PROHIBIDAS Y MALDITAS

Soy una fiel creyente de que todas las películas tienen un alma y eso es lo que las hace capaces de trascender la pantalla y hacerse parte de nosotros y de la historia. Otra fiel creencia es que el cine de terror perdura como cualquier otro porque, aunque queramos negarlo, nos atrae el morbo; característica por la que así también resisten los films pornográficos. Mientras más irreverente, más atención llama, pero no es sin resistencia.

Gobiernos, religiones y culturas han intentado ocultar y borrar registro de aquellas películas en pos de “proteger los valores morales y sensibilidades” pero no han hecho otra cosa que volverlas más icónicas. En el caso de las malditas, ese alma no solo trascendió la pantalla sino que se apoderó de quienes las hicieron, llevando el horror al plano de lo real.

Estas son algunas de ellas.

“Saló o 120 días de Sodoma” (1975), Pier Paolo Pasolini - ITALIA - 1h 57min.

Se trata de una adaptación del texto del Marqués de Sade (padre del “sadismo”, justamente) a la Italia fascista, retratando a un grupo de dieciocho jóvenes son secuestrados por cuatro figuras de poder y sus colaboradores para ser llevados a una casa alejada donde serán sometidos a torturas y humillaciones inspiradas en el Infierno de Dante.

La película no solo fue prohibida por su extrema violencia y componente sexual sino también porque se trataba de una amenaza y crítica al poder dictatorial. Es así que se convierte en última obra del gran Pier Paolo Pasolini, quien murió asesinado en circunstancias hasta hoy sin resolver el mismo año que se rodó el film.

“El bebé de Rosemary” (1968), Roman Polanski - EEUU - 2h 16min.

Una pareja se muda a nuevo edificio mientras esperan a su primer hijo, a partir de empezar a conocer a la vecindad, la joven Rosemary (interpretada por la fantástica Mia Farrow) comienza a sentir el agobio y persecución de sus vecinos en relación a su embarazo. Una película inquietante como pocas donde es difícil discernir el verdadero origen del mal, como dictaminó su director “lo más interesante es la incertidumbre”.

El rodaje se llevó a cabo en el edificio Dakota de Nueva York, famoso por haber alojado al brujo Aleister Crowley y sus rituales, el actor Boris Karloff y sus sesiones de espiritismo, el sacerdote Gerald Brossau Gardner y sus invocaciones y hasta a John Lennon (quien murió en la puerta del edificio) y Yoko Ono, que aseguraban haber escuchado al fantasma de una mujer llorar en su departamento. El misterio del edificio no acaba con su historia sino que se traslada al film en cuestión, recibiendo amenazas de grupos satánicos, entre los que se encontraba el Clan Manson, para impedir la filmación (amenaza que cumplirían años más tarde con el asesinato de Sharon Tate). Además, el encargado de la musicalización de la película, Krystof Komeda, fallecería un año más tarde tras caer de un barranco en Los Ángeles.

“El exorcista” (1973), William Friedkin - EEUU - 2h 2min.

Regan, es una niña de doce años, comienza a presentar síntomas de malestar repentinos. Su madre aterrorizada acude a los médicos en busca de respuestas pero a pesar de los múltiples estudios nada da resultado y la actitud de Regan se vuelve cada vez más extraña y violenta afectando inclusive a su entorno. Frente a la desesperación, su madre decide acudir a la Iglesia para realizar un exorcismo.

Este clásico indiscutido del terror también carga con maldiciones más allá de la pantalla. Se dice que en el set se veían sombras, oían susurros, desaparecían cintas con escenas ya filmadas y explotaban los focos. Además, antes de comenzar el rodaje se produjo un incendio en el decorado que se cobró la vida de tres operarios pero no la habitación donde se filmaría la escena del exorcismo, dos de los actores murieron antes del estreno, uno de los técnicos fue asesinado y el guardia de seguridad fue encontrado sin vida.

“Verónica” (2017), Paco Plaza - ESPAÑA - 1h 45min.

