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GWEN STACY: HEROINA ARACNIDA

PATRIARCADO DE SPIDERMANES

En la película animada Spiderman: A través del spiderverso (Joaquim Dos Santos, Justin K. Thompson, Kemp Powers, 2023) ingresamos literal y simbólicamente en otra dimensión. Y aparece con un personaje con una identidad compacta y poderosa: Gwen Stacy. Ella explora muchos rasgos inesperados dentro del campo de la heroicidad. Aunque con poderes casi sobrenaturales, se la ve vulnerable, sensible y reflexiva, incluso confusa y culposa.

Gwen expresa valores profundamente humanos en medio de un universo ficcional que se mira el ombligo. Quiere ser parte (como toda adolescente) de ese selecto club. Pero todo tiene un precio. Sin embargo, a poco de transcurrida la historia, notamos lo mismo que ella: hay un líder que (como casi siempre en la historia) cree tener la verdad absoluta. Y, como consecuencia, todo aquel que no comparte, se convierte en su enemigo.

Es que los spidermanes están muy interesados en su propia supervivencia, lo cual se expresa como un cuidado del canon. A cargo -no casualmente- de un líder poderoso, autocrático, iracundo y mesiánico, es decir, de un clásico referente de lo que se ha denominado el sistema patriarcal o simplemente: el patriarcado.

Esto es lógico por cuanto de ellos (de los spidermans)se trata la franquicia. Y no es extraño que sea guiado, manejado y administrado por el líder del clan.

Mas bien parecen guardianes de su propia existencia que justicieros entregados a la causa del cuidado de la población.

Es que aquí se habla en forma elíptica de los privilegios de un grupo en particular y en particular, de los beneficios adquiridos por el poder masculino tradicional. Como toda elite, esta se autodefiende ante cualquier intento que ponga en duda sus privilegios.

Gwen Stacy tiene una relación ambivalente con su padre, un policía tradicional y honesto que busca justicia por el asesinato de Peter Parker (que en esta dimensión no es el Hombre Araña) y la paradoja es que a la que quiere atrapar es (sin saberlo) a su propia hija que es spiderwoman.

MULTIVERSOS DE PARADOJAS

La historia presenta una multiplicidad de capas y de sentidos. Miles Morales (el Spiderman de esta dimensión) no solo lidia con su edad y tener una doble vida sino que además es hijo de una madre inmigrante (aunque Puerto Rico es EEUU como dicen sus protagonistas) con lo cual hay una posible lectura sobre integración étnica, social y cultural.

Juntamente con los cuestionamientos respecto al funcionamiento de los cánones y las fisuras en los relatos, hay un altísimo grado de autocrítica, desde la irónica hasta la reflexiva. Al igual que Barbie, el meta sentido y la autorreferencia se han transformado en parte del relato de estos tiempos. Incluso más allá de la posmodernidad, pareciera que hoy día prima la necesidad de reiniciarse y hacer público aquel proceso. Con una nueva era comunicacional, los personajes hablan por la franquicia así como el producto habla por la productora.

El doble sentido de a la vez entretener y compartir una idea se me hace como un desprendimiento del sistema en orden de apropiarse de las ideas de Brecht. Esto de evitar la catarsis (al menos en parte) y buscar alguna clase de reflexión personal, social o trascendental. Es quizás también una consecuencia de las formas divergentes de la atención con las que nos manejamos a diario. Caminamos con el celular en la mano, haciendo multitasking cibernético, con varias pantallas abiertas a la vez, contestando mensajes de whatsapp, leyendo redes sociales, compartiendo memes y atentos a las noticias mientras elegimos algo en la panadería y recordamos un evento a la vez que planificamos a corto, mediano y largo plazo y todo esto mientras nos cuestionamos todo, opinamos sobre política y religión, futbol y cosmología. Todo esto ocurre en aproximadamente 3 minutos… No es raro entonces que la franquicias apelen a esta multiplicación de tareas y escuchas indicando (o mejor dicho afirmando) que no existe ya una linealidad así como ya es difícil (sino imposible) creer o incluso citar un hecho o razonamiento último, en concordancia con este tiempo al cual algunos han dado en llamar: la era de las posverdad.

Pero nunca nos propusimos ponernos pesados Estamos hablando de Spiderman! Un personaje vestido de calzas que se cuelga con hilos de seda y tiene poderes arácnidos con los que ayuda al mundo (bueno, más bien en general a la gente de Nueva York y más específicamente de Brooklyn).

Lo interesante es que no pretende la obra ser intelectual (en el sentido aburrido que se le suele asignar) sino que es una verdadera obra Pop. La variedad entrelazada de estilos, colores, formas y formatos, tipos de texto y relato, formas de montaje y musicalización, convierten a Spiderman: A través del Spiderverso en una trepidante aventura de filosofía del entretenimiento. Sea que el estudio (SONY Animation) se haya propuesto estar a la vanguardia de un movimiento o que se trate de la genialidad de sus autores, vemos que existe un trabajo en conjunto que busca magnificar y poner en realce a todo el espectro de hombres (y mujeres) araña.

LA HEROÍNA Y SU TEJIDO

Volviendo a Gwen Stacy, es justamente una mujer quien tiene la fuerza de la disrupción para encabezar semejante apuesta. Aunque Miles Morales es el personaje principal, es ella quien hace girar la historia. Para quienes les gusta la narrativa y el mundo de los guiones, pueden observar como el relato gira alrededor de las decisiones que ella toma, y como consecuencia afectan al resto.

Ella no busca ser importante, sí en cambio quiere ser “parte de algo”. El film arranca con su frustración al no poder encajar en los códigos de una banda de rock, que curiosamente se llama “Mary Jane…” (la otra novia histórica de Spiderman). Ella no encaja en su casa, ni en la sociedad, ni en las leyes. Hasta que parece encontrar su tribu, su lugar de pertenencia, sus “iguales”. Pero incluso aquello tiene un costo, un sacrificio, una pérdida. Y ante la aparente evidencia de que encajar es lo óptimo, ella se permite el beneficio de la duda, de la discrepancia. Abiertamente cuestiona el modelo. Se rebela. Y es ahí (casi al final) donde su destino de descastada se vuelve un manifiesto de la identidad. Al encontrarse a sí misma en sus propios valores, genera a su alrededor un remolino de interacciones que la convierten en una líder. Ha crecido en medio de las ausencias y ahora se remonta en las alas de la certeza (ha escuchado a su corazón) y eso la hace aún más fuerte, pero más importante todavía, la hace confiable. Su empoderamiento es puro sinceramiento con su forma de aproximación a su propia naturaleza, que es de verdad y compasión.

La historia de Gwen antepone una necesidad colectiva anclada en lo individual por encima de un grupo de poder (aunque sea de Spidermanes) que no casualmente dirige un varón.

Es la antigua disputa entre los poderes vigentes (el patriarcado en cualquiera de sus formas) y el sentido de comunidad que nace de la amistad y la solidaridad (más cerca de sistemas matriarcales).

Esperamos con ansias esta próxima parte para ver cómo se sigue deconstruyendo la historia y ello hace eco en nuestras vidas mortales.

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