Expresionismo Alemán: El movimiento artístico que cambió el cine para siempre

POR JERÓNIMO CASCO

2 de DICIEMBRE del 2023, 11.57 AM | UTC-GMT -3

Expresionismo Alemán: El movimiento artístico que cambió el cine para siempre

Cuando pensamos en cine, y en las figuras humanas, los objetos, los ambientes y en la magnética relación que existe entre todos estos elementos, ¿cómo los vemos? Es interesante la inevitable conexión que tiene el ser humano con lo artificial y lo natural, y en cómo nos afecta. En ese marco que en la superficie parece bastante simplista y carente de sentido aparece uno de los movimientos artísticos más importantes, pero también el que cambió el cine para siempre.

El expresionismo alemán surge a principios del siglo XX en Alemania manifestándose en casi todas las ramas artísticas, pero siendo fuertemente representa en la pintura. Artistas plásticos como el noruego Edvard Munch con su caótica y desformada ‘El Grito’, o tendencias como la ‘Die Brucke’ (que buscaba externalizar el sentimiento y pensamiento del artista por sobre la fidelidad de lo que se representaba) fueron algunos de los ejes por los cuáles el expresionismo pudo darse a conocer. En pocas palabras, a diferencia del impresionismo, movimiento artístico que se caracterizaba por darle una mayor sensación de realidad a las obras, casi "perfeccionándolas", en el expresionismo el alma del artista se desnudaba para dar a conocer su verdadero yo, lo que sentía, lo que le aquejaba.

En el cine, con la llegada de conceptos, teorías y efectos que a día de hoy parecen burdos y hasta los damos por sentados, se empezaba a generar en la derrotada Alemania tras la Primera Guerra Mundial una cierta idea de que todos los ciudadanos (artistas y no artistas) debían manifestarse. El arte cinematográfico no fue la excepción y nombres como Paul Leni, Fritz Lang o F.W. Murnau surgían en escena. Pero varios años antes de este resurgimiento del pueblo germano, más precisamente en 1913, año donde se inició todo.

El Estudiante de Praga, película co-dirigida por Hanns Heinz Ewers y Stellan Rye fue el prototipo que dio pie al movimiento, y no solo eso, sino que fue considerada por la gran mayoría como la primer película de terror de la historia del cine. Claramente algo que no es casualidad, teniendo en cuenta la inherencia que existe entre el género y la esencia expresionista. ¿Será que Alemania ya se anticipaba a los inmediatos terrores bélicos? Sea cual fuere la respuesta, en el año siguiente se estrenaba una película que coincidía con el inicio de la Primer Guerra Mundial y con el encierro que experimentaba la sociedad en el país en aquel momento.

Los cineastas necesitaban volcar sus pensamientos y sensaciones al respecto, y fue en ese contexto donde surgió el expresionismo como estandarte y necesidad en el ambiente audiovisual. Ya no bastaba sólo con poner la cámara para que un actor desnude su alma frente a ella, sino que además todo a su alrededor debía coincidir con su interior, debía ser una extensión del ser. En la Alemania de ese entonces preponderaba un cierto aire de opresión, ansiedad, locura y miseria que, a pesar de sus lamentables resultados, se sentían a tono con este nueva tendencia estético/narrativa.

¿PORQUÉ ES TAN IMPORTANTE EN LA ACTUALIDAD?

No sólo el expresionismo alemán es considerado el movimiento que definió una era, sino que también traspasó sus propias fronteras para expandirse alrededor del planeta. Con la llegada de algunos cineastas alemanes renombrados a Hollywood en los años 30, también se produjo un inesperado efecto dominó: el de influir en los demás géneros y subgéneros. Para ese momento el primer “afectado” (en el mejor sentido de la palabra) por ello fue el cine noir, un género caracterizado por el crimen como eje temático, el detective caído en pena como protagonista y la inalterable presencia de la femme fatale.

Estas ramificaciones del movimiento hicieron que el término en si pierda reconocimiento y mérito por si mismo, y lo gane en base a lo que podía generar en las demás voces, como si aquello por lo que fue concebido poco a poco se esté muriendo. Lejos de serlo, el expresionismo logró (y sigue logrando) convertirse en mucho más que un simple movimiento: es el ápice artístico por el cual la mayoría de las producciones audiovisuales modernas se apoyan. El famoso cine de autor no existiría sin el expresionismo, así como el surrealismo de David Lynch, los policiales neo-noir de los 70s, el cyberpunk, Taxi Driver y muchas cosas más.

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