El 24 de mayo de 2002, se estrenó Insomnia. Una remake de un filme noruego y que fue dirigida por Christopher Nolan. Contó con las actuaciones de Al Pacino, Hilary Swank y ni más ni menos que Robin Williams como un auténtico villano. Tal vez, sea Insomnia la película que menos repercusión ha tenido este reconocido director de Oppenheimer.
Es raro ver a Robin Williams en un papel de villano y a decir verdad lo ha hecho muy bien. Es extraño porque Robin ha participado de películas en la que se lo ve con un desborde de empatía, como una buena persona. Es muy recordada su actuación como aquel buen médico en Patch Adams.
Ahora bien, verlo en este rol estremece. Su personaje es Walter Finch, un escritor que se obsesiona con una menor de edad y no puede reprimir sus pulsiones ilícitas matando a esta joven por haberse reído de él por cierta situación.
Será Will Dormer (Al Pacino) quien deberá no sólo atraparlo, sino también lidiar con los chantajes de Finch, ya que Dormer ha cometido un accidente que desea ocultar, ha asesinado a su compañero y sólo Finch, lo sabe. El título de la película hace honor al insomnio que posee Dormer, a esa luz del sol que se presenta como metáfora de la culpa.
No será nada fácil atrapar a Walter Finch que chantajea con éxito a Will Dormer, que hace días no duerme y eso lo desconcentra. Finch logra engañar en reiteradas ocasiones al polícia y salirse con la suya.
Al fin y al cabo, creemos que es una buena película de Nolan. Es entretenida y tiene sus momentos de acción. No es un filme como Memento (2002) o Inception (2010). En ese sentido, algunos críticos dicen que es el filme que menos estilo del director posee. Sin embargo, sostenemos que su visionado puede ser interesante y obviamente, poder ver a Robin Williams en un papel diferente al habitual es una grata experiencia.
Robin Williams partió el 11 de agosto de 2014. Se siente su pérdida.
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