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Crecer, al margen de Hollywood.

Si bien la crisis de crecer y enfrentarse a una nueva etapa en la vida podría considerarse una experiencia universal, los modos de transitar estos cambios están profundamente ligados a nuestro contexto. Las condiciones sociales, culturales, políticas y económicas, como así también la época, determinan intrínsecamente los modos y tiempos de la madurez.

Así como en la literatura se puede acceder a una mayor cobertura internacional, desde el clásico “Diario de Ana Frank” (Ana Frank, Alemania), la controversial “El amante” (Marguerite Duras, Francia), “Mi planta de naranja lima” (José Mauro de Vasconcelos, Brasil) con su dolorosa sensibilidad o el cómic revolucionario “Persépolis” (Marjane Satrapi, Irán), a la hora de tipear “películas coming-of-age” en el buscador de Google la respuesta rápida se ve fácilmente acotada a films estadounidenses. En la amplitud del espectro de producciones que nos ofrece la industria norteamericana podemos encontrarnos con películas que representan este cambio de etapa no solo desde distintas perspectivas y estilos sino también desde variados tamaños de producción; en el mismo abanico podemos encontrar películas como “Eighth grade” (2018) dirigida por Bo Burnham y estrenada en el Festival de Sundance como representación del sector “indie” de la industria,

y en el otro extremo encontrar “All the boys I loved before” (2018) dirigida por Susan Johnson y producida y estrenada en Netflix como cara del mainstream.

Ahora bien, a lo que quiero llegar con todo esto es que más allá de la variedad que nos pueda ofrecer el cine norteamericano, todas las películas responden a un mismo imaginario, aquel de fiestas de “prom” y casas en los suburbios, colegios con equipo de fútbol americano y porristas o grupos de scouts. Son sus usos y costumbres los que están representados en la pantalla y muchas veces, por haber crecido con esas películas, tratamos de trasladar a nuestra experiencia de crecimiento con cierta frustración y tal vez algo de anhelo.

Es por eso que quiero recomendar algunas coming-of-age que retratan cómo puede ser la experiencia de crecer en otros lugares, con otros pasatiempos y otras preocupaciones, pero también invitar a buscar qué coincidencias surgen. Poder encontrar identificación y catarsis es uno de los grandes regalos que nos habilita el cine, así como expandir nuestros límites y viajar en el tiempo. Al fin y al cabo, los conflictos de dejar atrás una etapa y aprender a vivir en una nueva es un desafío que nos toca a todos en algún momento de la vida.

“Y tu mamá también” (2001), Alfonso Cuarón. - MÉXICO - 1h 46min.

Tenoch y Julio, interpretados por unos jovencísimos Diego Luna y Gael García Bernal, son dos adolescentes hormonales y despreocupados con sed de vida y experiencias. Casualmente conocen a Luisa (Maribel Verdú), una mujer joven, inteligente y hermosa pero desconectada de sí misma que los cautiva desde el primer instante. Probando su suerte, los jóvenes le proponen hacer un viaje a una playa inventada y, tras un hecho crítico, Luisa decide aceptar la invitación y embarcarse en un viaje en auto por las rutas mexicanas y los caminos internos de cada quien. Una película divertida, profunda, sensual y crítica, joya absoluta cargada de identidad de Alfonso Cuarón.

“House of Hummingbird" (2018), Kim Bora. - COREA DEL SUR - 2h 18min.

Me crucé con esta película en el Festival de Mar del Plata en 2019 y aún tengo presente la emoción que me provocó, un sentimiento límite entre el cobijo y la melancolía. Kim Bora nos regala la posibilidad de ver la vida, sus obstáculos y vicisitudes, algunas cotidianas y otras no tanto, a través del filtro pausado y poético de su protagonista Eun-hee (Ji-hu Park), una chica de catorce años. Un camino espiritual, con tintes de humor tierno e imágenes bellísimas.

“Verano 1993” (2017), Carla Simón. - ESPAÑA - 1h 36min.

Frida (Laia Artigas), de seis años y recientemente huérfana, es recibida en la casa de campo de sus tíos donde pasará el primer verano con su nueva familia. Un relato colmado de amor y humanidad sin miedo a presentar personajes desde la contradicción y el miedo lógico de etapa de duelo y cambios.

La ópera prima de la directora catalana no solo conquistó al público con su transparencia y sensibilidad sino que obtuvo el Premio a Mejor Ópera Prima en la Berlinale 2017 y más tarde el Goya a la Mejor Dirección Novel.

“Mustang” (2015), Deniz Gamze Ergüven. - TURQUÍA/FRANCIA - 1h 37min.

Es el último día de colegio y Lale (Günes Sensoy) y sus hermanas (Doğa Doğuşlu,

Elit İşcan, Tuğba Sunguroğlu y İlayda Akdoğan) van a la playa a festejar junto a un grupo de chicos, se meten al mar, juegan y se divierten. La inocencia y libertad de las chicas es recibida como una amenaza por su familia y toman medidas despiadadas, las cinco adolescentes son retenidas en la casa hasta encontrarles un marido. Un retrato arduo sin perder sus momentos luminosos y joviales; una oda a la valentía de anteponerse a lo establecido.

Menciones especiales:

“Sing Street” (2016), John Carney. - IRLANDA/UK/EEUU - 1h 46min.

“Algunos días sin música” (2013), Matías Rojo. - ARGENTINA - 1h 18min.

“Submarine” (2011), Richard Ayoade. - UK/EEUU - 1h 37min.

“Las malas intenciones” (2011), Rosario García Montero. - PERÚ - 1h 50min.

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