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Fanatismo religioso y maltrato infantil. ¿Qué hay detrás de La Mesías (2023)? - Una de las mejores series de 2023

Spoilers

ÍNDICE DEL ARTÍCULO

  • ¿Qué es La Mesías (2023)? ¿De qué trata?
  • Referencias
  • ¿Cuáles son los temas principales que trata la serie?

- Drama religioso

- La sanación de las heridas de la infancia

  • Interpretación
  • Recursos técnicos

«Dios mío, dime. ¿Qué quieres?»

«A tus hijos»

«Y para que quieres a mis hijos»

«Para que salven el mundo»

«¿Cómo tienen que salvarlo?»

«Cantando. Bailando»

El último trabajo de la productora Suma Content, La Mesías (2023), consolida a los directores Javier Calvo y Javier Ambrossi como dos de los mejores creadores del panorama audiovisual nacional. Probablemente fue la obra teatral La llamada (2013) lo que les hizo darse a conocer. Un fenómeno que tras estar seis años en cartel en el Teatro Lara de Madrid, decidieron llevarla al cine en 2017, también como directores. Tras el éxito, series como Paquita Salas (2016) y Veneno (2020) han demostrado su valía como guionistas y creadores. Ahora, tras un trabajo que les ha llevado más de 3 años, La Mesías (2023) se convierte en su proyecto más ambicioso.

Estrenada en la 71ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, ha sido nominada a 4 categorías en los Premios Forqué 2023 (dos a Mejor Interpretación Femenina - dos Mejor Interpretación Masculina). Y por si fuera poco, cuenta con las siguientes 11 nominaciones en los Premios Feroz 2024:

Mejor serie drama.Mejor actriz de reparto en serie por Amaia, Irene Balmes y Carmen Machi.
Mejor actriz protagonista de serie por Macarena García, Lola Dueñas.Mejor actor de reparto en serie por Albert Pla y Biel Rossell Pelfort.
Mejor actor protagonista de serie por Roger Casamajor.Mejor guion de serie para Javier Ambrossi y Javier Calvo.

¿Qué es La Mesías (2023)? ¿De qué trata?

Vamos a empezar por situarnos en lo que podemos esperar antes de hacer click a esta serie. A rasgos generales, diré que estamos ante una serie construida dentro del género del thriller y el drama familiar, para que todos/as estéis preparados/as. La trama se articula a partir de los códigos de ambos géneros y se completa a través de rasgos de humor negro, momentos musicales, un cine teatral y de contenido (ficticiamente) espiritual. Los géneros de los que bebe son múltiples, siendo quizás una de las razones por las que se convierte en una serie tan rica.

Un breve repaso por el argumento. La serie cuenta la historia de seis hermanas que forman un grupo musical religioso con el objetivo de salvar el mundo; bajo el nombre de las Stella Maris, cantan a Dios para salvarnos a todas del cataclismo. Encerradas en una casa y privadas de la vida exterior, es su madre Montserrat la que conduce y obliga a las hijas pequeñas, pues gracias a su divina capacidad para comunicarse con Dios, este le dice que es la única manera de rescatarlo de su hundimiento.

La familia Puig Baró al completo.

Todos los que alguna vez hemos sido espectadores de las creaciones de Los Javis, podríamos decir que hay elementos que son comunes en sus trabajos: la cultura Pop, la religión, la música, lo mainstream en relación con lo clásico y lo costumbrista… Todas estas características están presentes en aquí también, pero esta vez el dúo de directores va un paso más allá, convirtiéndo esta serie en su mejor trabajo hasta la fecha.

La Mesías (2023) supone una innovación en su recorrido, tal y como dicen ellos en diversas entrevistas, un punto de inflexión por la forma en la que ha sido dirigida y también rodada; desde una libertad creativa, al mismo tiempo que una dirección muy precisa, lo que favorece e impulsa que los intérpretes puedan improvisar con naturalidad pero sin sentirse perdidos. Es más, las actrices que interpretan a las niñas no cuentan con un guión, explican Javier Calvo y Javier Ambrossi, son únicamente los actores adultos los que lo tienen y ellas trabajan bajo una directrices precisas pero libres.

Javier Calvo y Javier Ambrossi con las actrices que interpretan a las niñas.