Tomando inspiración de casos reales sucedidos en España, Paco Plaza orquesta está pieza desde rasgos autobiográficos y costumbristas donde una joven es perseguida por espíritus malignos tras hacer ouija con unas amigas.

Como invitado en el podcast “Marea Nocturna” el director contó que durante la preproducción de la película el equipo de vestuario había comprado guardapolvos blancos para vestir a las alumnas del colegio de monjas pero, al ser nuevos, estos eran demasiado blancos y era necesario hacerles un lavado para dar la apariencia de uso. Resulta que al sacar las prendas de la lavadora las encuentran con manchas rojas, deciden hacer otro lavado pero las prendas seguían saliendo manchadas, por último cambian de lavadora en casa de otra persona del equipo, una vez más, manchas rojas. Ya asustados pero también sobre el inicio del rodaje deciden comprar más guardapolvos y mandarlos a lavar a un sitio especializado confiando en que el problema estaba resuelto; al día siguiente llama la mujer de la lavandería explicando que no sabe qué ha sucedido pero las prendas han salido de la máquina con manchas rojas.

“Holocausto canibal” (1980), Ruggero Deodato - ITALIA - 1h 38min.

El profesor Harold Monroe lidera un grupo de rescate en la selva amazónica en busca de un equipo de documentalistas que habían viajado para registrar a las comunidades indígenas de la zona. El único rastro que encuentran es una película con el material filmado en la zona y lo llevan de vuelta a Nueva York para descubrir el horror de lo sucedido.

La película fue rodada con tal nivel de realismo, haciendo uso del estilo found footage, que se pensó que lo que se veía en las imágenes había sucedido realmente. Para sumar a la épica, Deodato les pido a los actores que no aparecieran en la prensa por un tiempo y contribuir a la idea de que habían muerto en la selva realmente. El director tuvo que asumir meses de cárcel y una multa por haber sido acusado de cobrarse la vida de una de las actrices indígenas que moría en la ficción y luego no pudo ser localizada.

Más allá del sensacionalismo de la prensa, la intención de Ruggero Deodato era hacer una crítica a la televisión, los materiales de consumo y los límites éticos de la comunicación.

Prohibida por violencia explícita, maltrato animal y sadismo.

“La masacre de Texas” (1974), Tobe Hooper - EEUU - 1h 23min.

Un grupo de amigos viaja por una árida ruta estadounidense en camino a visitar la tumba de un familiar. El viaje se accidenta cuando se topan con la casa de una familia de sádicos caníbales dispuestos a cazarlos uno a uno.

Prohibida por violencia explícita.

“A Serbian film” (2010), Srdjan Spasojevic - SERBIA - 1h 50min.

Está es una película que no he visto ni sé si llegaré a hacerlo alguna vez pero si se trata de polémicas es imposible no nombrarla.

En respuesta al status quo de la industria cinematográfica serbia el director Srdjan Spasojevic y el guionista Aleksandar Radivojevic realizaron este film para denunciar la producción de cintas dramáticas que enaltecen las miserias del país en forma de cine académico buscando la empatía desde la manipulación por tópicos sensibles.

La trama se centra en una actriz porno retirada que acepta hacer un último trabajo a cambio de una alta suma de dinero.

La cinta se exhibió en festivales de renombre como Fantasporto, Montreal, Toronto y Cannes pero el problema surgió cuando llegó a Sitges. Aunque pudiera pensarse que el festival español era el espacio ideal para una proyección de este estilo y su director, Ángel Sala, advirtió al público de lo que estaban por ver, no tardaron en llegar los reclamos y la censura. De las tres proyecciones que tenían programadas solo sucedió la primera, la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil y la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos protestaron y exigieron al Ministerio de Cultura que la película no pudiera entrar al circuito comercial español y, al 2020, Ángel Sala continuaba imputado por nada más ni nada menos que exhibición de pornografía infantil.

Ese mismo año se le otorgó el Premio del Público en resistencia a la censura aplicada.