¿Por qué Ridley Scott NO es considerado un autor? Un pequeño análisis

POR JERÓNIMO CASCO

30 de NOVIEMBRE del 2023, 17.53 PM | UTC-GMT -3

¿Por qué Ridley Scott NO es considerado un autor? Un pequeño análisis

¿Cómo se transforma un director de cine en un autor? Bueno, para responder de manera efectiva y sin consensos la pregunta, es necesario entender qué es lo que define a un autor en el cine. Podríamos empezar por definir a esta persona como alguien interesada en abordar distintas cuestiones o tópicos con una voz propia, que se preocupa e investiga lo suficiente como para poder expresar mediante su propio lenguaje qué es lo que piensa al respecto.

Desde un ámbito más bien relacionado al cine mainstream se podría decir que nombres como Christopher Nolan, Steven Spielberg o el mismo Denis Villeneuve son verdaderos autores, y en cuanto al cine indie nombres como Ari Aster, Sofia Coppola o Paul Thomas Anderson siguen dejando una enorme huella. Pero hay un nombre que está hace más de 50 años estrenando grandes títulos, y a día de hoy no se le considera un autor.

En el norte de Inglaterra, más precisamente en el condado de Durham, nacía hace 86 años un día como hoy Ridley Scott. A sus 39 años dirigía su primer película Los Duelistas (1977), un drama de época ambientado en las guerras napoleónicas que lo ponían rápidamente en el panorama internacional. Luego se inclinaría por la ciencia ficción con el estreno de dos clásicos de culto como Alien (1979) y Blade Runner (1982), y el listado de grandes títulos sigue, pero la pregunta permanece: ¿Por qué Ridley Scott NO es considerado un autor y qué lo define como un gran director de cine?

Primero y antes que nada, es importante subrayar que Scott es un apasionado por contar grandes historias, ¿pero eso necesariamente lo convierte en un autor? Su ambición no sólo se limita a la épica y la ciencia ficción, sino que también explora diferentes universos y micro-universos relacionados al crimen, las guerras y las biopics. Las películas del director nos han entregado algunos de los momentos más icónicos del cine moderno, desde la primera aparición del alienigena saliendo del estómago de John Hurt en Alien y el magistral monólogo final de Rutger Hauer en Blade Runner, hasta la monumental escena con un Russell Crowe hambriento de venganza en Gladiador.

Pero algo cambió en el director a mediados de los 2000s. Estrenando prácticamente una película por año, no se dio el tiempo de poder involucrarse lo suficiente en estas historias como para brindarle algo “nuevo” al espectador. ¿Quién recuerda algún momento realmente icónico de Un Buen Año, Red de Mentiras o de Robin Hood? Esto no quiere decir que sus producciones carezcan de grandes decorados o inmersivos diseños de producción, no, que no se malentienda.

Ridley Scott, a pesar de ser un maestro de la puesta en escena y la construcción narrativo/estética no es un autor por el mero hecho de que su cine carece de personalidad. Carece de voz, y eso puede que sea por la desmesurada cantidad de historias que nos propone. Un cineasta clásico que no da vueltas ni se enrosca en cuestiones existencialistas. ¿No ser considerado un autor puede ser algo malo? Pregúntenle al director, que seguramente les conteste: “Consíguete una vida.”

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