Por otro lado, en el plano temático del que hablaremos más adelante, quizás la serie supone uno de los primeros trabajos en España que trata la religión cristiana desde su lado más oscuro, en contraposición con lo que quisieron reflejar en La llamada (2013). Más allá de todos los recursos técnicos que la convierten en un trabajo medido y absolutamente acertado, existen elementos muy precisos como el plano giratorio de la mesa, la habitación del éxtasis o la rave a la que acuden los hermanos, en la que utilizaron por primera vez la inteligencia artificial para la cara deformada con estampas virginales de Macarena García.

Asimismo, estamos hablando de una serie episódica, un punto clave en lo que respecta a su éxito, a mi parecer. Ya que los capítulos no han estado disponibles desde el día del estreno, sino que han ido saliendo semana a semana, los jueves, en Movistar Plus+, generando un ansia y una necesidad de ver el siguiente al que los espectadores actuales no estamos acostumbrados.

Referencias

Vamos a dedicar todo un apartado a hablar de todos los rincones de dónde bebe esta serie. Los Javis han demostrado trabajar a partir de diversos y muy variados referentes en todos sus trabajos, en específico de la cultura popular de España para mezclarlos con otros mucho más clásicos. Así, la principal inspiración que podemos analizar son todas estas historias de mujeres hermanadas, o hermanas directamente, que conviven por un propósito común, una idea, una cultura, etc. Mujercitas (1868), Vírgenes Suicidas (1999) o Mustang (2015), entre otras, son claras referencias que os vendrán a la cabeza nada más comenzar a verla, y la trama no dista demasiado de los códigos de todas ellas. Por lo que si este tipo de historias os resultan atractivas, dudo mucho que La Mesías (2023) vaya a defraudaros.

Stella Maris, grupo formado por las hijas.

Por otro lado, hay un elemento imprescindible que debéis de conocer si no sois de España o no tenéis referencias de la cultura pop de internet de los últimos años. En esta ocasión, los directores han decidido mezclar todas estas referencias habituales con elementos reales (o una inspiración impresionantemente cercana a la realidad): la historia de un grupo musical religioso formado por las siete hermanas Bellido Durán (+ su madre) que colgaban vídeos dedicados a la Virgen María: las Flos Mariae. En diciembre del 2013 lanzaban el siguiente comunicado por su web: «Algunas de las hermanas Bellido Durán (Alba, María, Flor, Estel, Victoria, Patricia y Montserrat) prometieron a la Virgen, a Jesús, que si su madre, María Durán de Bellido (la fundadora de CatholicosOnLine), sanaba del tumor maligno, harían un grupo musical para venerar a la Virgen María y propagar la fe cristiana católica, y María Durán de Bellido prometió a la Virgen que las ayudaría a conseguir hacer este grupo musical, para Gloria de Dios. María Durán de Bellido pasó muy bien la operación y se curó, por eso aquí tenéis la promesa cumplida».

Las Flos Mariae y su madre.

Todo aquel que la haya visto hace una analogía directa con la historia de las Flos Mariae. Con una diferencia, las hermanas Puig Baró (así es como se llaman en La Mesías), rezan y cantan a Dios para salvar el mundo. A pesar de que partimos de este claro referente, las hermanas Bellido Durán se han encargado de mostrar públicamente su descontento ante la gente que las relaciona con esta ficción, pues niegan toda vinculación con haber sido parte de una secta y de haber sufrido algún tipo de maltrato infantil. Y es que en esta serie, los directores mezclan por primera vez la cultura popular de España con conflictos reales, crudos, duros; la parte mala y oscura de la religión de la que no se habla tan a menudo. Así, La Mesías (2023) busca en lo que se esconde más allá del chiste de internet, de la gracia del meme, y lo hace hasta el fondo, hasta tan adentro que araña y duele a todo el que la ve.

Asimismo, The Shaggs podría ser otra de las claras referencias a la hora de construir esta historia: la banda de rock estadounidense formada por las hermanas Wiggin en Fremont en 1968. Fueron obligadas por su padre, Austin Wiggin, a formar la banda, ya que él creía en una profecía palmista que afirmaba que sus hijas se convertirían en famosas músicas, aunque luego no fue del todo así.

