas: la que se encuentra detrás de la cámara (el punto de vista de los cineastas), la de los personajes masculinos y la del público. En Saltburn, los realizadores reconocen claramente la existencia de la mirada masculina, por lo que cuando Fennell utiliza el paradigma de la mirada masculina y la perspectiva de los personajes para cosificar a los hombres, está confirmando satíricamente la existencia de la mirada masculina. Este es también un paso importante hacia la creación de contenidos centrados en la mirada femenina.

Lo que me hace pensar es que, independientemente de si nos damos cuenta de que la directora objetiva deliberadamente a los chicos, muchas espectadoras, incluida yo misma, nos sentimos incómodas después de ver la película. Nuestro malestar proviene del hecho de que los chicos de la película ya no se comportan como humanos, sino como objetos sexuales que no tienen pensamientos propios. Al mismo tiempo, el público actual se ha acostumbrado a ver mujeres sexualmente cosificadas a través de la mirada masculina y simplemente ignora esos sucesos. Es difícil liberarse de la mirada masculina, pero lo que me inspira es que hay cineastas como Fennell que eligen con valentía este desafiante camino.