Como veis, las referencias a grupos religiosos son varias y el generar a la familia protagonista en este contexto y vivencia, todos y cada uno de los elementos que vais a poder ver como atrezzo, vestuario y localizaciones, son símbolos o guiños al mundo divino. Es más, las coreografías de las Stella Maris, así como la coreografía manística que realiza la madre para comunicarse con Dios (en el segundo estado de la protagonista interpretado por Lola Dueñas), están sacadas de representaciones de la Vírgen y de Cristo.

Por otro lado, las referencias a personajes específicos son varias y han servido para la construcción de los diferentes personajes. En concreto, en el protagónico de Montse (madre y mesías), los Javis hablan constantemente de la inspiración en Araceli López, una bruja y vidente que ha estado presente en infinidad de platós y programas de la televisión española. Y para la composición, utilizan claras referencias de películas como Mamá cumple cien años (1979) de Saura.

Coreografía manística. Lola Dueñas intepretando a Montse.

¿Cuáles son los temas principales que trata la serie?

Drama religioso

El motor y motivo de la trama, de que la historia se vea truncada, es el fanatismo religioso. Así, podríamos decir que es el tema central de toda la serie. Y bajo el nombre de la religión, de la fe, los personajes se mueven y son conducidos. En el pasado más lejano, cuando Montse es joven y Enric e Irene son solo unos niños, es la salvación de Dios que les promete Pep (el “padre”) lo que conduce a Montse a encerrarse en el caserío. Pero ya de adulta, es su absoluta fe en Dios lo que le hace creer que habla con él y por su mensaje, obliga a sus hijas a crear el grupo musical. Pero La Mesías (2023) no habla de la fe que surge de una gran devoción o creencia acérrima, no. Esta serie refleja el estado humano de desesperación, de dolor, de pérdida tan grande en el que nos agarramos a cualquier cosa que creemos que puede salvarnos la vida. En este caso, Montse, Enric e Irene reflejan cada uno la necesidad de agarrarse a una creencia, independientemente de que no sea la fe, también de lo escéptico o de la salvación del más allá… Buscan cualquier cosa que pueda hacerles devolverles la creencia de que el universo va a sanarles su herida.

Respecto a esto, me parece muy preciso y acertado el detalle que Javier Calvo y Javier Ambrossi introducen en el personaje de Enric de adolescente, cuando todavía vive encerrado en la casa: el descubrimiento del mundo exterior a través del cine. En este caso, es el arte en lo que Enric encuentra su forma de salvación, y resulta toda una oda al cine musical que tanto ha servido de referencia para construir la propia serie. Así, la religión y arte se descubren como creencias a las que todos nosotros nos agarramos cuando no tenemos nada más que hacer, nada más en lo que creer.

La sanación de las heridas de la infancia

La vuelta, el retorno a tu niño interior, es otro de los temas principales de la serie; la necesidad de volver al pasado para sanar heridas de la infancia. De forma muy inteligente, los personajes principales de la serie son las niñas, su vivencia mirada a través de tres perspectivas: la de la inocencia en la infancia, la de la rebeldía o sumisión en la adolescencia, y la del rechazo o la compasión en la adultez. Y aunque a muchos os pueda parecer que es Montserrat la protagonista, para mí sería más correcto decir que es la figura central. El hecho de que las niñas, por mucho que sean las verdaderas integrantes del grupo musical Stella Maris no puedan decidir su destino y todos los personajes de alrededor decidan por ellas, no hace que dejen de ser las protagonistas. Es más, acentúa la sensación de obligado encierro y de inmovilidad que sufren. Por eso conecta con el espectador de manera tan fuerte la temática del retorno, porque encarnado justamente en niños/as en un plano, y en los mismos niños pero ya de adultos en otro plano, es una forma de perpetuar la sensación de adultos que no han dejado de mirar atrás para buscar la sanación de lo que un día vivieron. Intentan volver para entender lo que pasó y encontrar quiénes son hoy. Así, el trauma infantil está muy presente en esta serie. Diría que el drama familiar se articula en el maltrato infantil, el adoctrinamiento, la prohibición y como consecuencia de todo esto, llega el trauma familiar.

Enric, de pequeño.
Irene, de adulta.

Pero claro está que todos los personajes adultos no iban a tener la misma respuesta ante la herida. Y es precisamente la diversidad de reacciones ante el trauma que encontramos en La Mesías (2023) lo que hace que sea una serie tan completa. A diferencia de Enric, que sí que coge esta posición de retorno y rendición debido a todo el dolor que le produce ver a sus hermanas siendo virales, Irene trata a toda costa de tapar las heridas del pasado con frialdad, dureza e incluso cierta agresividad. Dos respuestas y formas de afrontar el mismo trauma.

Es por esto que a nivel de estructura, la vivencia de los hijos de Montserrat se divide en tres épocas muy concretas, obligando a desdoblar a cada uno de los personajes principales en tres actores, y cubrir así el arco de todos ellos. Estos tres momentos se colocan de diferente manera en cada personaje dependiendo de cuál es la edad en la que comienzan la historia:

El pasado más lejano coincide con la juventud de Montse, la madre, pero supone la infancia para Irene y Enric, los hermanos mayores. Sin embargo, cuando nos vamos al presente, la vejez de Montse es la adultez de ambos, trucando los poderes y regalando al espectador una perspectiva global de la historia. Hay dos cosas que me resultan interesantes de toda esta gran estructura sobre la que se articula la trama: la ordenación no lineal de la historia y la posibilidad que eso ofrece para mostrar y abarcar el crecimiento total de las niñas, desde que son unas niñas hasta su adultez.

A pesar de que he de confesar que la ausencia de cronología me resultó difícil de entender al inicio, por la cantidad de actores que se doblaban unos a otros mientras representaban el mismo papel, diré que todo se va colocando de manera muy inteligente. Y resulta un recurso que favorece absolutamente a la regulación de la trama, pues todo lo grotesco y dañino que es el pasado más lejano por el maltrato infantil a los que vemos sometidos a los niños, se “compensa” y se calma con las escenas presentes de Enric o Irene. Tampoco demasiado, no se confíen.

Interpretación

La profundidad de los personajes es, en esta serie, de una complejidad elevada si la comparamos con otras historias, por el mero hecho de que existe un componente sectario, traumático e inestable mental y emocionalmente. Mostrar el arco de todos ellos, desde la infancia a la adultez, requiere desarrollar cada detalle de los personajes para que todos los planos concuerden. Más cuando son interpretados por actores y actrices diferentes, consiguiendo no complejizar la recepción y enriqueciendo más la trama. Estas perspectivas múltiples consiguen, por ejemplo, mostrar a las niñas como personas libres y cercanos a la naturaleza en la que viven, y luego de adultas, mucho más robóticas, tercas, miedosas y medidas.

A la hora de analizar la triada del personaje principal, el de Montserrat, cabe destacar el que para mí es el mejor trabajo interpretativo de toda la serie; la labor de conjunta de Ana Rujas, Lola Dueñas y Carmen Machi interpretando a Montse en cada una de sus etapas vitales. Además de la madre de todas las hijas, Montse es la figura a la que hace referencia el título, «Mesías», que se asocia a una figura religiosa o profética que que ha de cumplir un papel especial en la salvación o redención. En este caso, los fans han llegado a hablar de una nueva religión, el «Montsismo», haciendo referencia a las “reglas” o comportamientos que esta traduce de su diálogo con Dios.

Ana Rujas, Lola Dueñas y Carmen Machi.

Construir un mismo personaje con tres actrices era tan complejo por varios motivos: a nivel interpretativo, las tres tenían que parecer, moverse y hablar de la misma manera. Pero al mismo tiempo, es un personaje que cambia tanto que ni ella misma se reconoce en todo lo anterior. Por eso mismo le encaja tan bien al espectador el cambio de actriz, o no le resulta tan desconcertante.

Este mismo cambio del que os hablaba sobre las niñas de cuando eran niñas a su adultez, también se ve reflejado en las diferentes etapas de Montse. Ana Rujas interpreta a una madre fuerte y divertida, bella y alocada, inspirada en el personaje de Penélope Cruz en Jamón, jamón (1992). Pero también a menudo terrorífica; una madre que todavía está medianamente equilibrada entre la fe y la locura. Con Lola Dueñas, Montse se convierte en un personaje absolutamente sumido en la locura, y con Carmen Machi, nos vamos a un plano del personaje que roza la enfermedad y el fin.

Ana Rujas como Montse

Dentro de todo, sí que me gustaría hablar de la humanidad que no caracteriza a este personaje, pero sí aparece presente en todas las etapas de manera más o menos clara. Monste es «una madre a la que igual no le tocaba ser madre», como dice la propia Ana Rujas, pero por encima de todo lo es. Y el “amor” hacia sus hijos aparece cuando más perdido parecía, como en el capítulo seis, «La potencia de la impotencia», Enric se lleva a una de sus hermanas y Montse y Pep conducen bajo el ansia de la madre, algo desgarrador y animal además de estar derivado por una necesidad de control.

Recursos técnicos

La Mesías (2023) es una serie de reparto coral, y no podía ser de otra manera si se quería contar la historia de una familia que vive como lo harían los integrantes de una secta, juntos y en un único espacio. Para interpretar a un grupo de hermanas que crecen en la misma casa sin acceso a nada más que su propia relación, era importante la sensación de que el plano siempre estuviera lleno de ellas. Por eso, una de las grandes dificultades a la hora de realizar esta serie ha sido el gran número de actores con los que se han construido las secuencias.

A nivel compositivo, era muy difícil generar cuadros tan precisos, en los que se viese la cara de todos los actores y ninguno quedase fuera de cuadro o tapado por otro. Esto requiere un trabajo previo de ensayos muy exhaustivo, o bien implica toda una preparación de marcas en el suelo muy precisas cada vez que la cámara se coloque en un tiro. Sin embargo, Javier Ambrossi y Javier Calvo han conseguido generar imágenes preciosas de toda la familia en la mesa, en la cama, que junto con los decorados, el atrezzo y el vestuario casi parece que sean cuadros.

Añadido a esto, también había una gran dificultad a la hora de grabar las coreografías religiosas y, en específico, los movimientos provenientes de los momentos de éxtasis. Pero gracias a estructuras mecánicas muy concretas, los directores consiguen filmar la escena de la mesa del capítulo 5 («Instrucciones divinas para salvar el mundo») con un plano giratorio, para el que colocaron la cámara sobre un eje y un operador de cámara la movía desde el combo a través de un mando a distancia. Generan así una especie de plano secuencia, simulando, tal y como ellos mismos explican, el movimiento de una ruleta rusa a modo de interrogatorio. O en la escena del encierro de Enric en el sótano, para que toda la habitación girase y pudiese ser factible hacer la coreografía teniendo siempre la cámara “recta”, ataron el dispositivo a la propia estructura de la habitación. Como veis, los recursos de los que hacen uso son brillantes y buscan la funcionalidad de la técnica a favor de la trama.

El trabajo del departamento de arte es meticuloso y vital para que toda esta artillería funcione bien. Me gustaría también destacar (y que vosotros pongáis atención si la véis), el detalle en los trajes y la evolución del vestuario a través de las tres épocas. Es quizás una de las joyas que hace que esta serie funcione tanto, la libertad que se nota a la hora de escoger los diferentes looks para enriquecer hasta el final cada uno de los personajes. Resulta brillante cómo conectan a los diferentes personajes a través de las épocas gracias a los detalles en el vestuario, como con el color azul en el personaje de Irene, entre otros.

Otro de los puntos clave para generar esta tensión tan característica de La Mesías (2023) es el poder del fuera de campo. Muchos planos centran el encuadre en primeros planos de las niñas, y dejan a imaginación del espectador lo que está sucediendo fuera, con la única guía de los sonidos y la conversación. Así, este recurso que ya utilizaba Lubitsch en su cine, genera una sensación de que todo lo que se queda fuera es mucho más peligroso que lo que te están enseñando. Sobre todo cuando los directores juegan con elementos contrarios, como cuando el encuadre se centra en Irene de pequeña y todo lo que sucede alrededor del cuadro es una rave que ha organizado su madre, generando un contraste y una brutalidad increíble en el espectador.

Gracias a todos estos elementos, entre otros, Javier Ambrossi y Javier Calvo han conseguido llegar más allá de su fiel comunidad, de los fans que estaban desde La llamada (2013) y se quedaron con también con Paquita Salas (2016), dejando claro que han llegado para quedarse. Y que no son solo dos chavales jóvenes de ideas millenial y absurdas, sino que son dos creadores capaces de entender la cultura intergeneracional y plasmarla de manera brillante a través del lenguaje audiovisual.

Nahia Sillero.

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